lunes, 28 de agosto de 2017

DOUBLETHINK

DIARIO, México, 25 de abril de 2017
La literatura y la política
Sixto Duarte

El pasado domingo 23 de abril, se celebró –como cada año– el “Día Internacional del Libro”, conmemoración instituida por la UNESCO con el fin de promover la lectura en el mundo. A su vez, en Cataluña celebraron la “Diada de Sant Jordi”, una de las tradiciones más bonitas en la cual los hombres regalan a las mujeres flores y las mujeres a su vez regalan libros a los hombres.

La literatura y la política han estado ligadas por diversas circunstancias. Los intelectuales mucho han escrito sobre política, y sobre la “cosa pública”. Igualmente, muchos escritores a través de la historia han participado directamente en política. Un ejemplo de ello en el continente puede ser el escritor peruano Mario Vargas Llosa quien fue candidato a la presidencia de Perú en 1990, cuando ya era un escritor consolidado.  Años atrás, Octavio Paz había sido embajador de México en India.

El vínculo entre literatura y política parece ser indisoluble. Existen dentro de la literatura géneros dedicados a la narrativa de la política. De manera muy particular, en Latinoamérica, tenemos lo que se conoce como “Novela del Dictador”. García Márquez (El otoño del Patriarca), Vargas Llosa (La fiesta del Chivo), Alejo Carpentier (El recurso del método), han plasmado para la posteridad esta narrativa y visión en sus obras.

Lo que se ha escrito en diversas obras literarias parece repetirse de manera cíclica, a circunstancias tanto globales como locales, del pasado o del presente, pues la naturaleza humana parece no cambiar con los siglos. Las frases recogidas de “El Quijote” parecen estar tan vigentes ahora como hace más de cuatrocientos años.

El escritor irlandés Bram Stoker nos legó una de las más grandes obras literiarias de la historia, “Drácula”. Escrita en forma de novela epistolar, “Drácula” es el principal referente de literatura de vampiros. Recuerdo una parte de dicha obra, en que Jonathan Harker viaja a Transilvania a encontrarse con Drácula. El camino en los Cárpatos se encuentra en pésimas condiciones. No se le ha dado mantenimiento porque era tradición no hacerlo. El hacerlo haría pensar a los vecinos turcos que se preparaba el camino para traer tropas e invadirlos. Por ello, para evitar una tensión entre ambos pueblos, no se le daba mantenimiento. Probablemente lo mismo ocurra en Juárez, y para evitar tensiones con Estados Unidos, el alcalde ha determinado no dar suficiente mantenimiento a las deplorables condiciones en que se encuentra la infraestructura vial de la ciudad.

En “La hojarasca” de García Márquez, el médico del pueblo muere. Es el hombre más odiado, y las masas en conjunto rechazan el otorgarle algo a lo que tiene derecho: recibir cristiana sepultura. El propio alcalde del Macondo se resiste a otorgar el permiso para poder enterrarlo. Un claro ejemplo de lo que en ciencia política se conoce como “tiranía de las mayorías”. Analógicamente pudiéramos comparar esta situación con la situación de varios ex gobernadores acusados penalmente en sus Estados. Por impopulares que éstos sean, tienen el inalienable derecho a defenderse.

Uno de mis autores favoritos es George Orwell. Recurrentemente lo cito en mis textos, probablemente por la influencia de la que he sido objeto. En “1984”, Orwell creó la figura del “doblepiensa” (doublethink), que es la capacidad de sostener dos posturas contradictorias al mismo tiempo. Albergar dos creencias contradictorias a la vez. Por otro lado, en “Rebelión en la granja” también de Orwell, los cerdos (quienes representaban a los comunistas rusos) acceden al poder con una serie de promesas para acabar con los privilegios de quienes gobernaban antes que ellos. Incluso escriben sus normas en una pared. Una vez que llegan al poder, se olvidan y empiezan a incurrir en los mismos vicios de aquellos que antaño criticaban y hogaño emulan, y modifican sus promesas (promesas del corazón).

Estas situaciones son perfectamente comparables al nuevo amanecer. Deuda pública fue una crítica de quienes hoy gobiernan a quienes gobernaban. La intromisión en las instituciones y poderes es otra crítica de quienes hoy gobiernan hacia quienes gobernaban. En ambos casos, estamos ante un ejemplo perfecto de “doblepiensa” y se repite el patrón contenido en “Rebelión en la granja” pues estaba mal lo que hacían los de antes, pero no está mal si lo hacen los de ahora.

En fin, por lo pronto me dispongo a leer “El primer día” de Luis Spota, recomendación de un dilecto amigo mío, escrito en los 70, pero aplicable a la situación política actual.
Fuente:
http://diario.mx/Opinion/2017-04-24_a0bde5fe/la-literatura-y-la-politica/
Fotografía:
http://www.nacion.com/ocio/teatro/escarba-recuerdos-profetico-Teatro-Universiario_0_1630836952.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario