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domingo, 16 de febrero de 2020

OBSCURIDAD EN EL AULA

De una batalla desigual
Luis Barragán

Pocos días atrás, tuvimos ocasión de celebrar una reunión de trabajo en la sede del Pedagógico de Caracas. Y, aunque no tuvimos oportunidad de recorrer el meritorio edificio histórico, logramos apreciar el grave nivel de deterioro e inseguridad personal de las áreas muy antes tan transitadas de la institución que ha sido motivo de orgullo para  los venezolanos.

Imprevisto, participamos en un cine-foro sobre la película “1917” de Sam Mendes (2019), encabezado por tres profesores post-graduados, con una edad promedio de cuarenta años, frente a un vigoroso grupo de  alumnos veinteañeros. Concluida la sesión, Luis Fernando Castillo, Richard López y José Astudillos, abrieron los fuegos y, desde una admirable perspectiva histórica y propiamente cinematográfica, yendo a otros detalles sobre el fenómeno de la guerra que los deslizó hacia algunos planteamientos de naturaleza filosófica y estratégica, orientaron a la audiencia respondiendo a las preguntas formuladas.

Inevitable, nos preguntamos sobre la muchachada asistente al evento que, además de cumplir con alguna específica tarea de la materia que la ocupa, no se saben en una actividad excepcional.  Nacidos y crecidos bajo este régimen, realizan un esfuerzo gigantesco para matricularse y proseguir tercamente su estudios; y, sin la debida alimentación, transportación, recreación y acceso mismo a la bibliografía indispensable, los muchachos se resisten a la tentación de abandonar a la universidad y de aventurarse al exilio, procurando ayudar psicológica y materialmente a la familia que se sacrifica por evitarlo.

Celebramos a los docentes, no menos perseverantes, a pesar de las fortísimas limitaciones que acarrea el ejercicio, deseosos de transmitir y sembrar inquietudes, discutir a fondo los temas de la especialidad; y, a la vez, aportar el indispensable esfuerzo para literalmente salvar a las generaciones más recientes de la sociedad de ágrafos, supervivientes y delatores de la propuesta totalitaria en curso. Hacen mucho más que los estridentes elencos políticos, opositores de circunstancias, que, lejos de un severo compromiso  histórico,  ahora necesitan de una pasantía por las aulas de la vida misma que bien les enseñe respecto a sus propias responsabilidades.

Por cierto, lo comentamos al profesor José Alberto Olivar, en la sala, creímos intuir un ingenioso juego de  cámara que, después, supimos, se trataba de un burdo - aunque imperceptible -  corte de escenas. No obstante, el filme de Mendes, salvado por la fotografía de Roger Deakins, nos permite reivindicar a John Dos Passos, el extraordinario novelista que nos hizo vivir la Gran Guerra en los tiempos de juventud.

Fotografía: LB, UPEL (Caracas, 14/02/2020).

17/02/2020:

domingo, 29 de diciembre de 2019

RADIOGRÁFICAMENTE

La generación perdida, o sea a la que yo pertenezco, para entendernos…
Hermann Alvino 

1- Tanto la actual dirigencia chavista como la opositora pertenecen a una generación que se corresponde a la perfección tanto con los tiempos actuales como con la evolución de la casta política venezolana. Con relación a lo primero,  es notorio que la mayoría de los integrantes de esta generación que desgobierna al país, así como la de quienes intentan recuperar la democracia, estudiaron en un sistema educativo que ya apuntaba síntomas de decadencia, además de que todos ellos vivieron su juventud en una sociedad que ya estaba siendo secuestrada por el entorno multimedia que hoy nos atosiga a todos aquellos que buscamos serenidad para mantener la perspectiva de las cosas.
En efecto, el sistema educativo venezolano durante las primeras dos décadas de la democracia se basó en técnicas y valores muy diferentes a lo que vendría después, como el mantener la disciplina dentro del centro educativo así como la autoridad del maestro y profesor, además, durante los años de primaria se tenía el dictado como instrumento rutinario para aprender a escribir correctamente –y por tanto a leer, aunque ello se reforzaba con lecturas en calse en voz alta-; así mismo, la aparentemente chocante memorización dentro de materias como la Historia y la Geografía contribuyeron a consolidar una sólida cultura general del estudiante. La desinversión en materia educativa –un fenómeno mundial a partir de la imposición del librito neoliberal que apuntaba a la austeridad, y por tanto al recorte en la educación, salud y programas sociales varios-, también afectó a Venezuela, aunque el problema ya se venía venir por razones algo distintas a las del mundo desarrollado, como fue el desorden administrativo generalizado a partir del gobierno Lusinchi, y la creciente deuda externa del país que impactó directamente en las inversiones en el sistema educativo.
2- Aquella desinversión que tomó impulso en la década de los años 90, se encontró además con unos tiempos en los que el desarrollo de las tecnologías de la información y el relativamente barato acceso a dicha información comenzaban a transformar no solo a la industria en general, sino a las relaciones humanas junto a nuestra forma de pensar, de establecer juicios de valor, y en general nuestra manera de aproximarnos a la realidad y de aprehenderla. Todo lo cual se resume en el término internet.
Con internet entonces, y con el siguientre desarrollo de los motores de búsqueda en la red, comenzaron a desaparecer los libros de texto para basar el aprendizaje en lo que había y hay en la red, cuyos contenidos muchas veces no están validados por gente experta en determinada disciplina del conocimiento –basta con ver las barbaridades que se dicen en facebook para percatarse del daño que implica que alguien sin formación sólida, y por tanto sin criterio ni capacidad de filtrar la información, se crea los bulos sobre las vacunas, o sobre los esqueletos de gigantes humanos que supuestamente habitaron el planeta hace milenios.
3- Esta generación de dirigentes que toma el poder, por tanto, responde a ese debilidad intelectual y carencia de criterio, algo que ya es grave con relación a la misma vida personal de cada uno, y por supuesto mucho más inquietante cuando alguien así dirige una sociedad sin entender siquiera los fundamentos de su complejidad, ni las alternativas políticas y económicas por las que se podría optar para impulsar el bien común. De allí surgen entonces camadas de gobernantes y legisladores con una visión unidimensional del mundo, sea comunista o neoliberal dependiendo de la patina superficial adquirida en una u otra circunstancia.
Por supuesto que esas limitaciones mentales también afectan al resto de la población, porque de lo contrario el ciudadano sería más sensato a la hora de votar para seleccionar los ignorantes y vivianes que lo gobiernan, y además podría decidir con el adecuado fundamento a la hora de dilucidar temas tan diversos que van desde la regulación del aborto o la eutanasia hasta saber el impacto que conlleva establecer un depósito de materiales de desecho nuclear en su territorio, o saber a plenitud qué está pasando con el clima del planeta para manifestar su voluntad de redigirir en la dirección correcta la tecnología de generación de energía.
4- El intercambio comercial y cultural derivado de esa explosión informativa, ha contribuido estandarizar en muchos aspectos a todos los países, incluyendo a los más pobres, donde el uso del teléfono móvil es normal como en cualquier otra parte; de manera que, al menos con relación a Latinoamérica, se puede hablar de una suerte de civilización cuya dinámica es muy similar a la de los países más desarrollados, diferenciándose solamente en el grado de pobreza y desigualdad. De manera que el análisis social de uno y otro entorno son perfectamente intercambiables; por ejemplo, la ausencia de serenidad en las ciudadades latinoamericanas se equipara a las de las europeas, donde en cualquier ambiente hay música de fondo y a todo volumen, por lo que se puede escuchar rap puertoriqueño en los centros comerciales españoles o portugueses, al tiempo que en los colombianos se escucha rock gitano. Los patrones de consumo por tanto son idénticos, lo cual refleja un sustrato común que afecta al ciudadano en todos los aspectos de su vida.
Por tanto, educación deficiente, desaparición del entorno que proveía la serenidad para pensar, aceleración generalizada de la rutina diaria imponiendo la cultura del rapidito incluso en nuestras conversaciones mas banales con amigos o desconocidos en una cafetería, imposición mediática –con grandes capitales de las corporaciones, como fondo impulsor de ese fenomeno- de iconos que se convierten en referencias culturales y consumistas, sean deportistas tatuados,o artistas de rap y reggaeton con evidentes limitaciones culturales, pero hábiles en sus respectivos oficios, y millonarios por un mundo que perdió las referencias del valor del dinero, y cultura del tener más en vez del ser mejor, constituyen el marco de referencia social de la actualidad.
5- Y éste es el mundo en el que se han educado y han crecido los dirigentes endógenos venezolanos menores de cincuenta años; no es de sorprender por tanto que muchos rebuznen a la hora de opinar, roben cuando puedan, comentan loqueras cuando se trata de gobernar, y hagan todo lo posible para mantener su poder y privilegios.
Infortunadamente para el país, este razonamiento –incompleto por razones de espacio y que caricaturiza algunos aspectos de la realidad actual solo para efectos de llamar la atención sobre el asunto-, también afecta a la oposición, porque después de todo ellos también vivieron y se educaron en el mismo país y sociedad. Así, es comprensible –más no justificable, obviamente-, que en la oposición no haya demcoracia interna capaz de renovar periódicamente el liderazgo, como se entiende a la perfección que algunos dirigentes hayan metido mano donde no debían, y que sean muy escasas las ideas sobre qué hacer con un país descompuesto en sus propias raíces.
6- Como no podemos remontarnos hasta Adán y Eva para acotar a la perfección las causas de esto que el sociólogo polaco Zygmunt Bauman definió como sociedad líquida –aún sin el fenómeno internet- debemos conformarnos con lo comentado, esto es: que los Estados decidieron que la formación humanística del ciudadano no era prioritaria, y que por la carencia de ésta, al imponerse la ausencia de referencias que le otorgan a cada persona la capacidad de discenir adecuadamente y de acuerdo a valores universalmente reconocidos, nos ha hecho a todos víctimas indefensas del desarrollo de la información al estar éste en manos de los grandes capitales que imponen valores, formas de pensar, de actuar, de consumir, y de comportarse.
7- Pero el caso venezolano va más allá, porque en la mayoría de los países, los insensatos o capaces que gobiernan y legislan, al menos se corresponden con una continuidad generacional que está a la vista, haciendo que la democracia se refuerce por esa misma secuencia generacional en la que se van transmitiendo los valores de dicho sistema. En Venezuela hubo una clara ruptura generacional que apartó al relevo natural en un proceso que infortunadamente coincidió con el inicio del chavismo, creando un vacío que a la postre fue ocupado por la actual generación de dirigentes con las carencias comentadas. En otras palabras, a quienes les tocaba gobernar a Venezuela, si ésta hubiera seguido su curso político normal, las carambolas de nuestra historia patria los apartaron de esa trayectoria ascendente al poder, y ese vacio fue ocupado por los actuales actores políticos que conocemos todos.
8- No cabe duda que ese resbalón generacional también fue catalizado por la camada anterior, veinte y treintaañeros que a durante los años 60 del siglo pasado investidos por el dedo de los fundadores de la democracia para acompañarlos en ese proyecto, camada que al final terminó desplazando a sus mentores para atornillarse para siempre –pensaban ellos antes del chavismo- a los cargos institucionales del Estado. Es lo que suele suceder cuando al poder acceden los más jóvenes, porque su tiempo útil de servicio político es lógicamente más extenso, y si se los come la ambición, pues estamos servidos, al punto que en sociedades menos democráticas de Latinoamérica con relación a aquella Venezuela del prechavismo, ya no solo fagocitan cualquier relevo, sino que hasta cambian leyes y constituciones para reelegirse y cerrar así el juego. Pero ello no solo ocurre en esos países, sino en el mismo EEUU, paradigma falso de democracia por tantos motivos que no vienen al caso, puesto que si nos fijamos en la edad de los precandidatos presidenciales, y en la del  mismo Trump, nos percataremos de que esa democracia se ha convertido en una gerontocracia perfectamente comparable con la que había en la URSS.
9- La ruptura generacional, venezolana ha tenido varios efectos perniciosos sobre nuestra sociedad, siendo los más evidentes la pérdida de una experiencia profesional y política acumulada por esos miles de venezolanos que nunca tuvieron la oportunidad de colocarse en posiciones estratégicas de gobierno, así como la irrupción de la actual camada, que sin ninguna experiencia partidista de calado, mucho menos institucional, estaba en el lugar y momento adecuado para asumir responsabilidades que históricamente no le correspondían y que no estaban capacitados para asumirlas con éxito –la torpeza opositora durante estas dos décadas, unida a su carencia de contenido ideológico y programático, además de ser evidente, ha sido nefasta a la hora de presentarse como alternativa al régimen chavista.
Así pues, salvo unos pocos afortunados –y con innegable talento- que lograron pasar por ese filtro tan tupido que impusieron los inmediatos protegidos de los primeros jerarcas de los dos grandes partidos, que se eternizaron en el poder interno partidista, así como en el legislativo y ejecutivo, esos miles de venezolanos, simplemente perdimos una vida entera esperando servir el país a plenitud.
10- Tal vez fuimos débiles a la hora de abrirnos paso –aunque muchos seguimos considerando que ello era casi imposible-, o quizás apostamos a la comodidad al montarnos en el portaaviones de quienes nos precedían cuando éstos alcalzaran el poder pleno –portaaviones que se hundió, algo que se delató groseramente al ver las caras bovinas de esos próceres de pacotilla mientras escuchaban el Discurso de Orden ante el Congreso en pleno de Jorge Olavarría detallando los males que vendrían y las desgracias que éstos iban a traernos-; en todo caso, si bien cada uno conoce sus propias razones para que ni siquiera se le hubiera permitido colocarse en el aparato de salida en la carrera por el poder, el repaso de los nombres que ocupaban los altos cargos partidistas, así como los del Congreso delata aquella eternización en el poder, desde Sánchez Bueno, pasando por Barrios hasta llegar a Fernández y afines. 
Siempre fueron los mismos, en una dinámica que terminó haciéndoles ver su propio ombligo para que creyeran que si esa manguangua les tenía que durar siempre, pues debían cortar todo intento de relevo y cambio de mentalidad partidista y legislativa. Y en esa cerrazón perdieron la Historia, además de hundirnos a toda una generación. Ellos lo saben, pero no está de más recordárselo, al menos a quienes aún están vivos.
Lástima pues, porque en las mentes de los integrantes de ese grupo que ahora roza o está entradito en los setenta había una visión de país que estos zafios que de parte y parte se disputan un país roto ni siquiera se imaginan. Pero así es la vida a veces, y hay que asumirlo, aunque las facturas hay que pasarlas, siempre.

Fuente:
Fotografías: Misha Gordin.

domingo, 30 de septiembre de 2018

DESAPRENDIZAJE

El debate inconcluso
Luis Barragán


En su pasada sesión ordinaria, por fin, la Asamblea Nacional dio un importante debate sobre la educación venezolana y su amarga realidad actual. Contó con la presencia de calificados voceros gremiales, surgiendo una variedad de perspectivas e, incluso, de propuestas necesarias de concretar.

Particularmente, nos correspondió hablar del drama de la educación superior. El asunto no ha sido ajeno a las angustias de la Fracción Parlamentaria 16 de Julio y de los factores que la componen.

Al respecto, haciéndonos eco de las constantes denuncias formuladas, sobre todo por la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (APUSB),  la que todavía sufre del injerto de un vice-rector adedado por el régimen, extraño a la institución, fueron varias las veces que planteamos o, si se prefiere, juramos la urgencia en relación al problema. Por ejemplo, aún no constituida la citada fracción, en fecha 24 de octubre de 2017,  los diputados afiliados a Vente Venezuela, nos dirigimos al entonces presidente de la Asamblea Nacional, adelantando sucintamente un diagnóstico y, específicamente, proponiendo un instrumento legal para la defensa de la autonomía universitaria.

Sabemos que, antes y ahora, estos son tiempos difíciles y harto particulares para el parlamento venezolano. No obstante, cuenta como una herramienta ciudadana de ineludible relevancia,  pues, con propuestas legales, como la referida, o la del reconocimiento cabal del ejercicio docente, beneficiando a todo el magisterio, cada proyecto de ley constituye una oportunidad para la movilización de todos los sectores, la búsqueda de un consenso sobre las iniciativas del presente y del futuro, echando las bases de un distinto ordenamiento jurídico, presto a su constitucionalización, así debamos apelar a la promulgación mediante la Gaceta Legislativa.

Sentimos que no ha sido suficiente el debate comentado y, aunque se dijo de un voto de censura contra el ministro de Educación, a guisa de ilustración, queda como un saludo para la audiencia, pues, aunque lo creamos inútil,  el temario todo  no cobró la debida jerarquía política y quizá quede como un parpadeo más en el hemiciclo. La sola pretensión de asociar la iniciativa con el llamado Frente Amplio,  la condena al fracaso: hay gravedades que fuerzan a la unidad y la Fracción 16 de Julio, Vente Venezuela y Soy Venezuela,  están consciente del problema y de su contexto, por lo que, moralmente autorizados, exigimos una mayor sobriedad y consecuencia con el planteamiento apenas asomado en la Asamblea Nacional.

30/09/2018:
http://guayoyoenletras.net/2018/09/30/el-debate-inconcluso/

Reproducciones: Ilustración fotografiada por el Ingº Raúl Pulido (MetroCenter, Caracas, 09/18), y la referida carta dirigida al entonces presidente de la Asamblea Nacional.

domingo, 6 de mayo de 2018

HACIA LA SOCIEDAD DE LOS ÁGRAFOS

Deserción en el aula
Luis Barragán

Circulan en las redes sociales, cifras relacionadas con la deserción estudiantil y docente en las universidades,  que tanto nos alarman y consternan. Reducidas a la clandestinidad, poco o nada conocemos respecto a la educación básica, colegios universitarios y demás instituciones, incluso, referidas a oficios prácticos y  concretos para el rápido empleo.

Cada vez que nos encontramos en alguna universidad, indagamos y, ciertamente, desde el primero hasta el cuarto nivel,  disminuye galopantemente el número de quienes deben recibir y dar  clases, por la consabida catástrofe humanitaria que le ha dado alcance a las aulas.  El feroz zarpazo de la crisis imposibilita el transporte a las casas de estudios, provoca el desmayo por la insuficiente o nula alimentación, impide la adquisición del necesario material didáctico, pues, frecuentemente facilitado por el profesor que se esmera en digitalizarlos, la conexión incrementa los costos propios de su escasez en un siglo que ya no  se entiende sin ella, allende las fronteras. 

Muchas y calificadas personas, deciden emigrar con la urgencia de sus desesperaciones, mientras que, otras, que no pueden, se resignan a apostar por una mínima posibilidad para la supervivencia. Hay países, como Chile, que las reciben con los brazos abiertos, como un buen día hicieron con Andrés Bello, haciéndolo suyo, promoviéndolos profesionalmente hasta hacerse acreedoras de alguna premiación, tal como ocurrió con un par de jóvenes arquitectos en Argentina.

Un país, como el nuestro, que fue referente obligado por sus grandes universidades públicas y privadas, capaz de concebir y ejecutar tan excepcionales iniciativas, como el masivo programa de becas Gran Mariscal de Ayacucho, ahora luce postrado por la completa responsabilidad de la dictadura que lo aqueja.  Un vistazo por caseríos, pueblos y ciudades, da cuenta de la quiebra de entidades públicas y privadas que satisfacían las demandas por una formación técnica básica y el adiestramiento necesario para la inmediata búsqueda de un empleo que, desde hace ya varios años, ya no garantizan las duras condiciones económicas que forzaron a muchos, alguna vez, a inscribirse en las llamadas misiones, estafantes y estafadoras.

La mirada a la vieja  prensa, revela – muy antes de nuestras espléndidas bonanzas  – el orgullo con el que, a modo de ilustración, Carmen Prado Pérez o Carmen Martínez Armas, exhibían sus fotografías del grado obtenido como médicos cirujanos, al igual que Carmen Aída Ron Guevara o Humberto Sánchez Duque, exhibían las suyas al celebrar el grado de taquígrafo-mecanógrafa y dibujante petrolero, respectivamente (El Nacional, Caracas,  16 y 23/08/1953). Después de 1958, la oferta educativa se incrementó formidablemente, planteándose - a finales del XX - el problema de la calidad descendente por tan espectacular crecimiento. Sin embargo,  en la presente centuria, el decrecimiento acelerado, cubierto y encubierto por el oropel demagógico de un régimen ágrafo y de ágrafos, nos trae a una realidad que era, francamente, impensable para las grandes mayorías.

06/05/2018:
http://guayoyoenletras.net/2018/05/06/desercion-en-el-aula/ 

domingo, 25 de febrero de 2018

DE LA EDIFICACIÓN DEL ESTADO CUARTEL

Pedagogía de la militarización
Luis Barragán

Aficionados a la disciplina, sacamos tiempo del tiempo, nos acercamos recientemente a la III Jornadas de Reflexión sobre la Enseñanza de la Historia, realizada en el auditórium Hermano Lanz de la Católica. Huelga comentar, fue una jornada de extraordinarias ponencias que concluyeron en una convicción y propósito: el urgente cambio curricular, en el ámbito de la educación primaria y secundaria, prisionera de los intereses ideológico-partidistas de un régimen que también improvisa groseramente las herramientas empleadas. No obstante, nos llamó la atención la disertación de José Alberto Olivar en torno a la llamada educación pre-militar de antaño y hogaño.

Cierto el empeño de la militarización de la sociedad, propio de un Estado Cuartel, hay facetas o matices que le dan una significación más allá de la rudimentariamente marcial que todos presuponemos.  Contextualizado, esta vez, creemos, el docente intenta ganarse el pan de cada día atendiendo las orientaciones de las autoridades educativas con los lineamientos y recursos disponibles.

Olivar contrasta la rutina del antiguo aprendizaje basado en el orden cerrado, las voces de mando y el conocimiento elemental del armamento, con la de una internalización de (anti) valores que poco o nada tienen que ver, además, con el principio de corresponsabilidad de la sociedad civil y del Estado en materia de seguridad y defensa.  El esfuerzo lo sintetiza en la actual búsqueda y promoción de los cuadros juveniles de relevo para alinearse a la guerra popular de resistencia, privilegiando como objetivo al enemigo interno.

Luego, fácilmente deducimos la sola búsqueda y motivación de cuadros que serán objeto de una posterior alineación y entrenamiento para el combate de soporte del régimen. Hipótesis ésta, por cierto,  que apunta no sólo a la ultrapartidización del Estado, sino a un proceso – acaso – aleatorio de selección de los futuros combatientes, aunque – una vez superado el régimen – será mucho de lo que sabrá sobre ideas, iniciativas y realizaciones que hoy lo comprometen, incluso, con intereses foráneos.

Por consiguiente, por mucha epopeya guerrera que explique la escolaridad actual, en una versión histórica sesgada, absurda y maniquea, esta vez hay una suerte de pedagogía de la militarización que, en lugar del adiestramiento del educando, directo y práctico, apuesta por una estrategia de selección e inducción que lo convierta en su mejor demandante, sobre todo en un país que, sumergido en la consabida emergencia humanitaria, lo haga acreedor de alguna bonificación graciosa u otras concesiones personalmente ventajosas. Apartando la posibilidad de un conflicto efectivo o inminente que le concede otro carácter al esfuerzo, después, sorprendidos por numerosos contingentes de civiles bien armados y entrenados, la instrucción pre-militar no constituye un fenómeno visible de masificación y de eficacia, pues, al fin y al cabo, a la carencia de recursos se suma la incapacidad de quienes deben concretar la tarea.

Arquitectura-ficción: Filip Dujardin.

sábado, 9 de diciembre de 2017

MARCIALMENTE

Aporte de Carlos Coello a Caracas en Retrospectiva II (Facebook)

Comenta: "El 21 de Diciembre de 1935, cuatro días después del fallecimiento de Juan Vicente Gómez, Eleazar López Contreras promulga uno de sus primeros decretos. Se trata del “estudio y construcción de un edificio modelo para el funcionamiento del Liceo Caracas”. Resulta significativo que, cuando todavía Gómez no tiene una semana de muerto, lance este decreto, con lo que se pone en evidencia la precaria condición educativa del país y la urgencia de su resolución. Y es que el censo de 1936 reflejará la condición crítica del país que deja Gómez: aproximadamente 61% de la población mayor de 15 años era analfabeta; más del 80% de los niños no iban a la escuela; había sólo 1.489 estudiantes de bachillerato y 900 estudiantes universitarios y menos de 2.000 maestros en todo el país. El futuro no parecía muy prometedor: un solo maestro se había graduado en Venezuela en 1932.
Otra decisión importante da continuidad a la creación de los edificios de los Museos, uno de Bellas Artes y otro de Ciencias, en la entrada de Los Caobos, proyecto que Gómez había decretado el 24 de julio de 1935, y que López Contreras avalará como una forma de generar trabajo en una Venezuela deprimida. De hecho el ministro de Obras Públicas, Tomás Pacanins Acevedo, pondrá en marcha el primer Plan de Emergencia de Obras Públicas, que incluye la construcción del Museo de Bellas Artes, el Museo de Ciencias Naturales, el Instituto Pedagógico y el Cuartel Urdaneta. A cargo del proyecto de los Museos se encuentra Villanueva, quien curiosamente revalidará su título de arquitecto en Venezuela el 24 de julio de 1936, indicando con ello su definitiva instalación en el país, tras siete años de su arribo". Sobre los cascos prusianos, agrega: "Se llaman "pickelhaube" y fue diseñado en 1842 por el rey Federico Guillermo IV de Prusia, el pickelhaube clásico estaba hecho de cuero con un acabado brillante, con adornos metálicos dorados o plateados, las versiones totalmente metálicas solían corresponder a las unidades de coraceros y habitualmente lo lucían relevantes figuras militares y políticas, como Otto von Bismarck, Alfonso XIII de España o el general Miguel Primo de Rivera y algunos miembros de su cuerpo militar. Con el colapso de las Potencias Centrales en 1918, el pickelhaube fue abolido, incluso para la policía".
 (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10155966555023029&set=gm.10155909687233544&type=3&theater)

domingo, 29 de octubre de 2017

PIZARRÓN

Solidaridad y enseñanza
Luis Barragán

Ocultas las cifras oficiales, como ocurre en los renglones económicos y delictivos, se siente y se sabe de una masiva deserción estudiantil y docente que ha dado alcance irremediable a las aulas de secundaria. Incluso, las escuelas privadas más cotizadas, se ven afectadas por la ausencia de profesores en materia vitales (matemáticas, física y química), por lo que debe ser peor la situación de los colegios públicos.

Obviamente, revertir estas realidades de una clarísima injusticia social, fruto inevitable de la prolongada dictadura que padecemos, significa – sencilla e inmediatamente – reemplazarla y, a la vez, recobrar el sentido más elemental y generoso de la solidaridad.  Al recuperar el régimen de las más elementales libertades en Venezuela, no será posible invocar únicamente el principio de  la igualdad ante la ley, olvidando un elemento tan indispensable como el de las capacidades, en los términos de Amartya Sen.

En algunos sectores e individualidades, existe también un incomprensible prejuicio frente al término,  quizá por el uso intensivo y abusivo del oficialismo,  convirtiéndolo en un vulgar eufemismo y mecanismo de adhesión y fanatización por las dádivas concedidas. O quizá porque tamaña predisposición está orientada a legitimar el egoísmo más acendrado, como clave de la futura prosperidad, vocablo que no tiene – además – la estirpe y el alcance de otro: el desarrollo.

Lo cierto es que hay sectores sociales que involuntariamente quedan ya muy atrás en el acceso al conocimiento y, por importante y decisiva  que sea la sustitución de la dictadura responsable de un fenómeno jamás visto en la Venezuela petrolera, de franca regresión en el campo de la educación, resulta indispensable redoblar los esfuerzos por auxiliar personalmente a sus víctimas. Por ejemplo, a pesar de todas las duras circunstancias compartidas en las universidades, luce interesante y aconsejable que los gremios estudiantiles y docentes promuevan un programa urgente para impartir  materias tan cruciales que suelen abrir las puertas hacia la sociedad de la información y del conocimiento estratégico, pues, la actividad política tiene otras facetas que ha extirpado o desea extirpar el régimen de fuerza que sufrimos.

El gesto, sentimiento, sentido y compromiso de la solidaridad ha sobrevivido al mismo socialismo que creyó descuartizarlo, pues, en medio de una pavorosa crisis humanitaria, de mil formas, nos hemos ayudado los venezolanos de un modo u otro, reafirmando nuestro rechazo al poder establecido.  Mantenemos en pie los principios y valores que no ha logrado vulnerar, por más que lo ha intentado, la dictadura: sin dudas, garantizarán una exitosa transición democrática.

domingo, 5 de junio de 2016

HATENTAMENTA ZULLO



SOL DE MARGARITA, 31 de mayo de 2016
Actualidad Pedagógica
Ministro: “Zoy vachiyer”
Javier Antonio Vivas Santana  

Ministro: “Zoy vachiyer”. Lla hise una de mis metas. Hahora boi a selevrar en la “plallita” kn mis amigos el triunfo logrado. ¡Q bueno! Todos stamos mui emosionados. Aré realidad mi sueño de estudiar komuniksión sosial. Quiero zer periodista. Toda my familia resivió felisitasiones por aver terminado mis estudios en el liseo.

Aki en este liseo, todo fue mui lindo. Los profes heran buldes de panitas. Al prinsipio no uvo profe de kimika, pero al final del año eskolar yegó uno que nos puso un travajo de valanseos y tavla periódica para estudiar las balensias. Hisimos una esposisión, y todo sakamos 20. De matemátika ni havlar. Todas las ebalusiones heran tayeres y todos tamvién tubimos 20. Todo fasilito. El profe nos dejava que sakaramos hasta el selular.

En fisika tampoko uvo problemas. Nunk tubimos profe y la materia quedó ecsonerada. No se q significa eso, pero es lo q dise en las notas que me entregaron. En historia las kosas fueron muy shéveres. Aunke mi avuelo siempre me peleava diciendo que no savía q me davan cuando le preguntava algunos puntos, mi nota final fue de 19. Hise una kartelera sobre el presidente Shabes y otra kontra los golpistas. Mi profe de historia dise que es un rebolusionario. Tamvién el profe de history nos mando una inbestigasión sobre el precidente Maduro. Una bez nos llebaron una señora mui simpátika de lentes para que nos diera una sharla y ella desía que Shabes y Maduro eran sus “presis” preferidos. Nos dijo que la krisis que bibimos no importa, que hai que lushar kontra el himperio. La berda no entendy mucho lo q dijo, pero al final supe que la patria es bolibariana.

En kasteyano tamvién nos fue escelente. La profe que nos tokó en el húltimo lapso nos mandava a aser unos travajos que se enkontravan en internet. Inkluzo, llo q se tengo herrores de ortografía, aprové con 17. Me dijo que tenía que mejorar un pokito mi eskritura. Klaro, antes tubimos que aser una protesta kontra un profesor nuebo que yegó como loko esijiendo que tenyamos que leer un poko de livros de todas y q “áreas de pensamiento”, y que avía que aser unos enzallos de esos livros. Desía que nosotros no teníamos kultura ni amor por la lectura. Un día nos esplicava que el berbo “haber” no se pluralizava, porq hera impersonal. Desía y q las personas no podían desir “habemos, habían, hubieron, habrán o hubiesen”, pero que si se utilisava como ausiliar si se podía pluralizar porq tenía un berbo en partisipio y eso originaba un sujeto. Por eso lo protestamos, y las hautoridades edukatibas y el director que son muy panas lo suspendieron. Si no es así, ese profesor desía que los estudiantes con herrores de ortografía y que no savían conosimientos y konseptos vásikos de las siensias sosiales, historia, geografía y kultura general no se ivan a graduar. ¿Y por ke? ¿Q se havía kreído? Tanto esfuerso por nosotros y benir a repetir kinto año ¡por favooooor!

Ministro: Hoy, en nuestro acto de graduasión, le agradesemos ser el padrino de la promosión. Usted dise q somos el futuro de la patria. Ke somos el sueño del komandante supremo Ugo Shabes y el precidente ovrero, Nikólas Maduro ¡Grasias!

Hemos leído con suma preocupación, un conjunto de palabras en las cuales se señala la ortografía, “conocimientos” y situaciones que se viven en cualquier liceo adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) en relación con los futuros “bachilleres”. ¿Quién puede negarlo?

Fuente:
http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:169359/Ministro_-%E2%80%9CZoy-vachiyer%E2%80%9D

lunes, 12 de octubre de 2015

RUINAS CIRCULARES

Los números educativos
Luis Barragán


El régimen cuida muy bien de no actualizar sus estadísticas en los más disímiles ámbitos, creyendo frenar así los incontables problemas que ha generado. El malabarismo de los números, cuando se permite publicarlos, deja atrás una realidad asaz vivida y sentida, aunque preocupa también que la manipulación de los niveles superiores induzca al error de los niveles  medios de la administración pública, extremando la confidencialidad en el diario desenvolvimiento de sus funciones.

Ocurriendo algo parecido en otros ámbitos, en cuanto tal, el Estado no divulga las necesarias cifras respecto  la educación venezolana, como solía ocurrir en décadas anteriores. Excepto algunos guarismos contradictorios y dispersos que sirven para la arenga circunstancial, intentando la floritura de una burda consigna, la deducción y el testimonio personal constituyen dos de las fuentes acreditadas para confirmar el desastre que ha significado el reciente regreso a la escuela: simplemente, no toda la muchachada regresó.

Escuelas como las de los municipios Girardot y Linares Alcántara, en el estado Aragua, constituyen una muestra del drama educativo que atravesamos, pues, en Paraparal o Río Blanco, la Francisco de Miranda o 18 de Mayo, ejempifican la inasistencia a clases de los muchachos que, a duras penas, se han inscrito, abandonándolas definitivamente para ayudar a la supervivencia familiar, sin contar con el cuadro de violencia generalizada que obra como un poderoso estímulo para no arriesgar en el itinerario, con los pocos implementos que se compraron, y los propios antivalores que genera el discurso real del poder establecido.  Los niños que apenas puede concluir el sexto grado, no lo harán con el primer año de la educación media porque – además – tendrán que sentarse en el piso, ya que existe un importante déficit de pupitres en inmuebles de dudosas condiciones.

El turno completo de clases, se ofrece como una severa amenaza para el adolescente que forzosamente ha de dedicar parte del día a buscar un empleo o sobrevivir con el que lo simula, como el docente que necesita trabajar más de doce horas al día, en distintas instituciones y lugares, siendo más atractivas las privadas. Experimentamos el dolor de las familias a las que, más que pedirles el voto, solicitamos la ratificación del respaldo a una plataforma parlamentaria que sea capaz de una transición para revertir la crisis: la conversación se extiende, porque casi hacemos la labor de campo de un encuestador, enterándonos que no todos los niños irán y se sostendrán en la escuela, algunos aprenderán las operaciones aritméticas básicas en la propia casa que los urge para intentar alimentarse, postergando alguna dolencia física, sin noticias de un odontólogo, resignados a un aparato de televisión con improvisada antena, como único elemento lícito de distracción, porque la suscripción satelital o por cable les es imposible, por más que la sobre-oferta del servicio la abarate.

Tratamos de una materia de la que frecuentemente tocamos el profesor Jonathan Noguera y el suscrito, reportando las preocupaciones de sus colegas que también se apenan cuando constatan que los pocos números oficiales disponibles y la excesiva verborrea oficial, nada tienen que ver con la cuenta que llevan y las vivencias que les parten el alma.  Realizan aportes, en la medida de lo posible, para evitar que los muchachos abandonen el pupitre que no tienen, realizando un esfuerzo hasta personal para que los padres y representantes insistan en la educación formal: sin dudas, un tarea literalmente heroica que no aparece ni aparecerá en el juego estadístico gubernamental y, por tal, ornamental, cuyo atraso ya no sorprende.

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