domingo, 12 de septiembre de 2010

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EL NACIONAL - Sábado 04 de Septiembre de 2010 Opinión/7 ATres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
Ciudadano Urosa
JAVIER BIARDEAU*

Deseo felicitarlo por la manera en que usted asumió su rol de ciudadano de un estado democrático y social de derecho y de justicia, aunque lamentablemente en su carta, cuando apeló a la fórmula constitucional, omitió (presupongo sin intención) el calificativo "democrático". Así mismo, sobre las opiniones vertidas acerca de su sistema de creencias, fe religiosa y deberes que se desprenden de ellas, simplemente son respetables y tolerables. Pero para fines de la esencia del debate que usted plantea, son francamente innecesarias. Basta con que usted se declare ciudadano venezolano, que luche por la carta de derechos fundamentales que reconoce la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que desee manifestar su opinión libremente para defender el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa, que reconozca el pluralismo político.

El asunto del pluralismo político y de la igualdad política tiene una base firme en la comunicación plural, así como en el reconocimiento de una sociedad multiétnica y pluricultural. Usted ha afirmado en sus opiniones, entre otras cosas, que cualquier concepción de socialismo, inspirada en el pensamiento de Marx, es totalitaria, porque quiebra el pluralismo. Su opinión confunde los términos y además maneja definiciones sin rigor histórico y conceptual. Habla de un marxismo imaginario, homogéneo, sin diversidad interna, que es precisamente lo que no ha existido históricamente. Además confunde niveles y planos del análisis: el análisis de la concepción socialista, el análisis del "marxismo", del régimen político o del Estado en las experiencias del llamado "socialismo real", confundiendo deliberadamente (como lo ha hecho la derecha cavernaria) a Marx con Stalin.

Si usted quiere abordar el totalitarismo de izquierda diríjase directamente a la experiencia del Gulag estalinista. Pero no confunda planos y niveles.

Usted sabrá que no es lo mismo Pío xII que Juan xxIII. En fin, esta amalgama de nociones muestra una gran confusión en el manejo del debate sobre los socialismos históricos y sobre la teoría crítica inspirada en Marx. Sin embargo, hay acuerdos mínimos en algunas áreas, sobre todo en la defensa de los valores mínimos para el funcionamiento efectivo de una democracia social, participativa, pluralista, de igualdad e inclusión social, necesaria en la construcción de una sociedad justa.

Si usted prefiere precisiones, aborde conceptualmente el debate sobre el totalitarismo en su propia riqueza interna, abordando espinosos asuntos que comprometen a destacados miembros de la propia jerarquía católica, en el apuntalamiento político e ideológico de regímenes como el de Hitler, Mussolini y Franco, y más cercano a nuestra América, a las terribles experiencias de los regímenes autoritarios que aplicaron la Doctrina de Seguridad Nacional de cuño norteamericano en el continente. Tanto Ignacio Martín-Baró, Ignacio Ellacuria, Monseñor Romero, tantos otros y otras, quedaron sembrados por el terrorismo de Estado y los paramilitares que se sustentaron en un guión anticomunista, que utiliza similares confusiones conceptuales.

Estimado ciudadano Urosa, una concepción socialista, democrática y pluralista es parte de los movimientos sociales y populares que recorren las entrañas de nuestra América.

Opino que una democracia social y participativa es el camino para crear las condiciones para avanzar en una agenda contra la miseria y la exclusión social, fortalecida por la organización democrática del poder popular.

El uso político de los miedos, prejuicios y estereotipos es parte del arsenal de las más patéticas campañas anticomunistas. Usted sabrá mejor que yo, si el mensaje de Jesús habla de justicia, comunidad, amor fraterno y bien común. Lo que yo puedo afirmar es que el socialismo y Marx tienen que decir mucho sobre estos mismos términos. Totalitarismo es silenciar estas relaciones de mutua fecundación.

Si se trata de antimarxismo, no será útil una hermenéutica sobre las sagradas escrituras o sobre la escolástica medieval, sino dirigirse directamente al Mein Kampf de Hitler. Muchos saludos ciudadano Urosa.

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