La manía registral
Luis Barragán
Recientemente, se ha anunciado un Censo Nacional del Transporte, como si ello fuese – en sí mismo – una solución del grave, masivo e inocultable problema. Además de pretender ganar tiempo, (des) organizando el registro, ya son muchas las voces que advierten la formalización del apartheid más social que político.
Virulento e improvisado, el Estado Comunal que, por cierto, lo es en la medida que la dictadura se antoje, repetidamente torpedea toda noción de institucionalidad capaz de sobrevivir, fuera o dentro de las aguas que lo agitan. De nada le sirve la data administrativamente reglada del Instituto Nacional de Transporte o de cualesquiera agencia policial interesada, pues, mejor si es posible manual, su reconstrucción tiene los efectos de terrorismo psicológico suficientes, para chantajear a la población en el deslinde que apuesta por una consolidación imposible del poder establecido.
Huelga el comentario respecto a la forzada adhesión al nuevo Estado que sólo se expresa a través de una nomenclatura: en un sentido, por las palabras que identifican un vacío, precisamente el de Estado, y por la dirección exclusivamente ejercida sobre los escombros del que ilusamente desea reemplazarse. Así como, tras los fraudulentos comicios del anterior y presente año, movieron a los funcionarios del partido, sufragados por el tesoro público, para captar el código digital de los adeptos que lo sufragaron, mediante un móvil celular aplicado al llamado Carnet de la Patria, luego de cumplidas las supuestas formalidades de la mesa electoral, incapaces de cubrir a todos los escasos simpatizantes, algo parecido habrá de ocurrir con el penoso trámite de acceder a la gasolina racionada.
Demasiada obvia la segregación, no solemos reparar en el perverso aumento del combustible que, muy antes, fue materia sensible para la ultraizquierda ahora gobernante, que fue capaz de incendiar literalmente al país con la ligera amenaza oficial del alza, temiendo hoy por una tenue discrepancia. Y tampoco, en la degenerada mentalidad de una mafía de cuño policíaco que, distante de la prestación de los servicios policiales que puede dispensar los datos, tiene por empeño la persecución lo más personal posible de sus adversarios difusos y concretos, fabricando toda suerte de listas para el fusilamiento – por lo menos – moral de quienes saben o adivinan que la rechazan.
Por todos estos años, se ha levantado un censo de las personas que necesitan de vivienda, de los discapacitados requeridos de atención y de todo (im) posible beneficiario de las demandas que peligrosamente se articulan ante el régimen indolente que opta por un registro para atenuarlas y neutralizarlas. Empero, esta vez, augurando un nuevo modelo de negocios, la mafia incurre en el mayor de los descaros con la gasolina e, inevitable, el transporte.
05/08/2018:
http://guayoyoenletras.net/2018/08/05/la-mania-registral/
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sábado, 11 de agosto de 2018
jueves, 7 de diciembre de 2017
CUADERNO DE BITÁCORA
El pasado 21 de noviembre, se cumplieron 60 años de la protesta estudiantil, corajuda y trascendental, contra la dictadura de Pérez Jiménez. Hicimos un proyecto de Acuerdo alusivo del cual se hizo portadora la diputada Dignora Hernández para gestionarlo en nombre de la fracción parlamentaria 16-JULIO, pero no cupo en el Orden del Día de la Asamblea Nacional, cuya sesión ordinaria casualmente se realizó el martes 21. Algo que asombra, pues, proveniente algunos diputados del medio universitario hasta no hace mucho, planteada la crisis de las universidades venezolanas, está ausente un mínimo de consciencia histórica y una vocación por temas que vayan más allá de las líneas políticas inmediatas, como la del diálogo dominicano. Entonces, decidimos hacer una propuesta alternativa para el Día del Profesor Universitario que cayó, justo, el martes 5 de diciembre del presente año. Además, públicamente, la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (APUSB), había solicitado en fecha 20 de noviembre, un derecho de palabra al diputado Julio Borges, con la idea de iniciar un debate de fondo sobre la autonomía universitaria en peligro, como la misma universidad, y los diputados de Vente Venezuela habíamos planteado lo propio en fecha 28 de octubre. Es de suponer, ninguna comunicación recibió respuesta. Por lo que, para el día 5 de diciembre, pretendimos incluir el asunto en la agenda parlamentaria y sólo fue permitido un punto de información que lo dió la diputada Hernández, quien se adelantó con una declaración (https://www.lapatilla.com/site/2017/12/05/diputada-dignora-hernandez-y-f16jul-esta-dictadura-no-lograra-acabar-con-la-universidad-venezolana). Dejamos la respectiva congratulación a los docentes universitarios en Facebook y, por cierto, fue lapidaria la nota de Guillermo Aveledo.
No gustamos de hacer referencias públicas a COPEI, pero resulta inevitable hacerlo a propósito de esta nota que, al parecer, está confirmada. Ocurre con este o cualesquiera partidos. Es suficientemente grave, pues, arrepentimientos aparte, así como existe el lavado de capitales dudosos, también está el del prestigio, reputación o qué sabemos nosotros de la política - además - opositora. Hay que tener la cara muy de tabla para semejante candidatura. El problema, evidentemente, es ético. Y la ética de la que muchos confian, tiene una ineudible importancia para el presente y el futuro de un país que la expulsó, sin apelación alguna. Los vivianes del momento, no aportan piedra alguna para lareedificación del republicanismo indispensable, por vistosos que sean los disfraces.
Escribe Marie Claire Chahda: "Nadie está en los zapatos de nadie... Sacarlo o no sacarlo es un acto personalísimo. Conozco gente que lo tiene y está económicamente estable. Hay gente que lo necesita por no tener o haber perdido el poder adquisitivo de comida y medicina y no tiene cómo irse del país. Yo ni lo saco ni me voy, total ese carnet es puro cuento y manipulación, no servirá para nada porque nada sirve. Aùn cuando quisiera vivir del CLAP, no podría llegan cada 3 meses, los hospitales están en decadencia-sin medicinas y el fulano carnet ni es mágico ni hace magia" (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10156088807128442&set=a.51015238441.59985.695763441&type=3&theater).
No gustamos de hacer referencias públicas a COPEI, pero resulta inevitable hacerlo a propósito de esta nota que, al parecer, está confirmada. Ocurre con este o cualesquiera partidos. Es suficientemente grave, pues, arrepentimientos aparte, así como existe el lavado de capitales dudosos, también está el del prestigio, reputación o qué sabemos nosotros de la política - además - opositora. Hay que tener la cara muy de tabla para semejante candidatura. El problema, evidentemente, es ético. Y la ética de la que muchos confian, tiene una ineudible importancia para el presente y el futuro de un país que la expulsó, sin apelación alguna. Los vivianes del momento, no aportan piedra alguna para lareedificación del republicanismo indispensable, por vistosos que sean los disfraces.
Escribe Marie Claire Chahda: "Nadie está en los zapatos de nadie... Sacarlo o no sacarlo es un acto personalísimo. Conozco gente que lo tiene y está económicamente estable. Hay gente que lo necesita por no tener o haber perdido el poder adquisitivo de comida y medicina y no tiene cómo irse del país. Yo ni lo saco ni me voy, total ese carnet es puro cuento y manipulación, no servirá para nada porque nada sirve. Aùn cuando quisiera vivir del CLAP, no podría llegan cada 3 meses, los hospitales están en decadencia-sin medicinas y el fulano carnet ni es mágico ni hace magia" (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10156088807128442&set=a.51015238441.59985.695763441&type=3&theater).
viernes, 27 de octubre de 2017
PLAN ZAMORA
El horror de la Fuerza Armada que narró en la OEA, el M/G Hebert García Plaza
15/09/2017
El Mayor General Hebert García Plaza, quien fungió como viceministro de la Defensa, ministro de Alimentación, ministro de Transporte Aéreo y conocido como el comandante del “Dakazo” declaró este viernes 15 de septiembre ante la Organización de Estados Americanos (OEA) durante la segunda audiencia pública sobre posibles crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
García Plaza relató que presentó su renuncia a Jorge Arreaza por los cambios en la distribución de alimentos de zonas identificadas como pobreza y pobreza extrema para comenzar a distribuir los alimentos en parroquias políticamente priorizadas.
El Mayor General explicó que tuvo que huir de país luego que tuviera conocimiento que el presidente de la República, Nicolás Maduro abriría un juicio en su contra.
Al ser cuestionado sobre ¿por qué no trató de esclarecer su inocencia ante el los Tribunales? el exministro de Alimentación indicó que “Es el ejecutivo nacional es quien ordena abrir y cerrar juicio”.
En este sentido, García Plaza considera que la justicia en Venezuela está viciada porque “No creo que del TSJ salga una sentencia sin la revisión de Cilia Flores y Elvis Almoroso”. Además, el General explicó que la Primera Dama, Cilia Flores funge como asesora legal de Nicolás Maduro.
Al ser cuestionado por el jurista Luis Moreno Ocampo sobre Plan Zamora, el General retirado indicó que “este plan consiste en una serie de ordenes para operaciones militares para conmoción interna como actos de deslealtad a los ideales revolucionarios y bolivarianos, participación en partidos políticos de oposición y pronunciamiento contra de la gestión del gobierno nacional.
García Plaza aclaró que los ciudadanos venezolanos que incurrieran en estas acciones eran considerados como enemigos de la nación.
Moreno Ocampo solicitó al General que aclarará si dentro del Plan Zamora se establecía el uso de fuerza letal contra ciudadanos a lo que respondió que la Constitución no lo permite. Sin embargo, García Plaza presentó un material audiovisual donde la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) hace usó de la fuerza letal contra manifestantes.
Pues el Plan Zamora establecía el uso proporcional y referenciados de la fuerza hasta llegar al uso de las armas de fuego en materia de orden público. A pesar que la ley establece que en materia de orden público “los equipos son para la protección de los funcionarios”, expuso el General.
Cuando fue emplazado por Moreno Ocampo sobre ¿cuándo está permitido el uso de armas de fuego contra ciudadano? Gacía Plaza comentó que por instrucciones de la directiva del Ministerio de la Defensa del año 2015 “en cualquier momento” tras permitir el uso progresivo de la fuerza hasta llegar a las armas de fuego.
Posteriormente, el Mayor General Hebert García Plaza explicó que la implementación del “Carnet de la Patria” limitaría los derechos humanos fundamentales como la alimentación y salud. Pues el ciudadano de no tenga el “Carnet de la Patria” corre el riego de convertirse en un enemigo de la nación.
Sobre las declaraciones del Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López donde clasificó como una atrocidad la actuación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) durante las manifestaciones de 2017 y exhortó a evitar el uso de las fuerzas letales; García Plaza señaló que estas declaraciones provocó un descontentó dentro de dicha fuerza y se mantuvo el uso de la fuerza letal.
En este sentido, el exministro de Transporte Aéreo, Hebert García Plaza aclaró que existe una estructura informal de mando donde el general Antonio Benavides Torres respondería directamente a la Primera Dama, Cilia Flores.
Por su parte, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Gustavo González López responde ante el diputado Diosdado Cabello.
En relación a la cadena de mando de la Cárcel Militar de Ramo Verde también respondería ante el parlamentario Cabello, especialmente sobre las visitas de Lilian Tintori a su esposo Leopoldo López, narró el mayor general militar retirado.
Fuente.
Imágenes: Cadena de Mando del Plan Zamora
martes, 10 de octubre de 2017
... POR EXTENSIÓN SEMÁNTICA
Tomado del muro de Milagros Mata Gil
10/10/17: La cola del banco estaba hoy recrecida por una avalancha de personas (mujeres, en su mayoría, muchas de ellas criando) que fueron a chequear si habían sido "bendecidas" (así dijo la gorfita de chaqueta roja que recogió las cédulas en la cola serpentina de nueve vueltas) con el bono de 140 mil Bs. del carné de la patria.
En algún momento, dos empleados del banco vocearon los nombres: los "bendecidos" fueron puestos en fila a la derecha para otorgarles la "tarjeta tricolor". Los maldecidos (por extensión semántica) fueron echados a la calle, donde todo es dolor y crujir de dientes.
(Habrá que hacer un estudio serio sobre ese lenguaje y esos símbolos: "madres de la patria, hogares de la patria, carné de la patria, tarjeta tricolor, barrionuevo tricolor, madres del barrio...")
09/10/17: Por mi barrio, la almiranta candidata mandó brigadas de gente franelasenrojadas a regalar dos bombillos por casa. Por supuesto, los tomé. Cada uno me cuesta 12 mil. Supongo que al mayor es mucho menos. Me estuve un rato mirando a los que componían el grupo: un anciano que parecía un caracol, mujeres flacas y quemadas por el sol, mujered gordas afanadas y sudorosas, adolescentes.
Mi vecina anciana (una de ellas) me pregunta si es verdad que es obligatorio el carné para votar. Me pregunta si aceptando los bombillos y la bolsa que venderán estos días compromete a votar por la almiranta. Y que quién es esa almiranta. Le dedico entonces 40 minutos: una hora de clase, a definir los términos y responder preguntas.
Tengo días que no visito a mis "pacientes" ancianas. Corregiré ese error.
Aclaro: voto por Falcón por disciplina. No lo venderé como panacea pues sería absurdo.
10/10/17: Me cuentan que la almiranta va a los pocos actos públicos a los que asiste rodeada por anillos de seguridad tan densos que apenas si se puede medio vislumbrar ¡extraña manera de hacer política!
09/10/17: Por mi barrio, la almiranta candidata mandó brigadas de gente franelasenrojadas a regalar dos bombillos por casa. Por supuesto, los tomé. Cada uno me cuesta 12 mil. Supongo que al mayor es mucho menos. Me estuve un rato mirando a los que componían el grupo: un anciano que parecía un caracol, mujeres flacas y quemadas por el sol, mujered gordas afanadas y sudorosas, adolescentes.
Mi vecina anciana (una de ellas) me pregunta si es verdad que es obligatorio el carné para votar. Me pregunta si aceptando los bombillos y la bolsa que venderán estos días compromete a votar por la almiranta. Y que quién es esa almiranta. Le dedico entonces 40 minutos: una hora de clase, a definir los términos y responder preguntas.
Tengo días que no visito a mis "pacientes" ancianas. Corregiré ese error.
Aclaro: voto por Falcón por disciplina. No lo venderé como panacea pues sería absurdo.
10/10/17: Me cuentan que la almiranta va a los pocos actos públicos a los que asiste rodeada por anillos de seguridad tan densos que apenas si se puede medio vislumbrar ¡extraña manera de hacer política!
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lunes, 24 de julio de 2017
LA DICTADURA ELECTRÓNICA
El código QR es el sistema que controla los votos de Maduro
Caracas, 24 jul/Indira Guerrero/ (EFE).- Una plataforma tecnológica implementada por el Gobierno de Nicolás Maduro permite vigilar al votante, sus necesidades, su ubicación, todo dispuesto en el reverso de un documento de identidad distribuido en Venezuela como “el carnet de la patria”.
Al menos 14 millones de personas, según el Gobierno, han sido censadas en el país a través del sistema de vigilancia con el que el propio presidente venezolano bromea públicamente diciendo que le permite saber cuántas personas hay en una sala e incluso quiénes están embarazadas.
La tarjeta de identificación tiene en la parte posterior un código QR (código de respuesta rápida por sus iniciales en inglés), una evolución del código de barras que permite el almacenamiento y lectura de una lista de información ilimitada según su requerimiento.
El sistema, financiado por el Estado, ha sido puesto a la orden del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, la mayor organización política del chavismo, para dar seguimiento a los votantes y permitir su ubicación gracias a la información almacenada durante su proceso de registro.
Esta tecnología es la principal herramienta usada por el Gobierno, a través del partido, para promover la votación el próximo 30 de julio, cuando se elegirá a los integrantes la Asamblea Nacional Constituyente, un proceso en el que el mayor reto del chavismo es alcanzar una alta participación.
Inducir a la votación es clave para completar el proceso con el que Maduro prevé cambiar la Constitución, sin importar a quién elija el votante porque la mayoría de los candidatos son seguidores de su gobierno, no obstante requiere de una alta presencia en las urnas para dar legitimidad a la polémica elección.
La plataforma fue puesta a prueba hace una semana en un simulacro del Gobierno para medir su capacidad de movilización, en una jornada en la que se vieron dos largas filas: la primera para votar; y la segunda, la que hacían los electores luego de haber sufragado para pasar el carné frente al software que lee la tarjeta y registra su participación.
Dentro del proceso, en el que se comenzó a censar y a distribuir carnets desde principios del año, se almacenó información sobre beneficios recibidos por el Gobierno, militancia en partidos políticos, si forman parte de las familias que reciben alimentos subsidiados por el Estado y sobre sus redes sociales.
Uno de los operadores del sistema que no quiso identificarse asegura que esta tecnología permite que una vez chequeada la persona quede registrada en una base de datos y se puede saber “quién no pudo movilizarse”.
“Sí, podemos”, dijo el operario en pleno simulacro de la plataforma mientras pasaba decenas de tarjetas frente al lector, para responder a la pregunta sobre si podrían saber quiénes no se habían movilizado para ese ensayo de la votación, que se realizó el mismo día que la consulta opositora contra la Constituyente.
Desde hace más de seis meses el Gobierno ha estado visitando casa por casa, viendo la necesidad que registró la persona cuando solicitó el carnet.
La base de datos sirve a una estructura superior del partido del Gobierno para la elección de los candidatos de la Constituyente denominada la “maquinaria 4×4”, los cuatro pilares de la campaña electoral de los partidarios de Maduro para refundar el Estado.
Entre esas cuatro estructuras hay dos con un rol fundamental, una el Movimiento Somos Venezuela, una organización de simpatizantes que verifica las necesidades económicas directamente en el domicilio, para ingresarlas en una lista de espera por beneficios del Gobierno, al tiempo que promociona la permanencia de “la revolución bolivariana”.
La segunda, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un sistema que entrega bolsas de alimentos a muy bajos precios a las familias de bajos recursos, que deben completar ese registro.
Una fuente del Gabinete aseguró que es también el primer recurso que se usará a lo largo de la campaña y para ello el Gobierno comenzó hace tres meses a reservar seis millones de cajas del CLAP que serán distribuidas por los líderes del partido.
El banco de información que dispone hoy el chavismo le permite saber que de casi 15 millones de personas registradas 57 % son mujeres; 32 % tienen entre 15 y 35 años de edad; 34 % de 35 a 55 años, y 33 % más de 55 años; y 98 % son alfabetizados.
El 91 % de los registrados tiene acceso a los CLAP; y 34 % percibe un ingreso menor al salario mínimo, de acuerdo con los datos divulgados por el propio Gobierno.
A menos de una semana para la elección de la Asamblea Constituyente, una de las elecciones más polémicas de los últimos años en Venezuela, se abrió un operativo especial con 1.200 puntos en todo el país para registrar a más ciudadanos.
Este sistema será durante un día el ojo omnipresente que contará uno a uno los votos para garantizar la última carta de Maduro. EFE
Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2017/07/el-codigo-qr-es-el-sistema-que-controla-los-votos-de-maduro-cronica-efe
Caracas, 24 jul/Indira Guerrero/ (EFE).- Una plataforma tecnológica implementada por el Gobierno de Nicolás Maduro permite vigilar al votante, sus necesidades, su ubicación, todo dispuesto en el reverso de un documento de identidad distribuido en Venezuela como “el carnet de la patria”.
Al menos 14 millones de personas, según el Gobierno, han sido censadas en el país a través del sistema de vigilancia con el que el propio presidente venezolano bromea públicamente diciendo que le permite saber cuántas personas hay en una sala e incluso quiénes están embarazadas.
La tarjeta de identificación tiene en la parte posterior un código QR (código de respuesta rápida por sus iniciales en inglés), una evolución del código de barras que permite el almacenamiento y lectura de una lista de información ilimitada según su requerimiento.
El sistema, financiado por el Estado, ha sido puesto a la orden del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, la mayor organización política del chavismo, para dar seguimiento a los votantes y permitir su ubicación gracias a la información almacenada durante su proceso de registro.
Esta tecnología es la principal herramienta usada por el Gobierno, a través del partido, para promover la votación el próximo 30 de julio, cuando se elegirá a los integrantes la Asamblea Nacional Constituyente, un proceso en el que el mayor reto del chavismo es alcanzar una alta participación.
Inducir a la votación es clave para completar el proceso con el que Maduro prevé cambiar la Constitución, sin importar a quién elija el votante porque la mayoría de los candidatos son seguidores de su gobierno, no obstante requiere de una alta presencia en las urnas para dar legitimidad a la polémica elección.
La plataforma fue puesta a prueba hace una semana en un simulacro del Gobierno para medir su capacidad de movilización, en una jornada en la que se vieron dos largas filas: la primera para votar; y la segunda, la que hacían los electores luego de haber sufragado para pasar el carné frente al software que lee la tarjeta y registra su participación.
Dentro del proceso, en el que se comenzó a censar y a distribuir carnets desde principios del año, se almacenó información sobre beneficios recibidos por el Gobierno, militancia en partidos políticos, si forman parte de las familias que reciben alimentos subsidiados por el Estado y sobre sus redes sociales.
Uno de los operadores del sistema que no quiso identificarse asegura que esta tecnología permite que una vez chequeada la persona quede registrada en una base de datos y se puede saber “quién no pudo movilizarse”.
“Sí, podemos”, dijo el operario en pleno simulacro de la plataforma mientras pasaba decenas de tarjetas frente al lector, para responder a la pregunta sobre si podrían saber quiénes no se habían movilizado para ese ensayo de la votación, que se realizó el mismo día que la consulta opositora contra la Constituyente.
Desde hace más de seis meses el Gobierno ha estado visitando casa por casa, viendo la necesidad que registró la persona cuando solicitó el carnet.
La base de datos sirve a una estructura superior del partido del Gobierno para la elección de los candidatos de la Constituyente denominada la “maquinaria 4×4”, los cuatro pilares de la campaña electoral de los partidarios de Maduro para refundar el Estado.
Entre esas cuatro estructuras hay dos con un rol fundamental, una el Movimiento Somos Venezuela, una organización de simpatizantes que verifica las necesidades económicas directamente en el domicilio, para ingresarlas en una lista de espera por beneficios del Gobierno, al tiempo que promociona la permanencia de “la revolución bolivariana”.
La segunda, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un sistema que entrega bolsas de alimentos a muy bajos precios a las familias de bajos recursos, que deben completar ese registro.
Una fuente del Gabinete aseguró que es también el primer recurso que se usará a lo largo de la campaña y para ello el Gobierno comenzó hace tres meses a reservar seis millones de cajas del CLAP que serán distribuidas por los líderes del partido.
El banco de información que dispone hoy el chavismo le permite saber que de casi 15 millones de personas registradas 57 % son mujeres; 32 % tienen entre 15 y 35 años de edad; 34 % de 35 a 55 años, y 33 % más de 55 años; y 98 % son alfabetizados.
El 91 % de los registrados tiene acceso a los CLAP; y 34 % percibe un ingreso menor al salario mínimo, de acuerdo con los datos divulgados por el propio Gobierno.
A menos de una semana para la elección de la Asamblea Constituyente, una de las elecciones más polémicas de los últimos años en Venezuela, se abrió un operativo especial con 1.200 puntos en todo el país para registrar a más ciudadanos.
Este sistema será durante un día el ojo omnipresente que contará uno a uno los votos para garantizar la última carta de Maduro. EFE
Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2017/07/el-codigo-qr-es-el-sistema-que-controla-los-votos-de-maduro-cronica-efe
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sábado, 4 de febrero de 2017
OBITUARIO
Luis Barragán
Cierto, por varios años, hemos leído con interés a los economistas versados en materia cambiaria y monetaria, siendo sobradas las advertencias hechas en relación al curso de las políticas oficiales. Argumentos sencillos y complicados, en los extremos de la angustia, dibujaron con bastante precisión la situación en la que hoy nos encontramos.
Lamentablemente, cumplidas las advertencias, no ha sido necesaria una formulación teórica para constatar que el socialismo – valga el acento – irremediablemente rentístico, ha destruido la moneda nacional quizá apostando seriamente a la realización de nuestras transacciones con fichas de distintas acuñaciones, como prometió Chávez Frías al pretender regresarnos al siglo XIX. O, siendo el mismo musiú con diferente cachimbo, a convertir el tal Carnet de la Patria en una suerte de ficha estelar con todas las implicaciones que comporta.
El pasaje mínimo urbano de transportación pública, por ahora, está en cien bolívares y, como lo alegó un pasajero con el que compartimos un largo rato en el tráfico, atentos ante cualquier súbito asalto, no alcanza para comprar una golosina cuando anteriormente, años atrás, el pasaje mínimo equivalía a cinco pequeños paquetes de galletas. Nos llamó poderosamente la atención tan didáctica explicación a la que sumó, siendo apenas un lector irregular de la prensa convencional, pues, no accede a las redes en casa, la disminución de las reservas internacionales, la venta fraudulenta del oro repatriado y el nombramiento del diputado Sanguino que, intentándolo subrepticiamente, reemplazó de manera ilegal a Merentes.
Casualmente, porque lo tenemos en casa, el anónimo compañero de viaje citó a Domingo Alberto Rangel y un libro intitulado “La moneda ladrona” de muy de principios de los sesenta. Explicaba con paciencia que, durante su juventud, simpatizante de las guerrillas, lo leyó para debatir en la universidad que no pudo concluir y, palabras más, palabras menos, espetó: “Parece mentira, fue tanto el escándalo que armamos contra Betancourt por destruir el bolívar que hoy son los izquierdistas, los supuestos herederos del viejo Domingo Alberto, quienes se lo llevaron por el medio, incluyendo el dólar que no veremos nunca jamás”.
No menos cierto, acaparadas las divisas por el gobierno – además – insignemente endeudador, acá no se le verá por largo tiempo la cara a un dólar, a un euro, a una libra esterlina, como en el marcado financiero internacional tampoco al bolívar que antes gozaba de mejor salud. Acotemos, lección final del pasajero en cuestión, tenemos años sin saber de los céntimos o fracciones, ocupando el billete de 50, 20, 10 y 5 el lugar muy anteriormente concedido al real, al medio, a la locha y a la puya: el billete de 100 bolívares ya alcanzó su nuevo rango, en el prolongado sepelio del dólar.
Ilustración: Pedro León Zapata, El Nacional (Caracas, 08/03/1978).
05/02/2017:
EXPLOSIVA LA SITUACIÓN
El califato registral
Luis Barragán
Observación ya frecuente, en la Constitución de 1999 cohabitan los inevitables aspectos democráticos con los autoritarios, permitiendo circunstancias como la de la reciente y masiva delegación de atribuciones presidenciales al vicepresidente de la República, aunque – sostenemos – una adecuada interpretación hermenéutica lo impediría. Simplemente, el constituyente que la ofertó y sancionó, no ejerció enteramente las libertades necesarias para concebirla, legándonos una pieza que no resiste el adecuado examen del constitucionalista contemporáneo, excepto aquellas materias que confiscó de la COPRE y de la comisión de reforma que presidió Rafael Caldera.
Las numerosas competencias transferidas, hacen de Nicolás Maduro un ocioso monarca al que le molestan o ocupan los asuntos propios de la jefatura de Estado, por lo menos, hasta nuevo aviso, para ratificar el abandono de sus tareas fundamentales, como nunca antes lo hiciesen sus predecesores, incluyendo, por ejemplo, al mismo Victorino Márquez Bustillo que gozó de la extrema confianza de Juan Vicente Gómez. A pesar de la quiebra de la industria, priva y privará por un buen tiempo más la mentalidad petrolera, por lo que Miraflores despunta como el califato aceitero que tampoco lo fue antes al servir de sede del Ejecutivo Nacional.
Que sepamos, en un cuadro convincente de pesos y contrapesos que sumaba a los medios de comunicación como el cuarto poder real, el presidente de la República, por largas décadas, asumió la fundamental e indelegable función obligado a atender semanalmente a sus ministros reunidos en gabinete o en forma individual, examinando y aprobado los llamados puntos de cuenta. Ahora, no olvidemos, declarado en falta absoluta por un parlamento que lo aventaja en legitimidad, habrá ministros a los que les costará todavía más conseguir una audiencia personal con Maduro, gracias al artificio improductivo, innecesariamente complicado, de vicepresidencias, ministerios y viceministerios.
Versamos en torno al contexto en el que se decide un artilugio llamado Carnet de la Patria, pretendiendo reemplazar la cédula de identidad por una tarjeta insustentable que ha condenado a sectores de la población a hacer interminables colas para obtener, por cierto, un plástico que no permite satisfacer el servicio bancario común respecto a las tarjetas de débito y de crédito. Segregando a la ciudadanía, lo poco que hay o habrá, será distribuido a favor de los más firmes partidarios del régimen que quedan, distraídos mediante la concesión de una tarjeta que emula un poco la que denominó La Negra el candidato opositor por 2006, en una coyuntura y con una finalidad diferente.
Así como el régimen lo ha hecho en muchísimas oportunidades y por todos estos años, ofreciendo una vivienda que no dio y, luego, pretextando un censo de necesidades, ahora se emplea a fondo en una registraduría de datos digna de un califato biométrico, pero que beneficia principalmente a sus servicios de inteligencia que, además, son capaces de obtenerlos por vías más expeditas e imperceptibles. Y fuerza a la movilización de una población que, excedida en angustias, aspira a hacer una cola definitiva cuando le niegan la más estelar y decisiva de todas: la electoral.
Ilustración: Dumount (El Universal, Caracas, 13/01/2017).
05/02/2017:
http://guayoyoenletras.net/2017/02/05/el-califato-registral/
http://venezuela.shafaqna.com/ES/VE/713113
07/02/2017:
http://www.analitica.com/opinion/el-califato-registral
Luis Barragán
Observación ya frecuente, en la Constitución de 1999 cohabitan los inevitables aspectos democráticos con los autoritarios, permitiendo circunstancias como la de la reciente y masiva delegación de atribuciones presidenciales al vicepresidente de la República, aunque – sostenemos – una adecuada interpretación hermenéutica lo impediría. Simplemente, el constituyente que la ofertó y sancionó, no ejerció enteramente las libertades necesarias para concebirla, legándonos una pieza que no resiste el adecuado examen del constitucionalista contemporáneo, excepto aquellas materias que confiscó de la COPRE y de la comisión de reforma que presidió Rafael Caldera.
Las numerosas competencias transferidas, hacen de Nicolás Maduro un ocioso monarca al que le molestan o ocupan los asuntos propios de la jefatura de Estado, por lo menos, hasta nuevo aviso, para ratificar el abandono de sus tareas fundamentales, como nunca antes lo hiciesen sus predecesores, incluyendo, por ejemplo, al mismo Victorino Márquez Bustillo que gozó de la extrema confianza de Juan Vicente Gómez. A pesar de la quiebra de la industria, priva y privará por un buen tiempo más la mentalidad petrolera, por lo que Miraflores despunta como el califato aceitero que tampoco lo fue antes al servir de sede del Ejecutivo Nacional.
Que sepamos, en un cuadro convincente de pesos y contrapesos que sumaba a los medios de comunicación como el cuarto poder real, el presidente de la República, por largas décadas, asumió la fundamental e indelegable función obligado a atender semanalmente a sus ministros reunidos en gabinete o en forma individual, examinando y aprobado los llamados puntos de cuenta. Ahora, no olvidemos, declarado en falta absoluta por un parlamento que lo aventaja en legitimidad, habrá ministros a los que les costará todavía más conseguir una audiencia personal con Maduro, gracias al artificio improductivo, innecesariamente complicado, de vicepresidencias, ministerios y viceministerios.
Versamos en torno al contexto en el que se decide un artilugio llamado Carnet de la Patria, pretendiendo reemplazar la cédula de identidad por una tarjeta insustentable que ha condenado a sectores de la población a hacer interminables colas para obtener, por cierto, un plástico que no permite satisfacer el servicio bancario común respecto a las tarjetas de débito y de crédito. Segregando a la ciudadanía, lo poco que hay o habrá, será distribuido a favor de los más firmes partidarios del régimen que quedan, distraídos mediante la concesión de una tarjeta que emula un poco la que denominó La Negra el candidato opositor por 2006, en una coyuntura y con una finalidad diferente.
Así como el régimen lo ha hecho en muchísimas oportunidades y por todos estos años, ofreciendo una vivienda que no dio y, luego, pretextando un censo de necesidades, ahora se emplea a fondo en una registraduría de datos digna de un califato biométrico, pero que beneficia principalmente a sus servicios de inteligencia que, además, son capaces de obtenerlos por vías más expeditas e imperceptibles. Y fuerza a la movilización de una población que, excedida en angustias, aspira a hacer una cola definitiva cuando le niegan la más estelar y decisiva de todas: la electoral.
Ilustración: Dumount (El Universal, Caracas, 13/01/2017).
05/02/2017:
http://guayoyoenletras.net/2017/02/05/el-califato-registral/
http://venezuela.shafaqna.com/ES/VE/713113
07/02/2017:
http://www.analitica.com/opinion/el-califato-registral
CARNE(T)STOLENDA
Carnet
Dulce María Tosta
La actividad política y administrativa del régimen ha tenido –desde los tiempos del difunto– dos características fundamentales: eficacia y progresividad.
En una oportunidad oí a Chávez citar al panameño Omar Torrijos: «lo importante no es andar por ahí moviéndose a la velocidad de la luz, sino moverse un milímetro, cinco milímetros, diez milímetros, pero en la dirección correcta.» Con la meticulosidad de un oficial de artillería determinando el ángulo de tiro y la graduación de la espoleta, los chavistas han entendido que es vana la pretensión de destruir el objetivo con un solo disparo, que es preciso hacer otros cuantos que, aun cuando parezcan ociosos, son necesarios para lograr el acierto final.
El Carnet de la Patria, observado a la luz de esa tradición chavista y actualmente vinculado a la lucha del venezolano común para no morir de inanición, o de una enfermedad contraída con motivo de la ingesta de alimentos sacados de la basura, es posible que se encuentre en su etapa de determinación de la deriva, necesaria para poner el proyectil de artillería en el mero centro del objetivo.
Sin querer hundirnos en los charcos del pesimismo, se nos ocurre que el Carnet de la Patria es el primer paso para la categorización política de todo el conglomerado nacional; es posible que con el tiempo llegue a suplir la Cédula de Identidad y sea exigido para todos los actos de la vida civil, incluidos hasta los más personales como el matrimonio, el registro de nacimiento, la inscripción de hijos en institutos educacionales y otros de similar catadura.
Este Carnet no será entregado de forma gratuita, pues si bien en apariencia no tendrá relación con lo crematístico, el receptor deberá pagar mediante la renuncia a sus derechos civiles, políticos y económicos señalados por la Constitución y su vida –si a eso puede llamarse vida– se convertirá en una inacabable sucesión de admisiones, renuncias y genuflexiones, que darán al traste con todo vestigio dignidad. Vivir para obedecer puede resultar la consigna.
Por su parte, el no carnetizado verá como poco a poco se le irán conculcando sus derechos fundamentales y que la patria, que desde su advenimiento al mundo creyó suya, ahora es ajena y él una visita indeseable, invitada a partir hacia otras tierras; para él este plástico será el carnet de la patria ajena, del sueño renunciado y del futuro incierto.
El mal llamado Carnet de la Patria es un peligro grave que se parece más al hierro candente que el ganadero aplica al anca del becerro para marcarlo como propio, que a una identificación ciudadana. Por ahora, las masas famélicas que lo solicitan son obligadas a firmar una solicitud de disolución de la anodina Asamblea Nacional, con la cual no tienen ninguna conexión ni agradecimiento y si el reclamo por el despilfarro de la fortuna política que el esfuerzo popular le confirió el 6 de diciembre de 2015, y que sólo ha servido para que los partidos dominantes en la MUD colocaran a sus activistas y a uno que otro tonto útil, esos que los políticos han utilizado siempre para dar visos de honorabilidad a lo que no lo es.
La carnetización por hambre puede ser excusable; la madre que lo solicita para aliviar el hambre de sus hijos o el hombre que lo pide para alimentar a sus padres ancianos, incapaces de procurarse el sustento, no deben ser despreciados. Los que no tienen perdón de Dios son los políticos que se hacen los distraídos mientras esta grave amenaza gana terreno en detrimento de la libertad.
Mientras este monstruoso intento de convertirnos en un País de esclavos toma fuerza, los partidos que se auto titulan opositores y se agrupan en la MUD, siguen aplicando la política del pendejismo, que ni siquiera es de su autoría, pues dicen que hace siglos la inventó el primer avestruz que enterró su cabeza en la arena para huir del peligro.
Fuente:
http://www.dulcemariatosta.com/index.php/de-dulce-maria-tosta?layout=default&id=836
Dulce María Tosta
La actividad política y administrativa del régimen ha tenido –desde los tiempos del difunto– dos características fundamentales: eficacia y progresividad.
En una oportunidad oí a Chávez citar al panameño Omar Torrijos: «lo importante no es andar por ahí moviéndose a la velocidad de la luz, sino moverse un milímetro, cinco milímetros, diez milímetros, pero en la dirección correcta.» Con la meticulosidad de un oficial de artillería determinando el ángulo de tiro y la graduación de la espoleta, los chavistas han entendido que es vana la pretensión de destruir el objetivo con un solo disparo, que es preciso hacer otros cuantos que, aun cuando parezcan ociosos, son necesarios para lograr el acierto final.
El Carnet de la Patria, observado a la luz de esa tradición chavista y actualmente vinculado a la lucha del venezolano común para no morir de inanición, o de una enfermedad contraída con motivo de la ingesta de alimentos sacados de la basura, es posible que se encuentre en su etapa de determinación de la deriva, necesaria para poner el proyectil de artillería en el mero centro del objetivo.
Sin querer hundirnos en los charcos del pesimismo, se nos ocurre que el Carnet de la Patria es el primer paso para la categorización política de todo el conglomerado nacional; es posible que con el tiempo llegue a suplir la Cédula de Identidad y sea exigido para todos los actos de la vida civil, incluidos hasta los más personales como el matrimonio, el registro de nacimiento, la inscripción de hijos en institutos educacionales y otros de similar catadura.
Este Carnet no será entregado de forma gratuita, pues si bien en apariencia no tendrá relación con lo crematístico, el receptor deberá pagar mediante la renuncia a sus derechos civiles, políticos y económicos señalados por la Constitución y su vida –si a eso puede llamarse vida– se convertirá en una inacabable sucesión de admisiones, renuncias y genuflexiones, que darán al traste con todo vestigio dignidad. Vivir para obedecer puede resultar la consigna.
Por su parte, el no carnetizado verá como poco a poco se le irán conculcando sus derechos fundamentales y que la patria, que desde su advenimiento al mundo creyó suya, ahora es ajena y él una visita indeseable, invitada a partir hacia otras tierras; para él este plástico será el carnet de la patria ajena, del sueño renunciado y del futuro incierto.
El mal llamado Carnet de la Patria es un peligro grave que se parece más al hierro candente que el ganadero aplica al anca del becerro para marcarlo como propio, que a una identificación ciudadana. Por ahora, las masas famélicas que lo solicitan son obligadas a firmar una solicitud de disolución de la anodina Asamblea Nacional, con la cual no tienen ninguna conexión ni agradecimiento y si el reclamo por el despilfarro de la fortuna política que el esfuerzo popular le confirió el 6 de diciembre de 2015, y que sólo ha servido para que los partidos dominantes en la MUD colocaran a sus activistas y a uno que otro tonto útil, esos que los políticos han utilizado siempre para dar visos de honorabilidad a lo que no lo es.
La carnetización por hambre puede ser excusable; la madre que lo solicita para aliviar el hambre de sus hijos o el hombre que lo pide para alimentar a sus padres ancianos, incapaces de procurarse el sustento, no deben ser despreciados. Los que no tienen perdón de Dios son los políticos que se hacen los distraídos mientras esta grave amenaza gana terreno en detrimento de la libertad.
Mientras este monstruoso intento de convertirnos en un País de esclavos toma fuerza, los partidos que se auto titulan opositores y se agrupan en la MUD, siguen aplicando la política del pendejismo, que ni siquiera es de su autoría, pues dicen que hace siglos la inventó el primer avestruz que enterró su cabeza en la arena para huir del peligro.
Fuente:
http://www.dulcemariatosta.com/index.php/de-dulce-maria-tosta?layout=default&id=836
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Carnet de la Patria,
Dulce María Tosta
sábado, 28 de enero de 2017
sábado, 21 de enero de 2017
CUADERNO DE BITÁCORA
- Habla el diputado Oscar Figuera en nombre del PCV. Es de presumir un análisis científico de la situación actual, pero el esquema revelaría la propia identidad del gobierno que concursa. Por ello, es preferible ir al pasado y suponer que, ahora, el capitalismo - en su prolongada supervivencia - es el elemento decisivo de la crisis nacional. Nos referimos a lo más serio que hay entre los partidos del gobierno, por lo menos, por su misma y larga tradición histórica, excepto el ala militarista del PSUV desee pasárselo por las armas del CNE con la mentada relegitimación. De modo que no hay análisis alguno de los intereses económicos del régimen y de sus fracciones, incluso, delictivas. Apenas, asoma algo de los "nuevos grupos" que, por cierto, sugerido como una consigna de costumbre, no tiene por contraparte el análisis de la clase obrera y de sus condiciones, subrayado el soporte de los movimientos comuneros en manos de lo que antes se llamaba ultraizquierda. Inevitable reconocer la corrupción, aunque insiste en el sabotaje mas no en la política económica. Nos parece valiente que diga del carnet discriminador del gobierno, porque evidentemente lo es así sea celebrado por sus creadores. La cédula de identidad es el unico documento oficial. Empero, asegura que la base de datos consiguiente puede ser utilizada por los enemigos: ¿el propio PCV lo es para el gobierno que una y otra vez la recaba, so pretexto de la entrega de viviendas que nunca da, etc.? ¿La "eliminación sistemática de cuadros" adversos dentro del proceso, no es el temor real? Lo de PDVSA socialista es una consigna de hábito. La portada de Ramos Allup y Maduro, abrazándose por abrazados con una bandera gringa, es parte de la estética del atraso marxismo que nos caracterizada. Puede verse: https://issuu.com/tribuna_popular/docs/tp_2972
-
No leemos con frecuencia a Padrón, a quien no demeritamos. Además, nos parece legítimo que honradamente trabaje fuera del país y lo intente adentro. Pero el Tweed pone un pequeño acento: así como un sector del viejo exilio cubano obtuv dividendos de su victimización, puede ocurrir algo semejante al nuestro. No me refiero ni juzgo personalmente a Padrón que lo tenemos por honesto; aludo a los más estridentes que le sacan punta a su pretendida y heroica posición: opuestos a la distancia, claman contra un gobierno por el calibre lejano de sus dicterios y, como si bastara poco, aconsejan lo que debe o no debe hacerse, sin riesgo inmediato alguno. Hay un exilio valioso, corajudo, persistente y convencido, al lado del otro sector que "se vacila la parte" y al que, pisando Maiquetía, ni las alarmas de la aduana los advierte.
- Ni modo, voceros del gobierno celebran la masiva solicitud del carnet, celebrando el chantaje. Desparpajo total, nos antojamos de una fórmula para buscar un cupo ministerial así fuese en las postrimerías del régimen. Total, ¿cuánto nombres no han aparecido por estos años prestigiando la Gacta Oficial desde una alta posición burocrática? Se dirá, aunque sea fallo, pues, también da estatus la condición ex-ministerial.
- Cada vez luce difícil actualizar el blog, pero insistimos. Hay lecturas dispersas que, por la lentitud de las conexiones, no archivamos acá. Apenas, hoy, ganamos tiempo para mantener en pie el archivo.
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