El victimario bufòn
Luis Barragàn
Días tan
duros estos que, por primera vez en varios años, no ha sido fácil sentarse a
escribir según la costumbre. Ha faltado el mínimo de sosiego y de palabras para
colar en bytes un poco de la realidad vivida y, por siempre, urgida de
interpretar.
Lo peor
es que, consecuente con el libreto del antecesor, Nicolás se dice víctima de
una oposición largamente pacífica y paciente. Propios y extraños quedan
sorprendidos por el descaro de un disfraz que nunca le quedará bien al
victimario, porque las muertes, los malheridos, los detenidos y los
literalmente atracados por los grupos paramilitares, delatan al ocupante de
Miraflores y sus colaboradores.
No
encuentra ya qué inventar Maduro para tratar de inculpar a la oposición del
desastre que él y los otros que le acompañan, por lo menos, hasta nuevo aviso,
han creado. María Corina Machado y todo Vente Venezuela, el Partido de la
Libertad, se ha convertido en una obsesión para el Moros de esta ocasión, cuyo
pelaje cubanoide tampoco es secreto para nadie.
Pocos
dictadores latinoamericanos, excepto los hermanos Castro, nada casual, han
expuesto todo el cinismo, la burla, la majadería de Nicolás Maduro Moros que
malgastó los dólares que le sobran en un acto caraqueño para el cual forzó la
asistencia de los empleados públicos. Empero, se escurrieron y lo dejaron sólo
en una escenografía que tenía más de Joaquín Riviera que de acto político,
junto a eso que suelen llamarse colaboradores y, por supuesto, los
interminables contingentes de la seguridad personal.
El
victimario bufón y los suyos, suponen que nunca responderán por esta calamidad
a la que nos condujeron, a pesar de las miles de advertencias. Suponen mal,
porque sabemos que no hay perdón sin justicia.
24/04/2017:
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