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The Tenth Man" de Jack Gold (1988): La supusimos de escabrosas escenas que culminarían con el fusilamiento, después de un trato absolutamente privado entre el falso y el verdadero Chavel, quien lamería luego sus nostalgias por las viejas propedades, decretada la miseria de sus herederos. No ocurrió así. Quizá muy simplificadamente, despachó el contrato público celebrado en la gran celda y puso el acento en el regreso a casa del Chavel atormentado. Asesino algo pueril, la caracterización de Derek Jacobi rompió con el esquema del desalmado y malévolo delincuente de los seriales, ante Kristin Scott Thomas, a la que quiso seducir según el estereotipo, en el esfuerzo simultáneo de embaucarla. Sentimos a Anthony Hopkins, como "engatillado". Sobre todo en la etapa final, creemo que las escenas están hechas en clave más teatral que fílmica. ntendemos, por Wikipedia, que la versión fue realizada para la televisión. La curiosidad remite a la propia novela de Graham Greene que ojalá algún día podamos leer así no mede mucho la distancia con la versión de Gold.
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