domingo, 29 de diciembre de 2013

HOGARIZAR

NOTITARDE, Valencia, 29 de diciembre de 2013
"Caminando con Cristo"
La Sagrada Familia de Nazaret
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

A pocos días de haber celebrado la Navidad y en las vísperas de recibir un nuevo año, la Iglesia celebra en este domingo la fiesta de la Sagrada Familia, para centrar su mirada en el hogar de Jesús, María y José que se convierte en modelo de toda familia cristiana. Con esta fiesta contemplamos a Jesús, el centro de nuestra fe, que vivió como niño, como adolescente y joven en medio de un hogar, como cualquiera de nosotros; eso es la expresión de su encarnación en medio de la humanidad. Pero no podemos dejar de contemplar y esto no le resta valor al puesto central que tiene Cristo en nuestras vidas, lo que Dios mismo eligió para nuestra salvación y es fijarnos también en la figura de la Santísima Virgen María y de San José, que unidos a Nuestro Señor Jesucristo, serán siempre recordados como aquellos que fueron fieles a la misión que Dios Padre les encomendó; como modelos de fe, como padres valientes y abnegados que educaron, protegieron y formaron la humanidad del Niño-Dios. Es esto lo que nos narra el evangelio de Mateo en este domingo en el pasaje de la huída a Egipto de aquella familia sagrada, en cuyo seno, estaba la salvación de la humanidad (Mt.2,13-15.19-23).
Vale destacar que esta familia, con la certeza que en medio de ella estaba el Redentor del mundo, no estuvo exenta de dificultades, de problemas, de necesidades materiales, de angustias, de lágrimas, de dudas, de miedos… pero los sostenía la fe y las promesas de Dios y en esto son admirables San José y La Virgen María. Ellos sabían lo que el ángel a cada uno les había indicado de parte de Dios, ellos sabían que aquel Niño era el Hijo de Dios sometido al tiempo, al espacio, al ritmo, a la historia de la humanidad; por tanto, Dios hablaría en el mismo lenguaje humano, en el mismo ritmo; no iban a estar exentos de sufrimientos, de luchas, como cualquier familia humana. Si bien, Dios hace milagros, esos acontecimientos sobrenaturales no serían siempre lo ordinario en la vida de la familia de Nazaret, sino que como cualquier familia y debido al hecho de la Encarnación del Hijo de Dios, todo entraría en el ritmo al que todo ser humano está sometido en cualquier cultura. Lo decisivo aquí sería la fe y la confianza absoluta en el amor y la promesa de Dios que no defrauda a quien se fía de Él.
Dios en su infinita sabiduría sabe y así lo demuestra la experiencia humana que para un niño crecer, formarse, educarse, tener valores, ser hombre o mujer de bien, que crezca feliz y rodeado de amor, necesita de unos padres que no sólo lo engendren o lo traigan al mundo, sino que a ejemplo María y José sean figura permanente que nutre con el amor, con los consejos y la palabra oportuna, con la protección y el cuidado, con el trabajo honesto que ayuda a crecer y aprender.
Con las distancias y características culturales del hogar de Nazaret, que es distinto de nuestras familias de ahora; debemos ver los valores que nos invita a reflexionar la liturgia de hoy, que son los valores que permanecen y permanecerán como modelo para toda familia y que nos vienen propuestos desde aquel humilde, pero santo hogar de Jesús, María y José. ¿Cuáles son esos valores? El amor que debe mediar en las relaciones interpersonales dentro de la familia; el amor es y será siempre el núcleo de toda familia, por el que se es capaz de perdonar y recomenzar de nuevo. El amor exige renuncia, entrega, sacrificio que supere el egoísmo personal y contribuya al bien de todos. La paternidad y la maternidad son otro valor hermoso y exigente; ya que los padres participan de ese poder creador de Dios que da vida y hay que ejercerlo con amor y responsabilidad con los hijos, por los hijos y para los hijos. La responsabilidad, la solidaridad, el servicio desinteresado, la fraternidad y el compromiso con los más débiles de la sociedad son valores que se deben inculcar al interno de cada familia cristiana, porque son éstos los que atestiguan la fe, la esperanza y el amor de una familia que se dice creyente y amante de Dios.
IDA Y RETORNO: Estamos a pocos días de culminar éste año 2013; sean propias éstas horas que le quedan al viejo año para dar gracias a Dios por las cosas buenas que vivimos y alcanzamos en este año; pedirle perdón por los errores y las fallas cometidas y sobre todo poner en sus manos paternales los proyectos, ilusiones, metas y buenos propósitos que tenemos para el 2014; que con su ayuda podamos seguir creciendo en nuestra vida espiritual y podamos seguir siendo testigos de su amor en medio del mundo. Tengamos una oración especial por Venezuela, para que reine la paz, la justicia, venga el progreso y se consolide la democracia, la unidad y el reencuentro que tanto anhelan los venezolanos. Que el 2014, queridos lectores, esté lleno de bendiciones para cada uno de ustedes y de sus hogares. Que Dios los bendiga siempre. Feliz Año Nuevo para todos.
Mi cercanía espiritual y fraterna con el Padre Mario Rivas y toda su familia, por el sensible fallecimiento de su querida madre.
Cfr. http://elimpulso.com/articulo/buena-nueva-madre-de-dios#.UsA5YfvWuEw
Iustración: http://www.flickr.com/photos/teresalaloba/3650407371/
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario