domingo, 19 de noviembre de 2017

LA DIGNIDAD POR VISA

Tamara Suju
Luis Barragán

Terrible siglo el nuestro, el trigo y la cizaña suelen mezclarse. No será necesario esperar el severo juicio de la historia para saber quiénes real y  persistentemente lucharon y luchan por la libertad y quiénes simularon y simulan hacerlo, frente al socialismo demoledor.

De ella, por todos estos años, siempre supimos no sólo por sus aportes semanales a la prensa, atreviéndose al texto indispensable, disciplinado y clarificador, sino por sus numerosas diligencias con el peligro. La corajuda denuncia de toda violación de los derechos humanos y la efectiva defensa ejercida a favor de los tan injustamente perseguidos, detenidos y torturados, dibujan a la mujer comprometida con la dignidad de toda persona humana, sin estridencias ni veleidades.

Se vio forzada a salir del país, severamente amenazada su integridad personal, intensificando una labor   que agradecemos, con tino y sentido de responsabilidad. Es evidente el contraste con aquellas figuras públicas que, acá, apenas balbuceaba su nombre y, allende los mares llenan de denuestos al dictador, congelando la sonrisa desplegada en el “selfie” oportuno con algún dignatario extranjero.

Irrespetando a la propia y creciente diáspora venezolana,  los diligenciantes del diálogo en República Dominicana tuvieron el atrevimiento de emplazarla públicamente,  como si representasen a toda la oposición democrática contando con un amplísimo mandato de administración y disposición de todo cuanto contraríe o diga contrariar al régimen con el que se sientan incondicionalmente. Por lo demás, tratada como si fuese un delito portar un pasaporte  checo, esto es, del país que le dio abrigo,  dicen no advertir el superior testimonio moral que Tamara Suju ha dado frente a sus perseguidores e, inconsultamente,  a quienes diligencian su propia notoriedad.

Excepto una  ocasión en la que la saludamos y modestamente le transmitimos nuestros respetos, esperando por el turno para un encuentro con parlamentarios chilenos, si la memoria no falla, no tenemos contacto ni amistad personal con ella. Circunstancia ésta que  acredita mejor nuestro gesto de desagravio, rechazando una ofensa inmerecida a la luchadora que no ha salido de la extensa patria espiritual de una Venezuela que existe mientras respire un hijo suyo en cualquier latitud.

20/11/2017:
http://www.diariocontraste.com/2017/11/tamara-suju-por-luis-barragan-luisbarraganj/

Post-data LB: Quienes estamos agradecidos somos los venezolanos, con ella. Lo cierto es que supo responder con altura y dignidad al acto de agresión, por lo demás, torpe e innecesario de que fue objeto. Y quizá podamos en un futuro próximo esbozar algunas ideas sobre una suerte de sociología política de la diáspora, pues, en ella hay justos y pecadores, los que siguen luchando y los que simulan hacerlo, los olvidados y los afamados, los que aquí - como cierto alcalde - nada o poco decía, pero fuera del país se ha destapado como uno de los más ultrosos opositores del régimen, los que pasan trabajo aún ejerciendo responsabilidades políticas en el exterior y los que, a propósito de la política, hasta acumularon fortuna, o los que reinventan hazañas. Diáspora inédita, cierto, pero - ineludible interrogación histórica - ¿cuáles serán las diferencias entre los viejos exilios políticos y los de ahora?

No hay comentarios:

Publicar un comentario