“Hecho asaz curioso es que el
viejo Guzmán esté con Zamora desde el principio. Esta actitud de Antonio
Leocadio tiene que ser explicada desde un doble punto de vista, psicológico y
político. Seguramente que el viejo jefe liberal, veía en Zamora las cualidades
de las cuales él carecía y por lo cual no fue capaz de tomar el Poder: arrojo,
audacia, valentía personal, temple de caudillo, cualidades ajenas a Falcón.
Políticamente Guzmán está con Zamora porque es bien claro desde el comienzo que
tanto Falcón como su hijo Antonio Guzmán
Blanco representan la conciliación, la posibilidad de un entendimiento con el
enemigo, y Guzmán fue siempre enemigo acérrimo de las ‘fusiones’, de los
gobiernos de unidad entre godos y liberales, a pesar de que había servido
indistintamente a unos y otros. Por otra parte, habría que agregar que el viejo
Guzmán veía en la arrolladora personalidad del hijo, un fuerte competidor a sus
ambiciones de poder. Esto explica que el viejo Guzmán estuviera del lado de
Zamora”
Héctor Mujica
(“La historia en una silla”, Ediciones
de la Biblioteca – UCV, 1982: 122 s)
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