El deporte cultivado
Siul Nagarrab
La vieja prensa es toda una cantera para la reflexión, aunque tratemos de un asunto que nunca fue secundario para el país, como ahora lo es por las razones ya consabidas. Cada hecho deportivo y las opiniones que suscitaba, solía llegar a la imprenta para garantizar el éxito de una edición y, a veces, al extremo de agotarla.
Por más indiferentes que fuésemos, con las excepciones de rigor, todos estuvimos familiarizados con los eventos, reporteros, jugadores y columnistas que pisaban también los terrenos de la polémica, por más perezosos que nos dijeran. Periódicos y revistas, dedicaban pequeños o grandes espacios que, incluso, tendían a especializarse en determinadas disciplinas del deporte, o en varias de sus detalladas facetas, con gran autoridad hasta el punto de competir – además – con entregas que, en su momento, marcaron sendos hitos, como el magazine “Sport Gráfico” o el diario “Meridiano”, dirigidos por Delio Amado León o Carlos González.
Pueden contarse por millones las imágenes de una hemerografía penosamente sobreviviente, siendo inimaginables las cifras de las que no fueron publicadas y quedaron atrapadas en los archivos, muchas de una extraordinaria factura ciertamente inimitables, a pesar de los actuales avances tecnológicos. E, incluso, hubo inspirados testimonios artísticos, como la ilustración vanguardista de autor impreciso que aparece en la portada de un magazine de amplia popularidad (Élite, Caracas, nr. 373 del 05/11/1931): el rostro de un jugador negro (como los cantantes de jazz, diría Les Luthiers) de trazos extraordinarios.
Más allá de las estadísticas a las que se obliga cada renglón del deporte – valga la redundancia - disciplinado, sobre todo el profesional, hubo también una curiosa inquietud histórica que atrapó la atención de un público que no se resignaba al deleite pasajero. Por ejemplo, en una nota alusiva a la inauguración de un programa radial en Rumbos, por 1951, donde coinciden en el estudio Alide Delgado, Felipe Serrano y Wolfgang Larrazábal, por entonces, director nacional de Deportes, se menciona la narración hecha en la noche de un encuentro beisbolístico entre Royals Criollos y Santa Marta, realizado en 1931 (El Universal, Caracas, 06/08/1951); u otro ejemplo, un semanario de la competencia, más tarde, recoge las incidencias de un juego estelarizado por Independencia y Centrales, en 1918 (Momento, Caracas, nr. 25 del 04/01/1957).
Quizá pueda decirse que hay béisbol, cuando existe una tradición cultivada con el infaltable testimonio histórico, como cualesquiera otros deportes. Nos queda, por cierto, la duda sobre el juego de 1931: ¿colocaron un elepé con el audio original, o reconstruyeron el juego, actualizando la publicidad?
14/04/2019:
http://www.opinionynoticias.com/opinioncultura/34704-nagarrab-s-
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