EL IMPULSO, Barquisimeto, 29 de septiembre de 2014
El peligro de los radicales
Jorge Euclides Ramírez
Constantemente escuchamos y leemos las proclamas de actores de la oposición que llaman cobardes a los ciudadanos que confían en la alternativa electoral como vía para cambiar lo que ellos mismos califican de dictadura. Se olvidan estos insurrectos de internet que los venezolanos durante mas de tres lustros han pateado las calles de todas las ciudades de Venezuela en marchas,contramarchas,mitines, ,asambleas y demás eventos de concentración ciudadana con el objeto de manifestar su determinada defensa a los derechos contenidos en nuestra Constitución. Por ello no pueden bajo ningún concepto estos paladines de las guarimbas y la violencia callejera colocar a venezolanos pacíficos pero valientes en el paredón del conformismo cómplice, ya que los venezolanos en su gran mayoría no han hecho otra cosa que acudir cívicamente al llamado de quienes han conducido los procesos políticos.
"A Marchar ", y han llenado las avenidas y calles de las principales capitales del país.” A Votar que nosotros garantizamos la transparencia del sistema”, y los ciudadanos han acudido masivamente a depositar su voto.” Que nos hicieron trampas en los cuadernos”, miles de personas estaban dispuestas a tomar las plazas y calles para defender el triunfo supuestamente arrebatado.” Pero no, que nadie salga de sus casas porque los países de Unasur harán valer la realidad de los resultados” y los ciudadanos se han mantenido en el refugio de sus hogares.
De todo y de manera militante y comprometida han hecho los ciudadanos venezolanos por defender la democracia, otra cosa muy diferente es que los responsables de tomar las decisiones políticas se hayan paseado de error en error y la gente haya decidido cobijarse en los silencios de la espera. Pero este silencio no es para nada resignación y olvido, es silencio activo y acechante, es una espera con el corazón encendido de fe y determinación.
También es cierto que en su inmensa mayoría los venezolanos rechazan la violencia como método para la alternancia gubernamental, pero ello antes que una cobardía o un defecto es una virtud que debiera llenarnos de orgullo y dignidad ética, ya que en un país donde la justicia está politizada, la delincuencia gobierna en las calles y la gerencia publica esta militarizada, el que se mantenga la fe en una salida electoral expresa con nitidez indubitable que sentimos la democracia como un valor moral y no como un simple sistema de gobierno.
Estamos ganando. Las fuerzas del bien están desalojando a los malignos de sus cuarteles y la aurora se anuncia entre la oscuridad profunda. Frente a este panorama de esperanza protegida con miles de cadenas de oración, el llamado de los insurrectos para guarimbas y violencia desatinada deber ser totalmente aislada. Venezuela se acerca a una luminosa etapa democrática, de eso no debe quedarnos ninguna duda, solamente los radicales que auspician la violencia pueden dar al traste con este amanecer.
Fotografía: La Mano Gigante de Atacama.
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