La Epifanía del Señor (Mt. 2, 1-12)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes
Estamos comenzando un Nuevo Año que, le pedimos a Dios, venga cargado de fe, esperanza y sobre todo, amor. Así como los sabios procedentes de Oriente venían a adorar al Niño-Rey que había nacido y le ofrendaron sus regalos; así nosotros esperamos del Señor sus bendiciones para este Año que estamos comenzando. Celebramos hoy la fiesta de la Epifanía o manifestación de Dios; popularmente conocida como la fiesta de los “Reyes Magos”; que litúrgicamente se traslada al domingo después de celebrar la fiesta de la Sagrada Familia.
Epifanía es una palabra griega que significa manifestación de la Divinidad. Cristo se manifiesta al mundo pagano y a su propio pueblo; se deja ver por los hombres venidos de oriente (los pueblos más conocidos por hombres sabios eran Persia, Babilonia o el sur de Arabia), que vienen a adorarle y ofrecerle sus regalos. Decir “epifanía” en lenguaje cristiano, quiere decir que Dios se manifestó al mundo en carne humana, se deja ver y contar como un hombre en medio de los hombres. Dios manifiesta y deja ver su salvación a través de su Hijo encarnado en la raza humana.
De hecho, el nombre Jesús significa “Salvador”. Dios ha venido y se ha manifestado para salvar al hombre de su pecado y por pecado entendemos todo de cuanto negativo y maldad hay en el mundo. Dios se nos revela en persona, se hace cercano, compañero de camino en su Hijo Jesucristo; el Mesías y Salvador de la humanidad. La manifestación de Jesús a los Reyes Magos, que representaban culturas distintas al Pueblo de Israel, pueblo de la Alianza, significa que la Salvación de Dios ofrecida en Cristo Jesús es una salvación universal; es decir, para todos los hombres, para toda la humanidad.
IDA Y RETORNO: Los venezolanos quieren vivir en paz y exigen que se respete la voluntad del pueblo expresada el 6D. La Iglesia ora por el país.
Ilustración: http://www.itespresso.es/los-autenticos-reporteros-de-guerra-93273.html
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