viernes, 27 de octubre de 2017

CUADERNO DE BITÁCORA

El problema de la oposición raya ya en la representación, pues, destrozada, los cuatro partidos que monopolizan la MUD, por mucho que apelen al símbolo unitario, hablan sólo por ellos y, algunos, por sus facciones internas. Cada quien, con alguna relevancia pública, hace de su agenda personal la de toda la oposición. Incluye la faceta más arriesgada, dura y difícil, como la de girar internacionalmente. Armando Martini, acierta con su Tweed reciente. ¿A quién carajo representa ...?

La ruptura del régimen es la de su  propia institucionalidad que tampoco la concede la tal constituyente. Cierto, ésta convocó a las elecciones regionales, pero es de suponer que el dispositivo ha de funcionar, permitiendo que los tales consejos legislativos hagan lo propio. Pero, no. Ni siquiera eso. Simplemente, no juramentaron a los gobernadores electos y, mucho menos, a los de la oposición. Sobrevino el saneite de los cuatros de Acción Democrática y, resistiéndose Juan Pablo Guanipa, no sin afianzar su liderazgo regional, tendrá que enfrentar unas nuevas "elecciones libres" en el Zulia.

Prospera el delito, además, literal y políticamente teñido de rojo. No hay maneras de acceder a la justicia. Las redes sociales ayudan. La criminología y la criminalística, deben decirnos más de lo poco o nada que dicen. Proliferan los estafadores, chantajistas y cualesquiera agentes de la galopante descomposición. Empero, el empleo de las redes resulta peligroso, pues, también pudiera dar oportunidad a las falsas campañas, a la persecución de los inocentes, que no es el caso que nos ocupa. Nos preguntamos, de enterarse, cuál será la reacción del victimario. Nada decente, se adivinará.

La "era bolivariana" es portadora es también la del burdo delito, dejando muy atrás el consabido de "cuello blanco". Sentimos que tampoco encuentra el asunto, el debido cupo en el debate público, con muy contadas excepciones..

Estuvimos a punto de responderle a Ochoa Antich. Increíble que una persona como él, incurra en la simplicidad de un mensaje que lo sabe útil para ese discurso maniqueo, de ocasión que nos asfixia. Además, en nada original, acaso, el peor castigo en las redes consiste en la indiferencia casi militante ante cualquier Tweed, fuese o no bueno. Fue mejor, dejar vacío, en mera tentativa, el recuadro y pasar a la siguiente "página".

El "programa" espacial de la mentada revolución, tiene sus bemoles. Un tercer satélite que, sin dudas, modesto para las tareas que implica el desarrollo, puede decirse y, en nada beneficioso para el persistente anuncio de sus ventajas (la telemedicina, por ejemplo), lo suponemos muy bien destinado a su uso militar y a las labores de inteligencia. Así son las dictaduras.

Incluso, circuló una buena humorada al asegurar que el tercer satélite artificial venezolano, tiene por destino la búsqueda de los otros dos perdidos. En esta aldea monotemática en la que se ha convertido Venezuela, no es posible debatir más de uno o dos temas, quedando en el olvido el resto de nuestras vicisitudes. Por ello, nos llamó la atención el Tweed de Lucciano Bartolini, alusivo al caso. No lo conocemos personalmente, pero es recurrente en las redes. E, incluso, le escribiremos con la idea de que se anime a extender un poco más el comentario sobre el tema. Tendremos una pavorosa crisis humanitaria y todo lo demás, pero en nada nos autoriza a desestimar temas que, a la postre, lucen relevantes.  Desafortunadamente, no disponemos de tiempo para este y otro asunto, agotado el que nos permitimos para suscribir semanalmente lo que eran dos o tres textos semanales, ahora cinco o seis,  que hace de cada domingo, también un día de trabajo.

Intentamos en todo lo posible, actualizar el blog. Es difícil, incluyendo la selección de los textos ajenos que se acumulan y, más de las veces, no da tiempo de leer. Además de ofrecerlo a  terceras personas que pudieran interesarse, el blog se convierte en un extraordinario archivo, aunque la indexación varias veces falle. Por cierto, no sin agradecerle el gesto a Raiza, ella colocó un mensaje facebookeano que nos ruborizó al citarnos. 

No podemos hacer un registro diario de todo lo que escribimos, nos escriben y se escribe en las redes. Pero, quizá sirva para más adelante evaluarlo, ya que, por estos días, en un grupo de WhatsApp, se nos preguntó - a raíz de la declaración sobre AD - el por qué pedir rectificación. Suele ocurrir, una simple respuesta se hizo algo extensa y "barroca", pues, palabras más, palabras menos, señalamos que siempre hay que dejar una puerta abierta. Y, para más señas, suponer que ese partido lleva la procesión por dentro y quizá tenga parlamentarios que coincidan con nuestra postura, actuando. Antes, estas crisis resultaban inatajables y, a veces, desembocaban en la división, mas - así será la crisis de los partidos, hoy - ya no tienen fuerza para dividirse y, en lugar de diluirse o desvanecerse, como los buenos soldados, simplemente se descomponen. Evidentemente, evocado el célebre pasaje de Douglas MacArthur, se nos pasó la mano y no hubo respuesta alguna. No la hubo, no porque convenciera a los contertulios, sino que, conociéndolos, no creen que haya puertas abiertas aquí ni allá que dejar abiertas.
(LB)

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