EL NACIONAL - Jueves 16 de Mayo de 2013 Opinión/7
La señora ideología
LUIS PEDRO ESPAÑA N.
¿Quién los asesora? Alguien debe estar en contra de ellos mismos. Puede que sin saberlo. No se trata de ningún saboteador o quinta columna. Es muy probable que sean ellos mismos. Los autogoles son demasiados.
Obviamente, nos referimos a las últimas metidas de pata del Gobierno. No tienen que ver con palabras mal dichas, referencias geográficas o históricas infelices. El que tiene boca se equivoca, dice el dicho, pero, obligados a representar un papel, como que se salen más las pifias.
No importa que uno tenga cara de sonso o que de cada tres, se pele una. Si lo que está en juego son las resoluciones, la esencia más que la forma, y efectivamente se logran solventar las dificultades, pues todo finalmente se perdona.
Pero cuando la inflación, el desabastecimiento y la parálisis económica lejos de reducirse se profundizan y, además, estamos más que seguros de que tras la desaparición de los bienes de la canasta básica, los repuestos y las medicinas, lo que vendrá es carestía y nuevo desabastecimiento de lo que hasta hoy se conseguía, pues, entonces, cada detalle, cada tontería mal dicha, cada mueca que antes podía ser hasta simpática resulta ofensiva, morisquetera y hasta falta de respeto.
La política y el liderazgo son así. Éste no sólo no se hereda, sino que se tiene o no se tiene estrella. La mayoría de los mortales tenemos que mostrar resultados para obtener aprobaciones, sea de los consumidores o de los electores. Por eso no se entiende por qué la insistencia en la tesis confrontacional cuando ya nadie compra "el numerito" de la conspiración internacional, la guerra económica. Muchísimo menos lo del magnicidio, o la activación de quién sabe qué plan en contra de la República.
Cuando se exponen tales exageraciones, una simple declaración, de político o empresario sensato, ridiculiza y bate contra el piso los argumentos que antes generaban dudas y propiciaban solidaridades.
Alguien tiene que decirles que es hora de darle una vuelta a la tuerca, pero para aflojarla y hacer viable este país. Arremeter contra la única empresa gracias a la cual hay desayuno y arepas más que un error es una ridiculez. ¿Dónde están las marcas del Gobierno? ¿Dónde esta el aceite Diana, las harinas de CASA, los productos de Los Andes, el café Venezolano, el azúcar de las centrales expropiadas o los productos de Bicentenario? En fin, donde están los aumentos porcentuales de productos que tantas veces nos han anunciado en pomposas o en sobrevaloradas cadenas. No puede ser que el sucesivo intento de suplir con imágenes la realidad trate de esconder la crisis socioeconómica que todo venezolano verifica en una despensa que cada vez almacena más polvo que artículos.
El BCV calcula un índice de escasez que promedia cerca de 20% cada mes. Ciertamente se trata de escasez de rubros. ¿Pero qué tal un indicador de variedad, de calidad, de opciones diversas para el consumidor dentro de los distintos rubros? Algún economista declaró esta semana que, considerado de esta manera, podíamos estar en presencia de un desabastecimiento de 87%.
Alguien está engañando a los funcionarios de nuestro Gobierno. Alguien debe estar torciéndoles la realidad. Alguien les tapa los ojos y les impide darse la vuelta y girar en "U". Algunos dicen que se trata de una señora muy atractiva, de argumentos lascivos y lujuriosas formas. Algunos dicen que se trata, nada más y nada menos, que de la señora Ideología. Esa misma que lleva por miles los proyectos fracasados y millones las vidas perdidas en vano.
Ilustración: Maurizio Bongiovanni.
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