miércoles, 26 de mayo de 2010

Aleación americana (I)


EL NACIONAL - Lunes 17 de Mayo de 2010
El último diccionario de americanismos (I)
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

Por ser el más reciente y, también, por ser el último de su especie, el Diccionario de americanismos (Asociación de Academias de la Lengua Española/ Santillana, 2010) está llamado a convertirse en obra fundamental y de referencia para la lengua española general y, más específicamente, para la lengua de nuestro continente. Hijo de un proyecto de años que se desarrolló en Madrid, en la sede de la Real Academia Española, y que contó con la colaboración estrecha y sistemática de las Academias americanas (como nunca antes se ensayó en nuestros espacios), este trabajo cierra un círculo de estudio de nuestro español que, para no remontarnos más atrás, podemos decir que comenzó durante el siglo XIX.

Desde ese tiempo se elaboraron muchos y muy prestigiosos diccionarios sobre el español de América desde la impronta de los enclaves nacionales, como una necesidad de reforzar desde la lengua los procesos que venían cobrando fuerza como distinción política e ideológica a partir de la Independencia. Se concibieron, movidos por estos principios y por otros señalados por la lingüística en sí, obras léxicas que buscaban, amparadas bajo la codificación de los ­ismos (entidades léxicas distintivas entre el español de América y el peninsular o entre el español de una región de América frente al de otra región: indigenismos, voces nuevas, acepciones diferentes, usos morfológicos diferentes, mayor frecuencia o extensión más amplia de los usos), recoger y describir la lengua del continente y ofrecerle sus señas de identidad más propias y, ya definitivamente, permanentes en los dominios de nuestra forma de hablar.

La dedicación que demandaron los diccionarios de ­ismos nacionales fue, en consonancia y en la medida en que se multiplicaron estas primeras especies, ofreciendo posibilidades para abordar la tipología que los reunía a todos y que los ofrecía formando parte de un solo cuerpo: el diccionario de americanismos.

Especie abarcadora de la especie toda, el repertorio de americanismos se entendió como la tipología lexicográfica mayor del continente, un sueño pocas veces alcanzado y con penas muy duras. Reunir y describir el léxico común y distintivo de un continente desplegado desde México hasta la Patagonia, con todo lo que ello reportaba de inmensas diferencias internas y de usos diversos, resultaba tarea ciclópea y no siempre con posibilidades de éxito, tanto por las cantidades como por las cualidades que el empeño exigía.

Quizá por ello, aunque el concepto lexicográfico de ­ismo estaba plenamente desarrollado al finalizar el siglo XIX, será durante el siglo XX cuando se expongan los diccionarios generales de americanismos como una tipología con plenos poderes y con alcances logrados satisfactoriamente en más de un caso. Venían estas obras a mostrar, además, la profusa variedad de nuestro español y su permanente unidad y a desarticular los temores que Bello y otros estudiosos tuvieron sobre la disgregación del español americano, proceso que entendían similar a lo sufrido por el latín.

Malaret, Santamaría, Morínigo, Neves, Arias, Friederici, Haensch, Steel y Richard, son algunos de los grandes cultores de estas obras, a quienes el trabajo de las academias, sin declararlo, homenajea.

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