sábado, 14 de diciembre de 2013

ETAPA INCONCLUSA


EL UNIVERSAL, Caracas, 10 de septiembre de 2005
Del socialismo petrolero al campamental
Luis Barragán

LA LEY ORGANICA de la Fuerza Armada Nacional constituye una respuesta a las vicisitudes, más que a las expectativas, generadas por el modelo socialista del poder central. Ciertamente, la renta petrolera no alcanza ni alcanzará para la modalidad distributiva en curso y, en la búsqueda desesperada de la legitimidad, la militarización de los espacios públicos y ciudadanos intentará aplastar la creciente inconformidad que casi zodiacalmente estropeará el bullicio y el festín posterior a los comicios parlamentarios y presidencial.

En efecto, no hay política económica ni social en el reparto clientelar y prebendario de un Estado interiormente vapuleado por sus presuntas hazañas externas. La atención improvisada, urgente y meramente operativa de los problemas que surgen, literalmente colgada de los cambios experimentados por el mercado internacional del crudo, imposibilitada nuestra industria para el largo plazo de una distinta competitividad, hace trizas la apuesta por un socialismo que procura levantarse sobre la incomprensible, absurda y desventajosa complementación económica, médico-asistencial, militar y hasta petrolera con Cuba. Y, previniendo la debacle de un raro experimento, hábilmente indefinido, emergen de la ley en cuestión posibilidades inadvertidas para asegurar una transición hacia la plena dictadura.

La inmensa concentración de poderes y de capacidad de fuego en el Presidente de la República, apenas es el otro detalle de un esquema de tan sospechosa similitud con el que priva en la isla caribeña. Digamos que la Reserva Militar y la Guardia Territorial, vínculo estelar de la FAN con el pueblo, según reza en el texto recientemente aprobado, lucen como mecanismos para frenar y reprimir el descontento social, al procurar la integración del mayor número de venezolanos posible, sellado disciplinariamente en el rígido ámbito castrense, por una parte: y retribuyéndolo con un salario muy por debajo del promedio legalmente consagrado, amén de la dificultad de gozar de un adecuado sistema de seguridad social.

El Estado, concebido como el campamento de campamentos, afrontará así las crecientes y agudas demandas sociales, adicionalmente agravadas por el asistencialismo selectivo que provoca e inflama la corrupción y las corruptelas del caso. Departamentalizados a través de las milicias pretorianas, la plebiscitación continua nos arrojará sobre una alfombra de legitimidad que, por debajo, habrá de esconder toda la ineficacia, abultando los problemas de gobernabilidad.

El Parlamento ha postergado la designación de una nueva directiva para el CNE y, con mayor razón, la Lofan merecía una consideración más ponderada de la próxima legislatura, a sabiendas de tan delicado y trascendente tema. Incluida la necesidad de su codificación, al tratar y anunciar distintas materias e increíblemente asimilar un reglamento disciplinario para asombro del más elemental kelseniano. Por lo pronto, luce recomendable un doble referéndum: en el seno de la propia Fuerza Armada Nacional para saber si todos están de acuerdo con ella, reconocido el derecho político que les asiste como entidad también deliberante; y del país, para aceptar o rechazar lo que será en definitiva el proyecto que le propone la corporación militar.
(*)Subsecretario General de Copei

Nota LB: Arturo Álvarez D Armas (facebook)  es un acucioso explorador de la vieja prensa y  nos ha obsequiado, como otras veces, esta pieza tomada de El Periodíquito, Maracay, del 29/07/2005, gesto que agradecemos inmensamente. Responde a una etapa de reflexión sobre el carácter del socialismo venezolano que todavía no ocupa la reflexión de la dirigencia opositora del país. Y, el otro texto, eran los días que El Universal acogía nuestras colaboraciones, por entonces aspirante a la Asamblea Nacional hasta que ... hubo el retiro masivo y absurdo de la oposición.

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