martes, 17 de febrero de 2015

SOLAMENTE HAY UNO

De una variante de la necropolítica
Luis Barragán


Recientemente,  la Asamblea Nacional consideró y aprobó sendos acuerdos en tributo a Cecilio (Chio) Zubillaga y Américo Díaz Núñez. Raro contexto, respondimos a uno de ellos, pues, desde comienzos de la sesión ordinaria, el oficialismo habló de renegados, intelectuales orgánicos, traición a la patria y otros de los acostumbrados aportes de los diputados gritones que, agotadas las consignas, con el aval de la dirección de debates, pretenden el sabotaje de los oradores de la oposición.

Correspondiéndonos intervenir en la plenaria con motivo de la propuesta en homenaje a Díaz Núñez, al partir de la esencial definición pluralista de la bancada democrática, sumamos nuestros votos sin complejo ni mezquindad alguna y, en contraposición al ponente, diputado Earle Herrera, quien destacó la trayectoria parlamentaria del embajador fenecido y sus luchas por la libertad de prensa y autonomía universitaria, consignamos nuestras observaciones. Un proyecto de acuerdo equilibrado, fue empañado por el parlamentario que obvió la actual asfixia presupuestaria de las universidades públicas y autónomas, o el bloqueo informativo y la censura, por no citar al otrora integrante del Congreso de la República tan respetado por minoritaria que fuese su bancada. Sin embargo, otro doble motivo llamó poderosamente la atención, concluyendo que para el oficialismo hay muertos de primera y de segunda.

En efecto, Pedro León Zapata ni Carlos Noguera suscitaron el interés de los partidarios del gobierno que consintieron un minuto de silencio para el gran ilustrador de opinión, aunque un diputado opositor – hablando  de otro asunto -  se adelantó a lo que puede quizá llamarse la estrategia del debate. Y, a pesar de su extraordinaria importancia en la literatura venezolana, en ejercicio de la presidencia de Monte Ávila Editores al morir, la única mención y reconocimiento que mereció Noguera fue – paradójicamente – de la oposición.

Convengamos en la poca importancia que tienen los acuerdos parlamentarios frente a la enormidad de los más urgentes y graves problemas del país, pero  los ponderamos en la medida que sinceran el indelegable discurso del poder establecido. Salvo que las urgencias del imaginario social que pretende moldear el régimen ameriten de otros refuerzos, solamente hay una muerte capaz de sensibilizarlo, movilizarlo y hasta dinamizarlo: la de Chávez Frías, consagrado el sucesor como el exclusivo intérprete.

Acaso,  siendo Chávez Frías el fundamento de la necropolítica actual, admite otras variantes, como la pretensión de asimilar y explotar  a los fallecidos de 2002 o de 2014, en nombre de la cruzada antiguarimbera, a objeto de inculpar a la propia dirigencia opositora.  Los estudiosos del fenómeno podrán abundar más sobre la materia, mas sostenemos que únicamente hay el consabido protagonista capaz de alzar el vuelo de lo mágico-religioso y los demás cumplen un rol complementario.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionnacional/21767-de-una-variante-de-la-necropolitica

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