miércoles, 9 de noviembre de 2011

DESTABUIZADORA


EL NACIONAL - SÁBADO 05 DE NOVIEMBRE DE 2011 PAPEL LITERARIO/3
Para un pleno Sexo sin tabú
El sentido editorial que la autora da a esta compilación es muy diáfano y ligero
JOSÉ ANTONIO PARRA

Sexo sin tabú aborda la sexualidad y las prácticas de uso comú n en ese contex to en la contemporaneidad.

Como una recopilación de su columna homónima en el diario El Nacional, Elizabeth Araujo echa una mirada a las diversas formas como se presenta esa faceta de lo humano. Con aspectos anatómicos, así como relativos al imaginario y haciendo una panorámica a los consejos para una sana práctica de esta función, el lector es ilustrado acerca de las modalidades que están en boga en la actualidad.

El sentido editorial que la autora da a esta compilación es muy diáfano y ligero; de modo que el público va paulatinamente sumergiéndose en el mundo de la corporeidad orientada a la búsqueda y satisfacción del placer. Es una panorámica a través de los muchos rostros del deseo. El lenguaje con el que la que la escritora dialoga con esta temática humana es claro y sin ninguna carga moralista, Araujo no hace en absoluto juicios de valor que no vendrían al caso en una época en la que el sexo y la carga erótica están en un primer plano, sobre todo con la Internet y la inundación mediática.

De igual forma, la periodista hace referencia con toda propiedad a estudios serios llevados a cabo en el ámbito de la sexualidad. Su perspectiva, en este sentido, está revestida de una cierta profundidad que no cae en "complicaciones". Es una lectura que hace mención a los investigadores norteamericanos de antaño, Masters y Johnson y al célebre informe Kinsey, como puntos de partida para centrarse en las prácticas sexuales de la localidad venezolana. Así, son abordadas opiniones de especialistas autóctonos como la psicóloga y psicoanalista lacaniana, Ruth Hernández Boscán, de manera de arrojar luz sobre el comportamiento del venezolano a la hora de relacionarse con el sexo. De nuevo, la óptica es liberadora e ilustra a la persona en el encuentro consigo misma y en el hallazgo de su identidad como parte de un grupo de pertenencia, aclarando la desoladora creencia de que se está sólo en alguno u otro hábito de lo erótico.

La aproximación que hace Araujo es "paulatina" en el sentido que presenta en primer plano una geografía de la anatomía sexual en relación al falo y la vagina, así como al muy comentado Punto G, por ejemplo. La morfología humana es mostrada con mucha sobriedad.

Aspectos que en algún momento han entrado en la dimensión de la fábula, como el tamaño del pene y la forma como la mujer alcanza el orgasmo son desmitificados. Así, este libro presenta una mirada sosegada y que en ningún momento busca escandalizar, sino vincular a la persona interesada en estos aspectos con su propio cuerpo y entorno.

C omo segundo acercamiento, el texto aborda el imaginario que se da "entre gustos y colores", de modo de entrar en una constelación de la práctica sexual sana.

Los territorios de la fantasía y de aquello que se considera tabú son vistos en el clima de un periodismo serio. Las representaciones que redefinen a la pareja, y al individuo mismo en el espectro del sexo en grupo, los intercambios sexuales o swinger, la bisexualidad, la homosexualidad y las tipologías límites del sexo --entre otras modalidades-- son comentados haciendo referencia a casos reales de venezolanos anónimos y de personas que bien podrían habitar el vecindario y los contextos familiares al individuo de hoy.

El análisis de contraculturas de la naturaleza de los góticos; que ya en el presente andan rozando los treinta y tantos años, así como lo intenso que podrían resultar el fetichismo o el sexo de naturaleza más que clandestina, son desglosados con un lenguaje franco. Aspectos tan sutiles como las feromonas y el poder de los perfumes, así como hábitos que sorprendieron al mundo, del estilo de la asfixia que llevó a la muerte a David Carradine, son parte de este "carrusel"; que aparte de clarificar tópicos de lo "humano-delicioso", persiguen el disfrute de una vida plena y saludable.

Sin duda alguna, que el discurso de la autora para nada cae en el amarillismo y, por el contrario, pretende serenar a la persona de la actualidad en relación con las "rutinas" que se han vuelto cotidianas en esta era de lo hiperacelerado y lo masivo.

La última sección de este repertorio presenta al público una serie de "consejos" en lo relativo a una sexualidad saludable. De nuevo, la periodista ilustra los tópicos tratados con opiniones de profesionales y hace referencia a analogías y metáforas que se dan en el mundo de hoy. Temas como el simbolismo del sexo en el espacio de lo lúdico y del fútbol, así como las lecturas que pueden ser hechas de la sexualidad desde el territorio del poder y de quienes lo ejercen, permitirán al interesado hacer una mirada alternativa al sexo.

Así, ésta es una invitación al enfoque fresco y actualizado que ofrece Sexo sin tabú. De más está decir que el lector se podrá vincular con estas regiones de lo humano sin caer en un análisis rebuscado. Este texto representa un paisaje nítido y sencillo de la escenografía del sexo contemporáneo. Más allá de las opiniones con las que son complementadas la multiplicidad de formas anatómicas e imaginarias, este trabajo es una perspectiva tranquila al goce que se da más allá del mero placer; un acercamiento en total conexión con el pulso de lo vital y de la erótica que implica la vivencia misma.

Fotografía: Omar Véliz

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