Hoy, amanecimos de secuestro. Se trata del director del despacho de la presidencia de la Asamblea y, a la vez, de la encargaduría de la República: Roberto Marrero. E, incluso, en un chat de WhatsApp ("Debate Nación"), ha suscitado polémicas al señalar Vladimir Petit, en un Tweed, el aborto de una negociación que se adelanta.
Unos dicen que se negocia, otros fustigan la iniciativa. Algunos refieren que hasta Pérez Jiménez le permitieron irse. Por supuesto, en el medio está la neutralización de los "radicales". La polémica del más allá, tiene por complemento la del más acá al atravesar la frontera de la ética. Mas, lo cierto, es que hay un hecho ineludible, una señal insoslayable para algunos de debilidad y, para otros, de fortaleza del régimen.
Sobrevienen eventos que actualizan automáticamente nuestros pareceres, revelando también las predisposiciones - justas e injustas - más firmes y persistentes. Suponemos que los organismos de (contra) inteligencia saben y conocen de ellas, colocando el dardo más acertado posible.
El observador podrá tomar nota de la banalización a la que igualmente se llega, ante una realidad que sigue - insobornable - su curso. Y es a esta realidad a la que deseamos constantemente referirnos y transformarla.
En todo caso, nuestra postura en El Helicoide, vista las dos preguntas realizadas por Ana Rodriguez de VPI, puede sintetizarse en una acción represiva que da alcance a todo dirigente político y parlamentario, como lo ha dado a la población inocente; demuestra la necesidad del artículo 187,11 constitucional; y ejemplifica qué reacción tienen ante la Sra. Bachelet que, a nuestro juicio, les ha arrimado la sardina a la brasa.
Estos son días históricos. Cada quien tiene una percepción imborrable de ellos, naturalmente subjetiva y a la espera del día para una interpretación más adecuada, objetiva y fundada.
Referencias:
https://twitter.com/fraccionAN16J/status/1108771728258486274
https://twitter.com/VPITV/status/1108735969002426369
(LB)
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