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domingo, 4 de diciembre de 2016

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Ernesto Mayz Vallenilla. "Del mundo y de la muerte en el personaje burgués". El Universal, Caracas, 20/10/1946.
- Gloria Stolk. "Aire libre: El batallón sin nombre". El Nacional, Caracas, 06/11/77.
- Negda. "Ayer se cumplieron 46 años: Cómo llegó a Caracas la noticia de una revolució que hizo cambiar la historia (bolchevique)". Clarín, Caracas, 08/11/63.
- Amenodoro Rangel Lamus. "Agonía y despertar de Venezuela". El Nacional, 19/12/65.

Reproducción: César Rondón Lovera, Raúl Ramos Giménez, Augusto Malavé Villalba y Gonzalo Barrios. Sesión conjunta del Congreso de la República del miércoles, 01/02/61, sobre el decreto de suspensión de garantías. Anotados 33 oradores. Momento, Caracas, nr. 239 del 12/02/1961.

domingo, 18 de octubre de 2015

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Francisco de Venanzi escribe sobre la sonrisa de Luis Roche. El Nacional, Caracas, 05/01/ 1968.
- Juan Liscano. "Juana Sujo, una y mil mujeres". El Nacional, 16/02/50.
- Héctor Mujica. "Belvedere: El hombre y la idea". El Nacional, 03/10/46.

Fotografía: Rómulo Betancourt, el cónsul Julio Pocaterra, los diputados Domingo Alberto Rangel y Raúl Ramos Giménez, comparten en el Yankee Stadium. Élite, Caracas, nr. 1197 del 11/09/1948.

domingo, 15 de septiembre de 2013

(ANTI) POLÍTICA

A propósito de una vieja fotografía adeca
Luis Barragán


Casualmente, cercana la fecha fundacional de Acción Democrática, por fin hallamos la vieja y curiosa fotografía tomada en el Yankee Stadium a finales de 1948, en la que comparten Rómulo Betancourt, Julio Pocaterra, Domingo Alberto Rangel y Raúl Ramos Giménez. Mejor impresa que aquella que nos enseñara una vez Julio Moreno, deslumbrándonos, distante el periódico del magazine,  nos tienta a un tedioso ensayo sobre el aniversario partidista, en un país de efímeras instituciones, o a especular sobre la actual conducción adeca, luego de conjugadas las candidaturas edilicias de la oposición unitaria. Sin embargo, en el fondo, deseamos un ejercicio sobre la premodernidad.

Publicada en las vecindades del derrocamiento de Gallegos, fue de seguro impacto entre los coetáneos que avizoraban una distinta situación, pero – luego – la gráfica se hizo inédita para las sucesivas generaciones, ratificando aquello de lo viejo que se hace nuevo, según Octavio Paz.  Numerosos y contrapuestos, aún en una misma organización partidista, gremial, benéfica u de otra índole, eran los protagonistas - añadidos los emergentes - de un elemental, mediano o alto conocimiento público, que hoy extrañamos, a pesar del asombroso desarrollo de los medios.

Toda organización partidista, acarreaba una acumulación de experiencias y un historial de disidencias más o menos administradas. La madurez política dependía de una mínima e inevitable colegiación de las decisiones que forzaba a la convivencia en todo lo que fuese posible, estableciéndose una dirigencia limpiamente competitiva y básicamente signada por la tolerancia y el respeto, por muy beligerantes que fuesen, facilitando – a modo de ilustración – la pacificación del país entre las décadas de los sesenta y setenta.

Los personajes de la fotografía en cuestión, avisan también de una muy probable diligencia implícita en la estancia neoyorkina. Afloraban ya las discrepancias con las corrientes finalmente representadas por Ramos Giménez, aunque supieron esperar largos diez años, hermanándose en la lucha contra la dictadura, para zanjarse, mientras que Rangel era – en los cuarenta – uno de los más destacados delfines del líder fundador, detalle comprensible aunque se lea paradójico.

Diligencia que retrata las prácticas, destrezas y habilidades políticas, propias de la modernidad, sin que signifique en modo alguno la traición de posturas y convicciones. Éstas se hicieron fieras al regresar Betancourt nada más y nada menos que al poder, en 1959, un dato fundamental por dos motivos: poco importaron los privilegios cuando se sinceraron y, más tarde, la derrota del adversario no supo de su desaparición automática.

Además, hay una holgada trayectoria de lucha en la fotografía. Escaso o sobrado perfil pueden tener los dirigentes en la opinión pública, pero lo cierto es que ellos no se decretan o improvisan y, de un modo u otro, el país conoció muy tempranamente a los aspirantes fallidos o exitosos del poder, desde sus localizados ámbitos de acción o abiertamente, por lo que hubo una mínima certeza de realizaciones, intenciones y pretensiones.

Cualesquiera de los textos históricos que se antojen, excepto los que aspiran a una purga y reinvención del pasado, puede dar cuenta de lo hecho y deshecho por el señalado cuarteto.  Poco o mucho, queda el testimonio documental, hemerográfico y bibliográfico que urge salvaguardar, pues, los reescribidores de toda propuesta totalitaria tienen por marcado interés el de una criminal pulverización que ayude a fragilizar y liquidar la memoria colectiva.

La llamada antipolítica es devota de la pureza del espectáculo, constituyendo una apuesta permanente por la genial  improvisación que abarate sus costos, la uniformidad de los actores que deslealmente compiten, la inmediata gratificación de un inspirado perfomance, el utilitarismo a ultranza, las audiencias sorprendidas, la estética de un compromiso circunstancial, la efímera memoria que garantiza el remake exitoso, la celebridad bogante y la necedad como argumento del capricho personal, premodernizándonos.  En propiedad, una crítica de la razón súbita, maleable y vanidosa, la antipolítica – o, mejor, la infrapolítica – degenera en la mera - aunque dudosa - realidad noticiosa, convirtiéndose en necropolítica para visar el ensayo autoritario y totalitario, dislocando los esquemas: una fotografía como la aludida, desafía – sencillamente – sus presupuestos.

Fotografías: LB, poste en Bellas Artes, Caracas (05/09/13). Y tomada de Élite, Caracas, nr. 1197 del 11/09/1948.

viernes, 6 de septiembre de 2013

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Francisco de Venanzi escribe sobre la sonrisa de Luis Roche. El Nacional, Caracas, 05/01/ 1968.
- Juan Liscano. "Juana Sujo, una y mil mujeres". El Nacional, 16/02/50.
- Héctor Mujica. "Belvedere: El hombre y la idea". El Nacional, 03/10/46.

Fotografía: Rómulo Betancourt, el cónsul Julio Pocaterra, los diputados Domingo Alberto Rangel y Raúl Ramos Giménez, comparten en el Yankee Stadium. Élite, Caracas, nr. 1197 del 11/09/1948.

Nota LB:

Desde que Julio César Moreno L., descubrió la fotografía y nos la enseñó, quedamos impactados. Puede decirse que, olvidada por varias generaciones, es inédita quizá por aquello de Octavio Paz y lo viejo que se hace nuevo. Nótese una triple circunstancia: un viaje compartido con quien, entendemos, Ramos Gímenez, ya asomaba las discrepancias que no afloraban por entonces en Rangel, leal a Betancourt; el quizá mediano conocimiento del parlamentario yaracuyano ("Jiménez"), más tarde connotado líder en difíciles coyunturas; y el consulado de Pocaterra en Nueva York,  conocido por ayudar financieramente a Acción Democrática.

Probablemente, la gráfica sepa de un continuo "fusilamiento" hasta la indecible distorsión, pero importa conocerla y promoverla, pues, hay una iconografía desgastada, cansada, exhausta sobre aquellos años. Sin dudas, es más nítida que la versión original descubierta y que, ulteriormente, buscamos incansablemente creyéndola de El Nacional de abril de 1948. Tomada por una agencia internacional de noticias,  brinda otra perspectiva para la imaginación - incluso - histórica. Por cierto, curioso desbogotamiento de Ramos Giménez y la persistente pipada.

lunes, 13 de mayo de 2013

DE UNA INDUSTRIA SIN CHIMENEAS

De la reindustrialización política
Luis Barragán


Todavía inconclusa, los consabidos hechos acaecidos en la Asamblea Nacional apuntan a una necesaria y urgente reivindicación no sólo de las fuerzas de oposición, sino de toda la institucionalidad parlamentaria. Y, más allá, a la recuperación del tejido social y reconstrucción del circuito institucional de los partidos, sindicatos, condominios y asociaciones vecinales, gremios profesionales y empresariales, entre otras de las legítimas manifestaciones de la llamada sociedad civil, luego de catorce años de lesiones y cortorcuitos  que hoy los caricaturizan.

Regresando de la premodernidad que nos asfixia, la reindustrialización política del país supone el reconocimiento de las más variadas y creativas expresiones de la vida pública que, al  realizar convincentemente la democracia interior que tanto se reclama exteriormente, sea capaz de innovar las fórmulas de participación y de representación, comenzando por recobrar aquellas extraviadas que, paradójicamente, se mostraron mejores que las ahora proclamadas.

Así como la policía no garantiza la persecución del delito que la desborda, confundiéndose con él hasta generar la desconfianza hacia el Estado mismo, existen entidades de naturaleza y características muy definidas que se desenvuelven artificialmente, acelerando la descomposición de los espacios colectivos.  Lo peor es que no encuentran una vigorosa interpelación y contrarrespuesta en la sociedad que las sufre, como poco o nada logran los observatorios ciudadanos de la criminalidad u, otro ejemplo, la supuesta contraloría social que afronta el seguimiento de una empresa tan compleja y especializada como PDVSA.

Negada su conformación a través del voto universal, directo y secreto, la colosal simulación de un poder popular escasamente abona a la posibilidad de otros ámbitos reales de participación y representación, pues, las juntas comunales apenas perfeccionan los mecanismos clientelares y lucen condenadas a servir de sendos comités de defensa de la revolución que las financia. Por cierto, muy lejos de las instituciones que espontánea y eficazmente se daría la clase obrera, añadidos los consejos de fábrica, según Gramsci.

Una nota importante del retroceso institucional que hemos experimentado, reside – además – en la afectación de las relaciones personales de los dirigentes de signos encontrados, pues, sorprendentemente, los oficialistas  exteriorizan el odio gratuito hacia los opositores, llegando a la más absurda y brutal violencia que los avale, promueva y jerarquice en los deslealmente competitivos elencos del poder. Responde a un fenómeno más generalizado o global, como el de la políticamente desindustrializadora imposición de las relaciones de simpatía o antipatía personales, sumado el campo opositor, restándole sentido y dignidad al ejercicio cívico.

Sospechamos que los personeros oficialistas ignoran algunas de las circunstancias que también explican nuestro historial republicano, pues, a modo de ilustración, les sorprendería que un líder comunista de amplia y sacrificada trayectoria como Eduardo Machado, asistiese a la celebración de un aniversario de COPEI, cumplimentando a sus dirigentes (2001, Caracas: 14/01/1981). O que, luego de la grave división de los arsistas que peleaban por ser reconocidos como la legítima Acción Democrática de Oposición,  en un año de dramáticas turbulencias, aceptasen reunirse con el Presidente Betancourt que defendía a la Acción Democrática de Gobierno, así no llegasen a acuerdo alguno (Élite, Caracas, 11/05/1963, nr. 1963).

Suele pasar, cuando la intolerancia llega a los actuales extremos, intentando prefabricar una polarización que es propensa al suicidio político, prosperan las complicidades soterradas. Por ello, el insólito y enfermizo rencor se traduce en un colaboracionismo de cotizaciones que varían, alimentado por el oportunismo y la traición, orgulloso de su orfandad ética.

El resarcimiento institucional que nos merecemos, ha de guardar correspondencia con una cultura política alternativa, capaz de vencer la mentalidad rentista que nos agobia. Empero, no habrá desarrollo político con un liderazgo que, desde las distintas aceras, lo convierta en un simulacro.

http://www.noticierodigital.com/2013/05/de-la-reindustrializacion-politica/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=966041

Fotografías: El Presidente Betancourt se reúne con los líderes de AD-Oposición, Raúl Ramos Giménez, Marcial Mendoza Estrella y Ramón Quijada (1963). Y Eduardo Machado expresa su salutación aniversario a la dirigencia copeyana (1981).

domingo, 5 de mayo de 2013

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Filadelfo Linares. "La deshumanización del héroe". El Nacional, Caracas, 25/09/1952. Papel Literario.
- José Vicente Rangel. "Una estrategia frente a Colombia: se impone una investigación idónea para defener nuestra soberanía". El Nacional, 14/07/86.
- Raúl Ramos Giménez y los crímenes, torturas y el fraude electoral. Clarín, Caracas, 07/04/62.
- Pedro Eloy Labrador. "Caracas Cuatricentenaria: 135 gobernadores en 102 años ha tenido el D.F.". El Nacioal, 01/03/67.
- Jorge Olavarría y el problema ideológico de COPEI. El Universal, Caracas, 14/06/66.

Fotografía: Clarín, Caracas, 01/11/1963.

Breve nota LB: Enterados por la prensa de hoy, lamentamos profundamente la desaparición física de Adolfo Herrera, destacado luchador gremial de importantes y corajudas posiciones en los últimos años. Casualmente, para la serie que nos hemos propuesto sobre las juventudes políticas en el pasado, sin el tiempo necesario para procesarla, teníamos en reserva la fotografía del otrora activo dirigente juvenil que no sólo declaraba sobre las difíciles circunstancias de los sesenta, sino - concretamente - en torno a la crisis experimentada en URD con la sanción disciplinaria impuesta a Víctor José Ochoa, posteriormente detenido. Interesante etapa que, por cierto, obedece a las confusas posturas asumidas por el partido (originalmente) amarillo. Nuestras condolencias a los familiares, periodistas y relacionados. Paz a sus restos.

jueves, 11 de abril de 2013

CAMPAÑAS ELECTORALES: 1963

Dura y difícil contienda la de 1963. Jóvito Villalba se lanzará a la presidencia de la República, al igual que Wolfgang Larrazábal: ambos no concordarán, como en 1958. Hay otra división en Acción Democrática: provisionalmente, la  AD-Gobierno, con tarjetas negras, y la AD-Oposición, con las blancas. Y desde ésta, Raúl Ramos Giménez es el banderado. Hay la intención de un movimiento o frente de distintas fuerzas y corrientes. Aquél grupo ARS adquiere la robustez que le conceden sus parlamentarios y munícipes. Sin embargo, alcanzan el penúltimo lugar, con más de 60 mil votos contra los 900 mil y tanto del candidato ganador. Fueron más las mente, expectativas....

LB

miércoles, 29 de agosto de 2012

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- "Caracas romántica", con fotografías de Fidel Blanco. Momento, Caracas, nr. 26 del 11/01/57.
- Manuel Rodríguez Cárdenas. "El travía de los domingos: Sala de Maternidad". El Nacional, Caracas, 12/09/54.
-  Leopoldo Méndez. "De las actas del Cabildo: Los ejidos de Caracas". El Nacional, 20/09/72.
- José Degen. "Caracas en televisión". El Nacional, 07/07/48.
- Tomás Polanco Alcántara. "La Caracas que mandaba Crespo". Resumen, Caracas, nr. 470 del 07/11/82.

Fotografía: Aniversario de AD-Oposición. El Nacional, Caracas, 14/09/62. 

lunes, 8 de agosto de 2011

DE LA HISTORIA PARLAMENTARIA VENEZOLANA


El parlamento, una historia difusa y confusa
Luis Barragán


Una poderosa ilusión se extendió por doquier con el proceso constituyente de 1999, creyéndonos inventores de la propia vida republicana. Específicamente, la Asamblea Nacional encarnaría la participación ciudadana como nunca antes, ejemplificando esa labor diligente y eficaz de la representación que el oficialismo supuso por siempre y transparentemente suya, aunque no pocas voces alertaban sobre las desventajas del parlamento unicameral, entre otros aspectos.

Hartamente demostrado, evadiendo el vigente texto constitucional, un rápido examen del Reglamento Interior y de Debates de la década, objeto de interesadas y abusivas variaciones, da cuenta de la comprensión que el régimen tiene del derecho parlamentario mismo. Sin embargo, hoy reducidas las sesiones ordinarias, el desarrollo de un mínimo e irreductible debate en la cámara refleja la escasa calidad política que, con las excepciones de rigor, anida en el edificio guzmancista.

Incluso, hemos sido testigos de un desenfrenado culto a la personalidad presidencial al que, por lo que modestamente sabemos, no se atrevieron siquiera los senadores o diputados adedados por Pérez Jiménez. En más de una ocasión, se ha escuchado el feroz grito microfonado de un rasgador de vestiduras que reclama obscenamente respeto y consideración por Chávez Frías, faltándole el puñetazo que la distancia le ahorra.

Todavía pesa la maldición proferida contra el Congreso de la República, quizá porque falta una historia de su más reciente contemporaneidad que ayude a los necesarios contrastes. Apenas, hay reminiscencias escolares de un siglo XIX o XX que reportan sucesos como los que provocaron la muerte de Santos Michelena o advierten de los inútiles e interesados escándalos que lo hicieron pieza esencial de un vasto circuito de la corrupción.

Presumiendo de un conocimiento cabal del pasado, escuchamos a un meritorio administrativista del régimen estrujarle a la oposición aquél caso de las municiones yugoslavas de los ochenta, olvidando que los denunciantes eran de la oposición democrática y el involucramiento de un alto oficial después exaltado por el chavezato. Nos consterna la maniobra de aprobar una ley orgánica, como la del deporte, con la sola calificación que se le dio en la primera discusión para prescindir del voto calificado en la segunda.

Importa reparar en las vicisitudes del parlamento venezolano entre 1958 y 1998, año éste que se hizo insospechadamente multipartidista. Por ejemplo, hasta nuevo aviso, no hay equivalencia entre el allanamiento de la inmunidad parlamentaria de quienes tramaban una insurrección general a principios de los sesenta, o la de quien fue sorprendido con un importante alijo de drogas muchos años después, y el que sufrió Wilmer Azuaje o estuvo a punto de padecer William Ojeda por estos tiempos; e, igual, podríamos referirnos a la cambiante correlación de fuerzas que produjo la pérdida del control por el gobierno de una de las cámaras o la crisis que provocó el proyecto de reforma fiscal, las intervenciones versificadas que ayudaron a salir del anonimato a un diputado perezjimenista o las investigaciones arriesgadas que incluían el protagonismo – además – de las minorías respetadas, la profundidad ideológica y técnica de los oradores o el humor que también hizo a los hemiciclos, las corajudas actuaciones de José Vicente
Rangel o la de quienes hicieron de la comisión de Contraloría una tribuna eficiente y seria, las leyes que surgieron por presión popular o la célebre (auto) crítica de José Rodríguez Iturbe y Alfredo Coronil Hartmann. En fin, acontecimientos a los que ni remotamente se acerca la Asamblea Nacional hasta por un infundado temor del gobierno, sumado a una asombrosa impuntualidad para la publicación del diario de debates.

Confusión sobre un pasado ahora desconocido que aventaja a la maquinaria publicitaria del PSUV, es nuestra inicial reflexión al descubrir un reportaje de Gonzalo Albornoz (¿Luis Herrera Campíns?), en torno a la sesión conjunta del primero de febrero de 1961 (Momento, Caracas, nr. 239 del 12/02/61). El Congreso de la República discutió el decreto de suspensión de garantías aceptando la sucesión de 33 oradores para la larga jornada, en medio de los delicados y – por entonces – impredecibles disturbios públicos que obligaron a Betancourt a suspender una gira administrativa en Portuguesa, algo - ¿quién asegura lo contrario? –impensable por estos tiempos.

Fotografías: César Rondón Lovera, Raúl Ramos Giménez, Augusto Malavé Villalba y Gonzalo Barrios S/f. Momento, Caracas, nr. 239 del 12/02/61.

Fuente: http://www.medios24.com/p39646.html

miércoles, 30 de marzo de 2011

NOTICIERO RETROSPECTIVO


- Gumersindo Rodríguez. "¿Reformas o revolución?". El Mundo, Caracas, 23/07/58.

- Fernando Travieso. "El Tigre: un caso de capitalismo exitoso". Resumen, Caracas, nr. 239 del 04/06/78.

- Domingo Alberto Rangel. "El apagón: un país vulnerable". Ultimas Noticias, Caracas, 01/09/97.

- Héctor Acosta Prieto. "La Asamblea Nacional Constituyente de 1901". El Nacional, Caracas, 04/02/99.

- Se graduó Raúl Ramos Giménez: doctor en ciencias políticas. El País, Caracas, 04/10/45.

Fotografía, tomada de Caracas en Retrospectiva. mariafsigillo.blogspot.com.


NOTA LB:

En consante indagación, MFS descubrió un grupo de fotografías que giran sobre la Universidad Central de Venezuela, en los años sesenta, tratadas o publicadas por la revista estadounidense Life. De impecable factura, resolución y enfoque, el grupo nos
permite sobrevolar sobre la política, el compromiso político y la calidad ciudadana de entonces. Difícil época, ciertamente, contrastante con la actual.

En la fotografía encontramos a Juvencio Pulgar, formalmente vestido aún en sus diligencias gremio-estudiantiles,a quien presumimos acompañado por Miguel Acosta Saignes. Estas y otras gráficas pueden hallarse en el blog referido o los grupos y álbumes de Caracas en Retrospectiva / Facebook.