miércoles, 22 de enero de 2020

CUADERNO DE BITÁCORA

No tuvimos mayor oportunidad para relacionamos con la diputada Addy Valero, pero siempre el trato fue cordial y respetuoso, por cierto, propio de la merideñidad que la caracterizaba. La sabíamos gravemente enferma, pero cada vez que podía sesionaba en la plenaria. Este solo detalle fue acicate, ejemplo, para algunos que pretextaban alguna circunstancia para no asistir regularmente a las sesiones o viajar al exterior. En el maremágnum de os acontecimientos, fue gracias al texto publicado acá en Facebook por Héctor Alonso López que nos enteramos de las pretensiones del régimen de doblegarla. Un texto de denuncia y de admiración, porque la diputada Valero, a pesar de las circunstancias tan difíciles que atravesaba, no se doblegó y rechazó la oferta de divisas y de atención especializada en el extranjero.  En otras condiciones, el Palacio Federal Legislativo  tendría las puertas abiertas para recibir el sentido homenaje no sólo de sus colegas, sino de la ciudadanía. No importa, ese tributo se siente en cualesquiera lugares del país, reconocida la dignidad y el coraje que se convierte en todo un legado para las nuevas generaciones: Addy Valero. QEPD. Salmo 91.
(LB)

Fuente:
Cfr.

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