lunes, 9 de enero de 2012
MANIFIESTO - MANIFESTACIÓN
NOTITARDE, Valencia, 8 de Enero de 2011
Fiesta de la Epifanía (Mt. 2,1-12)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes
En este domingo, litúrgicamente, los cristianos católicos celebramos la fiesta de la epifanía o manifestación del Señor a los hombres o como popularmente se le conoce la fiesta de los tres reyes magos venidos del oriente, que representan a toda la humanidad que viene a adorar al Hijo de Dios nacido en Belén.
Es interesante leer en el texto del evangelio de hoy todos los calificativos que se dicen del Niño Jesús nacido en Belén; hay que decir previo a esto, que el nombre Jesús significa Salvador, lo que indica que este Niño Dios humanado que atrae con el signo de la estrella a aquellos personajes que vienen de pueblos distintos y lejanos al Pueblo de Israel (Pueblo de las promesas mesiánicas), indica que Jesús ha vendido a salvar y redimir a todos los hombres y su acción alcanza a todos los pueblos de la tierra. Ahora bien, los calificativos que aparecen en el texto de hoy acerca de Jesús son: Rey de los judíos, Mesías o Cristo, que significa Ungido, Gobernante o Pastor. Destaca el texto que aquellos hombres venían a adorar al Niño y de hecho cuando entraron en la casa donde estaba se postraron y lo adoraron; lo que indica que aquellos hombres reconocían que este Niño era Dios al mismo tiempo; porque solo ante Dios el hombre se postra y solo a Él rinde adoración. Se destaca también en el evangelio de Mateo que el Niño Jesús está junto a María, su Madre; fíjense que el texto no menciona la presencia de San José y destaca solo la presencia de María, esto tiene un triple significado y gran enseñanza: 1. Destacar que el Padre del Niño Jesús nacido en Belén no es un hombre, su origen no viene por un contacto de María con un hombre, sino que el Padre de Aquel Niño es el Padre eterno, su origen es divino y lo que ha sucedido en María es un milagro de Dios, como se lo anunció el Ángel Gabriel y lo cual Ella creyó y esperó con fe y supo vivir a lo largo de su vida. 2. Se destaca ya desde el inicio del evangelio de mateo la estrecha relación que hay y habrá a lo largo de la vida pública de Jesús entre Él y su Madre; sobre todo en los momentos claves y significativos de su vida (Nacimiento, Epifanía, Huida a Egipto, presentación en el Templo, primer milagro en la Bodas de Cana, Calvario, Resurrección-Pentecostés). 3. Mateo no discrimina en todo lo que se viene narrando y diciendo del Niño que María sea solo la Madre del hombre Jesús, ya que se dice lo adoraron, es el Ungido, el Salvador y ese Niño está junto a María, por tanto se destaca que María es Madre de ese Niño que es Dios al mismo tiempo, al cual adoran y ante quien se postran los reyes magos y le ofrecen sus regalos: Oro reconociéndolo como rey, incienso reconociéndolo como Dios y mirra que anuncia su pasión, su muerte y resurrección.
Vale la pena destacar el signo de la estrella que ven aquellos hombres y por lo cual entendieron que Dios había nacido en medio de la humanidad y fueron capaces de ponerse en camino atraídos por aquella luz que los guiaba y los condujo a Aquel que es la Luz del mundo, el Camino, la Verdad y la Vida. Los llevó a la Casa donde estaban Jesús El Salvador y su Madre María, esa Casa que es la Iglesia, el Nuevo Pueblo de Dios, el Nuevo Israel desde donde se ofrece la Salvación a los hombres. Así que el verdadero Pueblo, los verdaderos adoradores deben postrarse ante Dios y reconocer el papel, la figura y valor de su Madre María.
El cristiano que camina por el mundo tiene que tener la certeza que no va solo, que Dios es su compañero de camino, que su amor lo cobija y acompaña; que Él le muestra signos, como a los magos de oriente, de cercanía, de esperanza y salvación.
Hoy es un día para que meditemos que necesitamos ponernos en camino siempre hacia Dios, ir tras sus huellas, sabiendo que Él nos ofrece vida eterna, salvación, gozo y paz. Tenemos también que ofrecerle a Dios algo en este día, el deseo de convertirnos, de mejorar cada día nuestra vida, de crecer en valores, de vivir según su Palabra, de acercarnos a su Casa que es la Iglesia y encontrar allí la paz que se nos ofrece al contemplar al Salvador del mundo que nos acoge, junto a nuestra Madre.
IDA Y RETORNO: Ayer en el Seminario comenzamos una campaña espiritual denominada: "Un rosario diario por Venezuela", para contribuir como Iglesia a que en este año electoral, lleno de tensiones, de expectativas, esperanzas, temores, deseos de cambio, imploremos la Misericordia de Cristo sobre nuestra patria de la mano de María nuestra Madre. Los invitamos a que se unan a esta propuesta y garantizar que un miembro de su familia, diariamente rece un rosario por Venezuela, rezarlo juntos en familia o mientras vamos a trotar o mientras vamos manejando hacia el trabajo o la universidad o rezarlo en la oficina con otras personas que se quieran unir. Si hacemos una cadena de oración hasta el 7 de octubre, ininterrumpida, estoy seguro que Dios no se dejará ganar en generosidad y nos bendecirá abundantemente. Que Nuestra Señora del Rosario nos bendiga y bendiga a nuestra amada Venezuela. Feliz Año 2012.
Ilustración: Albrecht Dürer
Etiquetas:
Albrecht Dürer,
Joel de Jesús Núñez Flautes,
San Mateo 2: 1-12
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario