lunes, 16 de enero de 2012

TELEGRAMA


EL NACIONAL - Lunes 16 de Enero de 2012 Escenas/2
Diversos tipos
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

Es probable que, en parte, el encanto de G.K. Chesterton radique en su imperceptible tratamiento de la diversidad. También, en su inteligencia para comprender los tipos humanos: razones y afectos tanto como acciones y efectos. Se reúnen en Tipos diversos (Espuela de Plata, 2011) como insinuación de perfección.

Publicado en 1908, vuelve a estar con nosotros por ofrecimiento de la señalada editorial sevillana, la misma que viene presentando la obra toda del escritor inglés: sus libros sobre Browning, Chaucer y Blake, su novela El hombre que fue Jueves y sus ensayos y artículos: Enormes minucias, La cosa y otros artículos de fe, Peque- ña historia de Inglaterra y Ortodoxia. En Tipos diversos se ocupa al unísono y como si formaran el mismo sonido escritores (Byron, Pope, Scott, Carlyle, Stevenson, Rostand, Maeterlinck, Tennyson, Brontë y Browning, Ruskin y Morris) y figuras históricas (san Francisco, Carlos II, Savonarola, Victoria y Guillermo II).

Es útil ampliar algunas de estas páginas y seguir el hábil entramado que logra entre las mejores ideas y las mejores expresiones de ellas.

Unas, irrefutables; otras, inmejorables: "Puede ser más fácil tener ingenio que, en el sentido más audaz y perdurable de la palabra, tener verdadera imaginación. Pero resulta incomparablemente más fácil fingir tener imaginación que fingir tener ingenio". No le caben los elogios, pues sería al día de hoy un irrespeto. Sólo es posible venerarlo (Borges lo entiende como una de las figuras más simpáticas de la literatura).

La verdad de sus formulaciones escalda por poderosa: "¿De verdad hemos aprendido a pensar con más amplitud? ¿O tan sólo hemos aprendido a estirar nuestros pensamientos al tiempo que los adelgazamos?" (muy siglo XIX, vale para todo tiempo deteriorado).

Comprende la literatura y razona literariamente: "Stevenson representa esa concepción de que las ideas son los verdaderos acontecimientos, de que nuestras fantasías son nuestras auténticas aventuras. Pensar en una vaca con alas es esencialmente lo mismo que haber visto una".

Crítico, comprende el oficio y, por hacerlo, descree de algunos de sus oficiantes (veedores más que pensadores).

Ataca, como Wilde (y como Reyes, entre nosotros), el correccional policíaco: "El objeto de un crítico es descubrir la importancia de los hombres, no de sus crímenes". Biógrafo, se prosterna ante el género, pues "revela precisamente aquellos aspectos de un hombre que son irrelevantes". Conocedor de la poesía, la quiere lugar común, popular, democrática, ajena a la ciencia, dialectal y no intelectual; religiosa y ya.

Satírico, con el poder de la sátira aniquila el poder político de sus personajes. Al Káiser lo quiere poeta del telegrama: "No hay nadie que haya enviado un telegrama alguna vez sin sentirse como un dios". Con el poder de la sátira potencia el poder de sus personajes.

Quiere a Pope un profeta y satírico magnánimo: "Podría enfurecernos la calumnia, pero nunca la sátira; pues quien enfurece ante una calumnia enfurece por la mentira, pero quien enfurece ante una sátira enfurece por una verdad". Un escritor de hoy podría escribir un libro entero a partir de una sola de sus líneas. Es este el tamaño de su grandeza o la rotunda aceptación de nuestra pequeñez.

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