domingo, 6 de septiembre de 2015

EL MOVIMIENTO DEL VAGÓN EN REPOSO

EL IMPULSO, Barquisimeto, 01 de septiembre de 2015
El reposo del vagón en movimiento
Carlos Mujica

Mientras el vagón conserve su movimiento rectilíneo-uniforme, la relatividad mantiene la validez de que el vagón se encuentra en reposo. Del reposo del vagón en movimiento trata el capítulo 18 de la relatividad que permite el movimiento rectilíneo-uniforme del terraplén. El vagón, pues, es el punto de referencia que admite que el terraplén sea el que se encuentre en movimiento.
Pero cuando debido a un frenazo del vagón se interrumpe la condición de reposo del vagón en movimiento, entonces las condiciones que permiten que sea el terraplén el que se mantenga en movimiento, también se interrumpen. Ahora el terraplén disminuye progresivamente su movimiento rectilíneo- uniforme. Este suceso en el cual es el vagón en reposo el que determina que sea el terraplén, de acuerdo con la ley de la relatividad, el que se mueva.
El frenazo del vagón descubre a Einstein que la ley de la relatividad deja de funcionar. Debe regir para la desaceleración del reposo del vagón en movimiento y consecuencialmente, advertimos, para el terraplén también la desaceleración del movimiento. En el capítulo 21, Einstein sugiere una solución apelando a la aparición de un campo gravitatorio, sin considerar el campo gravitatorio de la Tierra. El reposo del vagón en movimiento se rige, como todas las cosas en la Tierra, por el campo gravitatorio que es común y general, de modo que no es permisible que en un campo gravitatorio general se genere, de buenas a primera,un campo gravitatorio adicional.
La razón por la cual el pasajero observador del vagón siente, debido al frenazo del vagón, que su cuerpo experimente un fuerte impulso hacia adelante, es originada, más bien,por la ley general de la naturaleza que consiste en el rechazo al vacío. Tenemos el aire, un actor que Einstein parece obviar, pero que está presente junto con el terraplén, y que como el terraplén, a pesar de la resistencia que opone el aire al reposo del vagón en movimiento, también se desplaza en el mismo sentido en que lo hace el terraplén. Y en el instante del frenazo el espacio entre el observador y parte de la cabina del vagón que está frente a él, se produce, en fracciones de segundo, un momentáneo vacío. El impulso hacia adelante que experimenta el observador tiene como finalidad llenar ese vacío, pero como el aire, en esta situación, se mueve a la velocidad del vagón, ocupa de inmediato ese vacío y todo vuelve a la normalidad, permitiendo que, el cuerpo del observador asuma su natural posición. De modo que lo ocurrido al vagón en movimiento, no es otra cosa que un desequilibro de las factores que participan del reposo y del movimiento.
Ilustración: Enrique Guillamón (http://cargocollective.com/guillamon/Albert-Einstein).

No hay comentarios:

Publicar un comentario