jueves, 17 de agosto de 2017

¿QUIÉN CERTIFICA A LOS CERTIFICADORES?



De la certificación de buena conducta

Luis Barragán

Entre los requisitos sobrevenidos que impone el CNE para admitir una candidatura regional, se encuentra lo que llaman un certificado de buena conducta expedido por la tal constituyente. Muy pocos o nadie,  conoce de una definición, características o modalidades del instrumento que pide algo más que diligenciar como un buen padre de familia, según la consabida fórmula del Código Civil.

Quizá no haya precedente alguno en todo nuestro historial, salvo la cédula de gracias al sacar de los tiempos coloniales, para alcanzar y formalizar alguna posición social y política. Era de suponer que el Carnet de la Patria bastaría, si fuere el caso, pero – ahora – se necesita del disparatado documento que, al requerir de la reiterada votación del cuerpo, quedará a la merced de los comisarios que fungen como directivos según la importancia del peticionario.

Únicamente en dictadura, por lo demás, ocurrente, suelen pasar estas cosas. Y, de tratarse de un aspirante de la disidencia al solio regional, no sólo habrá de renegar de sus viejas discrepancias, sino  - en el mismo acto de petición – burlarse de ellas.

Por supuesto, lo más obvio del melodrama es que, así como no tienen autoridad política los demandantes de la certificación,  tampoco la exponen en el orden moral. Que sepamos, no hay en las filas de la oposición, independientemente que creamos un error asistir a esos comicios prefabricados, quienes tengan un prontuario policial y judicial o que sean solicitados por las autoridades de algún otro país.

La nomenclatura socialista ha ideado como toda una vileza táctica el certificado en cuestión, pero – convengamos – tiene a la postre algunas ínfulas estratégicas, pues, devenida clase social, lidia y lidiará en un futuro, de sobrevivir, por documentar toda la adhesión y devoción que se le diga profesar. De modo que el jefe civil o su actual  equivalente, o la empresa de electricidad o telefónica, ya no darán constancia alguna de residencia, pues, para sacar una cuenta de ahorros o corriente en las entidades bancarias, por ejemplo, lo importante será la limpieza de sangre comunista que tenga a bien certificar.
14/08/2017:
Fotografía: Juan Barreto (AFP).

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