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sábado, 21 de diciembre de 2019

LA DEBIDA PROFUNDIDAD

Descubrirnos en Navidad
Luis Barragán

Las navidades de la bonanza petrolera fueron las del derroche, mientras que las de la ruindad post-petrolera inicialmente son las de la nostalgia. Esto, mientras haya aún memoria familiar, porque la pública la perdemos prontamente. 

Les concedimos poco espacio a la reflexión, abundando ahora el trauma. No obstante, en esta gigantesca pesebrera venezolana, el nacimiento de Jesús ha de apuntar a un generoso camino de significados para creyentes y no creyentes, en medio de la devastación.

El período decembrino no sólo apunta a la inmensa y, antes inimaginable, pobreza material, sino a la miseria espiritual perseguida por lo que, al fin y al cabo, es todo un régimen de curso irrefutablemente totalitario. Nada gratuita la situación,  la depresión, la abulia, la apatía, el desinterés, la indiferencia hacia uno mismo y los demás, la explican.

Por ello, la superación de la dictadura es un llamado a la libertad y a la liberación, dimensiones de un mismo y urgido esfuerzo de compromiso para trascender y autotrascender. . Hallar el sentido y el proyecto de vida a recobrar y realizar en medio de las tempestades más feroces, defendiéndolos y perfeccionándolos para santificarla.

La maquinaria publicitaria y propagandística del poder establecido añadidos sus especialistas en psicología social, todavía intenta la resignación y la obediencia en nombre de sus artificiales, interesadas y frágiles consignas. Nos fuerza a profundizar en principios y valores de trascendencia y autotrascendencia, elevando y acerando las convicciones para alcanzar y consolidar el bien y la verdad que significa, en última instancia, descubrir y descubrirnos en Navidad.
  
Ilustración: Carlos Cruz Diez, portada para El Farol, Caracas, año VIII, nr. LXXXI de 12/1946.
26/12/2019:
http://www.opinionynoticias.com/opinionnacional/36143-barragan-l

jueves, 5 de diciembre de 2019

LA PERCEPCIÓN ACONTECIDA

Kínesis
José Rafael Herrera 

Al maestro Carlos Cruz-Diez

Colma de orgullo formar parte de una generación signada por el arte y la cultura cinéticas, aunque en el presente hayan sido objeto de vejamen, cruelmente -ignorantemente- pisoteadas por las botas de una barbarie que ni siquiera puede llegar a la dignidad del arte rupestre. Es tiempo de hacer balance retrospectivo, a objeto de comprender de qué se trata, cuando se piensa en un modo de ser y pensar adecuado al movimiento y al color. Y sin embargo, la representación que con mayor frecuencia la sociedad contemporánea se ha hecho del movimiento, como el simple cambio de posición de los cuerpos en el espacio-tiempo respecto de un determinado sistema referencial, resulta francamente insuficiente para poder abarcar la riqueza semántica con la cual, por ejemplo, la cultura griega clásica llegó a concebirlo. En algún momento se llegará a comprender el grave daño que las muletas del entendimiento abstracto y de la ratio técnica le han propiciado al andar de la humanidad.

La expresión alemana Anwesung es usada por Heidegger para definir la energía atelésica o el «movimiento de llegada a la presencia». Se trata de un término más cercano al nombre con el que Aristóteles designa la kínesis o energeia del movimiento impuro, imperfecto, efímero, ese «estar presente» o conmoción que comporta el carácter de lo que aún no ha llegado a término, de lo que se va revelando. En otros términos, se trata del ser que va aconteciendo en la claridad, en el devenir cromático del sentido. Es un pensar que es un ser y un ser que es un pensar. Porque, como dice Heidegger siguiendo a Aristóteles, “lo mismo es pensar y ser”. El salto hacia el abismo que separa al ser de la existencia no es un salto al vacío ni a la oscuridad de la nada, sino la policromía de las figuras del movimiento que va aconteciendo, que va siendo, o la kínesis propiamente dicha. Y es en eso que consiste, por cierto, el arte y la cultura cinéticas.

A diferencia de las ontologías que preceden a la suya, la de Heidegger comprende el ser no como fundamento sino como «sentido», cabe decir, como un camino abierto, en el que ocurre de continuo “el evento” (Ereignis) de la correspondencia de ser y pensar, esa recíproca apropiación de lo uno y de lo otro que es concebida por el pensador alemán como “la pertenencia al ser que se hace presente solo porque el ser del ente, en su unicidad, necesita del existente y, fundado en él y fundándolo, necesita del hombre”. Ser es, pues, ser producido, poiesis, creación continua. Y, no por casualidad, este «sentido» del que habla Heidegger es el mismo que genera «el evento» de la impresión que producen en la retina los rayos de luz que, reflejados y absorbidos en el espacio-tiempo, van fundando -y fundándose- en el camino abierto de una coloración que es un devenir infinito. En esto consiste la creación -de nuevo, la poiesis– del cinetismo como propuesta estética. Si Heidegger ha definido sobre un inacabable lienzo -“gris sobre gris”- la ontología del ser y del tiempo contemporáneos, Carlos Cruz-Diez, más que definir, ha producido la estética del ser y del tiempo en la infinita policromía del movimiento de la contemporaneidad, concebido como kínesis, como “lo que va siendo”.

Y es así como, según el maestro Cruz-Diez, “el color sucede”: “He insistido en llevar el color al espacio, sin soporte y sin anécdota, revelándolo en su ambigüedad, como circunstancia efímera, en continua mutación, creando realidades autónomas”. Su obra se evidencia como un incesante “soporte para el acontecimiento cromático” que patentiza el ser de lo que va siendo, en incesante kínesis. Es el Bifröst -el mitológico puente-arco iris que une Asgard con Midgard-, cuya vivaz animación cuelga sobre el inmenso abismo del universo que une y separa el ser de la existencia. Esa, señala el maestro, “es una realidad, porque los acontecimientos tienen lugar en el espacio y en el tiempo real. Sin pasado ni futuro, en un presente perpetuo, que no depende de la forma o de lo anecdótico, y ni siquiera del soporte”. Su discurso plástico se genera en el espacio-tiempo con el propósito de crear acontecimientos cromáticos que cambian la relación dialéctica que se produce entre el espectador y la obra, produciéndose un desplazamiento y una interacción de la luz y la distancia del expectante, quien participa del hacerse y deshacerse del color, sin pasado ni futuro, en el presente perpetuo.

Esta es la gran contribución del maestro Cruz-Diez a la contemporaneidad, expresada en cada una de sus obras de arte, auténticos escenarios del kínesis, ese movimiento esencial de la percepción del tiempo real. Merecía, sin duda, un mayor reconocimiento por parte de una Venezuela que amaba con desbordante pasión, no la soledad del Paraninfo. Lo mismo que sus contemporáneos Soto, Otero y Ravelo, entre tantos otros dignos discípulos de las enseñanzas de Duchamp y Calder, a quienes admiraron y, hasta podría decirse, superaron en buena medida, para ofrecerle al mundo, pero especialmente a la pujante democracia venezolana, una realidad en incesante devenir. Hoy la Venezuela de la civilidad, que tuvo el privilegio de contemplar, no sin asombro, cómo la cultura cinética iba embelleciendo las ciudades, al tiempo que dinamismo y democracia se adecuaban recíprocamente, muestra -como decía el maestro- el rostro de “un modelo agotado y obsoleto que se ha empeñado en destruir los valores humanos, que son la única garantía para construir una sociedad basada en la dignidad, el progreso y la justicia social”.

En su «Mensaje a la juventud venezolana», escrito en 2017, puede leerse: “Si mi esfuerzo en la vida para lograr ganar un lugar en el mundo del arte puede servirles de referencia, les digo que eso lo logré gracias a realizarlo en un contexto de plena libertad, y la libertad solo se logra en democracia. Una libertad sin prejuicios ni dogmas”. Las palabras de Cruz-Diez alientan. Son como la luz que acaricia el juego infinito de los colores de una kínesis sin fin, eterna.

Fuente:
Fotografías: Susana Benko, tomadas de su cuenta de Facebook. Homenaje reciente  a CCD, alcaldia de Chacao. Esto nos precisa Benko, en Facebook: "Susana Benko Gracias Luis Barragán J. Fue en la Plaza Alfredo Sadel, Alcaldía de Batuta y patrocinio de la Embajada de Francia. Una noche muy festiva que seguro el maestro hubiese disfrutado".

sábado, 30 de noviembre de 2019

BITÁCORA

Hábil diseño de promoción, con la "m" creadora.

domingo, 7 de mayo de 2017

LUTO

Los colectivos que defienden a Maduro
Andreína Mujica

La carta del maestro Carlos Cruz Diez devuelve fuerzas perdidas, nos muestra la Venezuela que hay que recobrar, exhorta a la reflexión y a la elaboración de nuevos discursos, es un filósofo del arte y del oficio de vivir, hasta la indolencia de Dudamel –que hacía naufragar tanto talento entre ego y cobardia– ha sucumbido y ha presentado una carta clara después del vídeo ambiguo como Papa en Vaticano

En 1992, Belinda, una estudiante de Trabajo Social se encontraria con la muerte de la mano de un policía metropolitano

El año 1992 lucia alarmantemente tranquilo en relación a lo que seríamos 20 años más adelante. En la Universidad Central religiosamente, cada jueves, había manifestación en las puertas de Plaza Venezuela. Belinda, una estudiante de Trabajo Social hallaría la muerte de la mano de un policía metropolitano que le disparó una metra dejándola prácticamente vegetal. La Universidad colapsó, nos invadió una tristeza acompañada de una impotencia que parecía interminable.

Una joven de 20 años había perdido la vida en una protesta estudiantil, habría podido ser yo o peor aún alguno de los amigos que estaban a mi lado. Cargamos su féretro, fuimos un solo grito silencioso en su despedida. Pensamos que esto no podía ser peor, un caso como este nunca más volvería a repetirse, nosotros juramos no olvidar a Belinda, de hecho hay una placa en Trabajo Social en homenaje a su trágica y temprana muerte.

Quedamos en pañales. ¿Cuántas veces Belinda en está dictadura cínica y perversa? Ha quedado claro que NUNCA MAS un militar en el poder, esto es lo mínimo que hemos aprendido y, sin embargo, seguimos rogando que así sea, cada mañana y a cada instante.

Dicen que un buen estratega se adelanta dos pasos a su enemigo. ¿La oposición, llámese MUD, diputados, alcaldes, etc, tiene esto claro? Los soldados, los guardias nacionales, la policía bolivariana, los colectivos no son venezolanos, no pertenecen a mi país, unos serán cubanos entrenados para aniquilarnos y otros el mentado «hombre nuevo hecho en revolución», pero no representan Venezuela, eso es seguro.

Estos años nos han enseñado que periodistas como Fernando Del Rincón o un entrevistador como Jaime Bayly tienen una venezolanidad insospechada, Almagro está tan comprometido que uno cree haber tenido clases con él en las aulas de la UCV. Pero esto no basta. Si bien fuimos «inoculados» por un surtido grupo de cubanos entrenados para matar, urge que integrantes de las Fuerzas Armadas defiendan lo que juraron defender, saquen fuerza y el coraje suficiente para enfrentar a este ejército sanguinario que está asesinando a la gente a cuenta gotas y con perversion. No son colectivos, son paramilitares enfermos.
VAN 39
Juan Pablo Pernalete le explotaron el pecho; Angel Enrique, un joven de 25 años, nadador, deportista lo desmembraron en la autopista
A Juan Pablo Pernalete le explotaron el pecho, Angel Enrique, un joven de 25 años, nadador, deportista lo desmembraron en la autopista, el fotógrafo de 19 años que fue pisado por una tanqueta, no una sino dos veces y un milagro lo tiene con vida. La estudiante en San Cristóbal quedó como un dibujo inerte sobre el pavimento, el joven músico no tocará más el violin porque le quitaron la vida de un tiro en el cuello, cientos de personas tienen sus cuerpos marcados con lesiones de perdigones, balas que pasando surcaron extremidades, la firma de Chávez son las quemaduras de segundo y tercer grados de los manifestantes, el chavismo tomó un camino sin retorno posible, el horror, la perversión, la crueldad.

Como si estuviésemos en el siglo XVIII, el vídeo de un PNB disparando con tal efervescencia que atina al cuello de su compañero es tan sólo una muestra del afán por apretar el gatillo cuantas veces sea posible sin mirar consecuencias.

La señora portuguesa que se para ante la tanqueta, el cuerpo desnutrido y desnudo de aquel que parecía un Cristo rogando biblia en mano que pararan de gasear a la manifestación, el chico que toma un cuatro y anima a no claudicar con la fuerza de la convicción, la toma que se repite como si de un lopper se tratara de un estudiante armado con un pañuelo tomando en sus manos una bomba lacrimógena y devolviéndola a sus agresores sin miedo, todos y cada uno se van convirtiendo en suerte de íconos de lucha, pero, ¿hasta cuándo veremos bailar a Maduro?

La carta de Cruz Diez devuelve fuerzas perdidas, nos muestra la Venezuela que hay que recobrar, exhorta a la reflexión

Tiene que haber estrategia, fechas aproximadas, medidas a tomar, acciones que sorprendan a los opresores. La carta del maestro Carlos Cruz Diez a sus 94 años devuelve fuerzas perdidas, nos muestra la Venezuela que hay que recobrar, exhorta a la reflexión y a la elaboración de nuevos discursos, es un filósofo del arte y del oficio de vivir, hasta la indolencia de Dudamel que hacía naufragar tanto talento entre ego y cobardia ha sucumbido y ha presentado una carta clara después del vídeo ambiguo como Papa en Vaticano.

Toca trabajar por etapas, pero estar preparados para las que se avecinan. Saldremos de esto con honor y cicatrices. Seremos mapa nuevo de país, ni IV ni V, una nueva Venezuela debe nacer. El chavismo debe ser sepultado, no los manifestantes.

Fuente:
http://actualy.es/protestas-2017-estrategias-discursos-urgencia/

domingo, 31 de julio de 2016

NOTICIERO RETROSPECTIVO






- Guillermo Meneses. "Alfredo Boulton y Juan Pedro López". El Farol, Caracas, nr. 207 de 10/1963.
- Juan Nuño. "El perverso mundo de los comics". El Nacional,  Caracas, 31/01/88.
- Juan Röhl. "Ligero esbozo de la pintura venezolana". El Farol, nr. 160 de 02/54.
- Luis Mujica. "El abstraccionismo de Omar Carreño". Élite, Caracas, nr. 2049 del 02/01/65.

domingo, 5 de junio de 2016

RELACIONAMIENTO



Evangelio Dominical: Viuda de Naín
José Martínez de Toda (SJ)

Comentario dialogado al Evangelio que se proclama en el décimo domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C, correspondiente al domingo 5 de junio de 2016.  La lectura es tomada del Evangelio según San Lucas 9, 11-17.
"Levántate"
¿Cómo resucitó Jesús al hijo de la viuda?
Jesús iba llegando rodeado de gentío a Naín, ciudad a nueve kilómetros de Nazaret y cerca de Cafarnaún. De pronto ve que sale de la ciudad un cortejo fúnebre. Se acerca y se entera que llevan a enterrar al hijo de una viuda.
Se conmueve de lástima: pobre madre, sin su hijo. Y dentro de unos años, ¿quién cuidará de ella en aquella sociedad patriarcal y machista?
Jesús no espera a que ella le hable. Le dice: "¡No llores!" Y al muerto: "Levántate".
De esta forma Jesús restituye a la mujer el sentido de su vida: su único hijo.
¿Qué lecciones se desprenden de este milagro?
Jesús actúa por compasión. Se pone de manifiesto la delicadeza de Jesús con las mujeres, con sus penas y sufrimientos, con sus situaciones de desamparo y con la desigualdad en que vivían, entonces más que ahora. Una vez más queda patente la sensibilidad de Jesús, su bondad y su respeto hacia los débiles y los peor tratados por la vida.
Jesús quería otro modelo de sociedad, una sociedad, en la que las mujeres sean tratadas en igualdad con los hombres, y donde todo fuera distinto en la familia, economía, derecho, cultura, en todo... A esto es a lo que apunta el evangelio. No trata meramente de hacernos más piadosos y espirituales. Eso es bueno. Pero si la espiritualidad no nos lleva a modificar el modelo de sociedad en que vivimos, esa espiritualidad no sirve sino para engañarnos o tranquilizar inútilmente nuestras conciencias. (José Mª Castillo).
Este milagro se parece al de la 1ª Lectura de hoy. ¿Hay alguna relación real?
Los paralelos entre la historia de Sarepta (1ª Lectura) y la de la viuda de Naín son impresionantes. Ambos, Elías y Jesús, llegan a una ciudad (1 Reyes 17:10, 17; Lucas 7:12).
Ambos tratan a una viuda cuyo único hijo ha muerto (1 Reyes 17:17-18; Lucas 7:12).
Elías clama al Señor, y Jesús tiene compasión (1 Reyes 17:20-21; Lucas 7:13).
Elías se pone sobre el niño, y Jesús toca el féretro (1 Reyes 17:21; Lucas 7:14).
Gracias a Elías "el alma del niño volvió a sus entrañas, y revivió". Gracias a Jesús "el joven que había muerto se incorporó y comenzó a hablar" (1 Reyes 17:22, Lucas 7:15).
Cada uno, Elías y Jesús, "se lo dió a su madre" – las palabras en la versión griega septuagésima del Antiguo Testamento son exactamente iguales (1 Reyes 17:23; Lucas 7:15).
La madre le dijo a Elías: "Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca"; y la multitud dijo de Jesús: "un gran profeta ha surgido entre nosotros" (1 Reyes 17:24 y Lucas 7:16).
¿No hay ninguna diferencia?
La diferencia más grande entre las dos historias está en la facilidad con que Jesús resucita al hombre muerto. Mientras que Elías se puso sobre el niño tres veces y oró a Dios que restaurase la vida del niño (1 Reyes 17:20-22), Jesús simplemente tocó el féretro y le mandó al joven que se levantara (Lucas 7:14). Paulo Coelho, el escritor brasileño más vendido en nuestros días, escribió en 1996 su novela "La Quinta Montaña", que cuenta la relación de Elías con la mujer de Sarepta.
El profeta Eliseo también resucitó al único hijo de una mujer sunamita (2 Reyes 4:18-37). Sunem estaba ubicada a 11 kilómetros al sur de Nazaret. Como se ve, geográficamente, el lugar donde Jesús resucita al hijo de la viuda se encuentra bastante cerca de donde Eliseo resucitó al hijo de la mujer sunamita.
¿Por qué relacionan a Jesús con los profetas Elías y Eliseo?
Dios había prometido a Moisés, "Les suscitaré un profeta de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare" (Deuteronomio 18:18) – promesa que señalaba hacia la venida del Cristo (Hechos 3:22-23; 7:35-37). La multitud conocía este texto de Moisés y, aunque quizá no comprendiera exactamente el significado de sus palabras, proclama que la promesa ha sido cumplida en Jesús.
Para Lucas, Jesús es un profeta que cumple y supera a Elías. En la Transfiguración lo coloca acompañado de Moisés y Elías, pero superándolos. Jesús es un profeta de acción, que no solo tiene ojos para ver el presente y discernir el futuro, sino que también tiene poder de sanar a los más menospreciados y expuestos de la sociedad, al igual que los profestas Elías y Eliseo.
El pueblo añade: "y que Dios ha visitado a su pueblo" (Lc 7, 16). Estas palabras recogen un tema del "Benedictus", donde Zacarías habló proféticamente de Dios que había 'visitado' a su pueblo, trayendo la redención (Lc 1, 68). Esa profecía ahora se realiza en Jesús. Sin embargo, aunque mucha gente lo ve así, las autoridades religiosas de Jerusalén, no reconocen tal 'visita.' Por eso Jesús llora por Jerusalén 'por cuanto no conociste el tiempo de tu visita' (Lucas 19:44).
El relato de Lucas pretende destacar que, al igual que Elías y Eliseo, Jesús es el gran profeta que Dios ha enviado a su pueblo. La multitud funciona como un coro griego. Está ahí para presenciar, interpretar, y relatar este milagro de restauración.
¿Es importante la relación de Jesús con Elías y Eliseo?
Efectivamente, por dos razones:
1)El Dios de Jesús, al igual que el de Elías, no es un Dios nacionalista y, por tanto, excluyente. Dios quiere por igual a todos los seres humanos de todos los pueblos, culturas y religiones. Sarepta no era una ciudad judía de Israel, sino de paganos. Esto había irritado a los habitantes del judío Nazaret, que reclamaban a Jesús que hiciera allí los Milagros que hacía en Cafarnaún y pueblos paganos vecinos (Lc 4, 24-30).
2) El Dios de Jesús es el Dios de la vida, que vence a la muerte, da vida a todos, sea cual sea su religión, cultura o forma de vivir. Esto nos desconcieta. Pero así es Dios de grande y genial. (José Mª Castillo).
Por fin Jesús aprovecha el milagro para responder a los mensajeros enviados por Juan, que le preguntaban si Él era el Mesías o debían esperar a otro. Jesús les dice "Vayan, den las nuevas a Juan de lo que han visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres es anunciado el evangelio" (Lc 7, 22). 
Fuente:
http://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-viuda-nain
Pieza: Carlos Cruz Diez. 

miércoles, 25 de mayo de 2016

+ Y MIL VECES 10

EL NACIONAL, Caracas,21 de mayo de 2016
Cruz-Diez y la arquitectura
Edgar Cherubini Lecuna

La poética del hábitat y la libertad de enfrentar un proyecto con total libertad, han motivado a destacados arquitectos a fusionar el arte a la arquitectura, logrando que la utilidad trascienda en belleza. En los espacios urbanos modernos, los artistas han adquirido un papel protagónico, al participar con sus obras en la conformación del bienestar espiritual del habitante de la ciudad.
“Las obras de arte en las edificaciones y en los espacios públicos despiertan las percepciones dormidas del que las observa, sacándolo de su rutina y estimulando su imaginación a otras lecturas de la realidad, del tiempo y del espacio”, expresa Carlos Cruz-Diez, quien desde 1967 ha realizado numerosas obras de integración a la arquitectura y en los espacios públicos de diversas ciudades del mundo. “Dichas obras adquieren un valor emocional y afectivo, contribuyendo a afianzar el sentido de referencia, pertenencia y orgullo del ciudadano en relación al entorno patrimonial de su hábitat, comunidad, pueblo, ciudad o región. Una obra de arte urbana le pertenece al ciudadano”, afirma el artista.
Solo para mencionar algunas de sus intervenciones más conocidas, citemos la emblemática Ambientación de Color Aditivo para el muro y pisos del hall central del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía (1974). Otra podría ser el Environnement Chromatique (1975), una intervención integral en el interior del edificio Sede de la Union des Banques Suisses (UBS), en Zúrich, Suiza; o la monumental Ambientación Cromática, en el complejo Hidroeléctrico de Guri (1977), colosal obra de la ingeniería venezolana. La Fisicromía Doble Faz (1991) en el Parque Ferial Juan Carlos I, en Madrid o la Spirale Virtuelle en Suwon (2001), Physichromie en el parque olímpico de Seúl, entre otras.
Otro proyecto que se destaca debido a su escala, es la ambientación Marlins Great Plaza Chromatic induction in a Double Frequency, en el Miami Marlins Ballpark Stadium, Miami, Estados Unidos, 2012. Esta obra, financiada por el Miami-Dade County Art in Public Places Program, cubre un área de 1.672 m2 de corredores al aire libre alrededor del estadio. Durante la temporada de béisbol, el número de visitantes se eleva a 55.000 personas por día, que experimentan las variaciones  cromáticas a medida que se desplazan. La fabricación e instalación de esta obra estuvo a cargo de la empresa Logistics Fine Arts, en Miami.
Hay otros ejemplos de integración a la arquitectura de obras de Cruz-Diez, sin embargo hoy hablaremos de las cuatro más recientes. La primera de ellas es la Transchromie Washington (2014), en el Covington & Burling LLP hall building, Washington DC. Se trata de una intervención en el hall del edificio con una Transchromie en 13 secciones con una longitud total de 34,6 m, y dos Physichromies de cuatro metros cada una. El proyecto es de la firma Debra Lehman-Smith (LSM) y la fabricación e instalación de la obra correspondió también a Logistics Fine Arts.
Otra de las obras es la Transchromie Faena (2015), de 8 metros de altura, en el lobby del edificio residencial Faena House, situado en Collins Avenue, Miami Beach, proyecto de la firma Foster & Partners, que ha sido reseñada por diversas revistas de arquitectura como un modelo de condominio. Logistics Fine Arts fabricó e instaló la obra.
En Panamá, el edificio Kenex Plaza estrena una Cromoestructura de Cruz-Diez, con la que el artista interviene los espacios interiores y las dos fachadas. La obra abarca tres pisos y sus dimensiones son de 36 metros de largo por 9 metros de altura en el lado este y 42 metros de largo por 9 metros de altura en el lado norte de la estructura. La fabricación e instalación estuvo a cargo del taller Articruz en Ciudad de Panamá.
Cruz-Diez piensa que lo ideal para una intervención, es participar a partir del momento en que se elaboran los planos. “La implantación de una obra de arte integrada a un proyecto arquitectónico, debe ser producto de la reflexión de un equipo integrado por el artista, el urbanista, el arquitecto, el ingeniero, el paisajista, artesanos, técnicos y promotores, para un resultado coherente y armonioso”.
La cuarta obra a la que haremos referencia la realizó en São Paulo, la metrópolis comercial más importante de Brasil y uno de los centros financieros, de negocios y culturales más importantes del mundo.
Esta vez, Cruz -Diez brindó su aporte a la arquitectura brasileña al integrar una obra suya al edificio Berrini One, obra del grupo Bueno Netto y de los arquitectos Gian Carlo Gasperini y Roberto Aflalo.  Se trata de un complejo de 140 metros altura, concebido en vidrio, con un área de 32.060 M2 de oficinas.
En relación a la obra del artista, tanto los sistemas de fabricación, planos e instalación de la Physichromie Berrini One, estuvieron a cargo del Atelier Cruz-Diez de París, bajo la supervisión de Carlos Cruz-Diez, hijo.
La Physichromie Berrini One (2015), instalada en el vestíbulo de entrada y parte de la fachada del edificio comprende una estructura de 60 metros de largo y 3 metros de ancho. Consiste en trampas de luz en las que interaccionan tramas de color que se transforman las unas con las otras, generando nuevas gamas cromáticas que se repiten incansablemente, sin llegar a ser exactamente las mismas, debido a la intensidad de la luz o el ángulo y trayectos de las personas que transitan por esos espacios.
En el edificio Berrini One, el hecho arquitectónico se transforma en un escenario donde los habitantes y visitantes del edificio, al interactuar con la obra de Cruz-Diez, se convierten en coautores de la misma, al generar variaciones cromáticas en el espacio y el tiempo de su trayecto. Estamos hablando de un nuevo concepto de hábitat.
http://www.cruz-diez.com/es/work/integracion-a-la-arquitectura_1/
http://www.cruz-diez.com/es/work/intervencion-en-el-espacio-urbano_1/
Fuente:
http://www.el-nacional.com/edgar_cherubini/Cruz-Diez-arquitectura_0_851315090.html

domingo, 24 de mayo de 2015

NOTICIERO RETROSPECTIVO








- Jorge Eduardo Bosch. "Cubismo y surrealismo". El Nacional, Caracas, 23/05/1948.
- Bélgica Rodríguez. "Un museo ara niños". El Nacional, 06/08/78. Papel Literario.
- Víctor Alberto Grillet. "Arte venezolano". El Universal, Caracas, 01/12/46.
- Alfredo Arvelo Larriva. Élite, Caracas, nr. 1255 del 22/1949.

Reproducción: Carlos Cruz Diez, según Juan. El Globo, Caracas, 08/05/1993.

sábado, 28 de marzo de 2015

BITÁCORA


Hace poco, recibimos un inusual mensaje de texto: "@MCEFM # OrgulloDeSerMirandino HOY # 28MARZO natalicio de Fco de Miranda Gran Procer, Precursor y Venezolano Universal por su legado y lucha, hoy reafirmamos nuestro compromiso con Venezuela, viva MIRANDA!Atte.@JonathanPatti". Inmediatamente, recodamos la ilustración recientemente escaneada y, por supuesto, la obra de Giovanni Meza Dorta ("Miranda y Bolívar. Dos visiones", Caracas, quien definitivamente nos puso en síntonía con el extraordinario venezolano. Huelga comentar sobre la autoría de los trazos.

LB 

domingo, 31 de agosto de 2014

EL MATIZ INFINITO

El Nacional Todo en Domingo - Domingo 24 de Agosto de 2014     TODO EN DOMINGO/8
El artista feliz
El domingo pasado cumplió 91 años intensamente vividos. En lo que va de 2014 lanzó una colección de vestidos con Oscar Carvallo, intervino un barco inglés, participa en varias exposiciones, acaba de publicar sus memorias y sigue trabajando a diario. Desde París, Carlos Cruz-Diez repasa su vida con gratitud y entusiasmo
Magaly Rodríguez 

A penas nació, el médico lo dio por muerto.
El hijo del boticario Carlos Cruz y Mariana Diez no parecía respirar. Fue un parto traumático sobre la mesa del comedor de la casa. Lo dejaron solo en un sofá, mientras intentaban salvar a la madre. "Ocurrió entonces que mi tía Clara, desconsolada, se acercó al cuerpecito y mientras lo cubría con una manta se percató de que el recién nacido vivía".
Así relata Carlos Cruz-Diez, en su reciente autobiografía, el episodio de su alumbramiento. Porque fue así, por carambola, que estuvo a punto de no esparcir en este mundo su impronta de colores.
Quizás por eso cuando se le pregunta cuántos años sumó este mes, dice entusiasta: "¡Cumplo 91!".
--¿Qué consideró para seleccionar los momentos relatados en sus memorias? --Desde un principio pensé que debería narrar las cosas gratas y amables de la vida.
Recordar mis tristezas era entrar en la rutina del drama, que ya es parte de esta sociedad.
Comencé a escribir mis memorias hace tres años. Mi nuera Silvia y Edgar Cherubini fueron mis correctores.

Procuré contar cosas fundamentales para mí, sobre todo las más divertidas y las que ofrecieran más información.
--Recordar toda una vida debe remover emociones.
¿Cómo se sintió al revivir esos episodios? --Cuando recordamos, el tiempo se vuelve plano.
Muchas cosas tristes y jocosas reaparecen al unísono y un recuerdo te lleva a otro. Cuando narré quiénes fueron mis ancestros, lo hice para brindarles a las nuevas generaciones una semblanza de una época y una Venezuela desconocida para ellos. También va dirigida a los desmemoriados.
En el siglo XXI vemos cómo retorna el caudillismo del XIX.
--Su padre y su abuelo fueron boticarios. ¿Alguna vez pensó en seguir ese oficio? --Nunca, me interesaban otras cosas. A los 7 años quería ser aviador, pero a los 30 tenía pánico de montarme en un avión. A los 10 quería ser conductor de locomotoras, pero a los 14 estaba inmerso en hacer mis muñequitos: mi ilusión era una tira cómica que se publicara en los periódicos del mundo y le escribí a King Features Syndicate para preguntarles qué hacer para venderles un cómic.
De no ser artista me hubiera gustado ser barbero o barman, profesiones ideales para novelistas.
Accedes con lujo de detalles a las intimidades del más encumbrado personaje y a las del humilde barrendero.
--¿De cuáles decisiones se siente más orgulloso? --A mi edad podría decir que no lo hice tan mal.
Tomé riesgos que en la época parecían temerarios. Primero, supe escoger a la compañera que me ayudaría a estructurar una familia y mi proyecto de artista. Segundo, haber insistido en encontrar algo nuevo en un camino tan trillado como el color. Y, tercero, instalarme en París en el momento históricamente apropiado para mis propuestas. Me dicen que he tenido mucha suerte, pero yo no creo en la suerte, de niño nunca gané una rifa. Los resultados exitosos provienen del trabajo duro, la disciplina, el estudio y de tomar decisiones pragmáticas aunque a veces sean dolorosas.
--¿Cuál fue la enseñanza más importante que recibió de sus padres? --Todas. Me inculcaron la honestidad, el respeto y el amor por el semejante. Con ellos aprendí que la persona más humilde nos puede dar información trascendental. Me enseñaron el hábito de leer, de estar siempre informado y, sobre todo, de leer entre líneas. A escudriñar la vida en busca del humor. Todo eso me ha ayudado a saber vivir hasta hoy. Por eso, se lo he transmitido a mis hijos, tomando en cuenta lo delicado que es educar.

Pintor y serenatero
--¿Hubo algún momento en el que descubrió que quería ser artista? --Desde muy niño pasaba el tiempo dibujando e inventando juguetes. A los 17 años sentía una gran pasión por dibujar y admiraba a los grandes maestros venezolanos. Yo no quería estudiar para ser bachiller, sino para ser pintor como Michelena, Rojas, Tovar, Salas. Se lo dije a mis padres con temor, pero su reacción fue de un eufórico apoyo.
--¿Cómo era la vida del estudiante de la Escuela de Artes Plásticas? --Fue de las épocas más felices. Antonio Edmundo Monsanto, su director, hizo de ella un lugar de encuentro de intelectuales. Existía una gran camaradería entre el profesorado y el alumnado, que contaba además con bellas mujeres de quienes
todos estábamos enamorados. Los nuevos no podíamos entrar donde pintaban los desnudos.
Cuando el profesor se ausentaba, corríamos a ver las modelos desnudas a través de las rendijas de las puertas del salón.
--¿Y cómo se decidió a formar un grupo de serenatas con Alfredo Sadel y Jesús Soto? --No éramos un grupo profesional, éramos amigos y nos gustaban las parrandas... Entre ellos también estaban Juan Vicente Torrealba, René Rojas, Vinicio Adames, Chucho Sevillano, Morella Muñoz, Domingo Mendoza y varios miembros del Orfeón Universitario. Cualquier motivo bastaba para armar el bochinche. En un camión montábamos el piano, la tumbadora, las guitarras, la consabida botella de whisky, soda y una bolsa de hielo. Así llegábamos a las ventanas de las amigas a cantarles.
--¿Cómo conoció a su esposa? --Teníamos unas amigas en la parroquia de San José a quienes llevábamos serenatas. Los vecinos nos aplaudían. Una noche miré hacia el traste de la guitarra, pero mi vista fue más lejos y descubrí a una joven muy bonita que nos escuchaba embelesada. Supe que se llamaba Mirtha y desde ese día las serenatas cambiaron de ventana... Siempre hago honores a Mirtha: con su amor, inteligencia y lucidez, entendió mi proyecto y formó a nuestros hijos para que fueran parte de él sin que ninguno perdiera su personalidad ni su independencia.
Sin ese equipo, tal vez no hubiera podido realizar mi obra en la dimensión que me propuse.
--¿A qué atribuye que toda su familia siga tan involucrada con su trabajo? --La estructura familiar que hemos logrado ha permitido a nuestros hijos desarrollar sus proyectos individuales y resolver su economía. Como resultaron gerentes eficientes, dejé en sus manos la administración de los talleres y la divulgación de mi obra. Carlos y Adriana se ocupan del Taller de París y Jorge del de Panamá. Fue de ellos la iniciativa de crear la Cruz-Diez Foundation en Houston, y el año pasado Carlos inauguró Espace-Expression en el Wynwood Art District en Miami, una innovadora sala donde un curador puede proyectar una exposición sobre un tema como si fuera para un museo. Las obras son de galerías y coleccionistas y están a la venta.

Paleta de velocidades
--Buena parte de las artes visuales ahora no tienen un soporte físico sino virtual. ¿Le parece que eso sea un riesgo para las artes plásticas? --Yo diría que las nuevas tecnologías pueden contribuir a nuevas manifestaciones de arte, pero no anulan las anteriores. Hay quienes están rescatando la máquina de escribir por ser más segura que la computadora. Yo hice un aguafuerte hace poco, cada cosa tiene su utilidad. Diseñé una línea de accesorios para damas. ¿Por qué no? No solo es arte una tela que guinda de un clavo.
--Muchos venezolanos emigrantes están retratando sus pies sobre el Color aditivo del piso del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar. ¿Cómo se siente al ver esas fotos? --Me conmueven profundamente. Cuánta desesperanza acompaña a los que sin ningún proyecto se ven obligados a abandonar su país. Ese testimonio nos demuestra cómo la obra de arte integrada al entorno se hace parte de nuestra historia. ¿Qué mejor respuesta puede recibir un artista?
--Para su obra ha aprovechado puertas, vitrales, plantas, vestidos. ¿Hay algún otro formato que le gustaría probar? --Tal vez con un tren de alta velocidad. Hace años, cuando estaban cambiando la imagen de Alitalia, propuse crear una cromosaturación para el interior de los aviones. El color del ambiente se iba modificando durante las horas de vuelo. No se realizó porque presenté el proyecto demasiado tarde.
--Este año intervino un barco centenario en Inglaterra... --Fue un encargo honorífico de la Tate Gallery de Liverpool.
Era para un acto de conmemoración muy importante, la guerra de 1914. El barco se convirtió en un ícono de la ciudad y es muy visitado.

--Hace poco fue noticia una obra suya removida del jardín de un colegio francés. ¿Alguien se ha comunicado con usted? --Las autoridades me llamaron. El funcionario encargado me escribió para excusarse del vergonzoso error e informarme que la obra será reconstruida. A pesar de la destrucción me siento satisfecho, porque la noticia ha causado un escándalo en toda Francia y va a despertar conciencia sobre el mantenimiento de las obras de arte contemporáneo.
--En su libro confiesa que dudó si podría ser un verdadero artista porque no quería convertirse en un creador atormentado como algunos colegas. ¿Ha sido un artista feliz? --No me quejo. He disfrutado mucho la vida, he recibido grandes reconocimientos... Sé que me queda poco tiempo y trato de no desperdiciarlo. Sigo trabajando porque hay ideas que quiero dejar bien planteadas. Pero sí, me siento un hombre feliz.
--Para un artista a veces el ego es un problema. ¿Alguna vez se le subieron los humos? --Eso es verdad. Hay artistas a los que es mejor conocer solo por su obra porque son personas indeseables. Creo que eso no llegó a pasarme porque siempre he necesitado de la gente, porque fui hijo único. Yo no soy un genio ni soy especial. Soy una persona que tenía algo que decir y que insistió.

miércoles, 16 de julio de 2014

MARES

El sol y el barco de Carlos Cruz Diez
Esteban Castillo
Julio 14, 2014

Hace años el sol alumbraba, sus líneas, sus colores, su construcción radial estaban allí, las armonías del maestro Carlos Cruz Diez, obra que era el reflejo de muchos años de trabajo. "El homenaje al sol”, su verdadero nombre. Hoy ésta maltratada, humillada, rayada, oxidada, es como si no existiera, olvidando muchos que, hoy por hoy, es un símbolo, es un icono de la ciudad. Siento un gran pesar al verla abandonada. Construida en el año 1989, fue un regalo del maestro para la ciudad. Un viejo barco de la primera guerra mundial, que estaba en Liverpool, Inglaterra; barco que estaba esperando por el artista le diera vida, así, hoy, ese barco entra en el océano de tantas obras urbanas que Carlos Cruz Diez ha realizado. Será un acontecimiento y se convertirá en un paradigma del arte urbano. Esa invitación a pintar ese barco, es un ejemplo como los gobernantes pueden dinamizar una ciudad a partir de una obra de arte, una bienal, una feria de arte, un museo o una casa de la cultura. El arte se convierte en fuente de trabajo, atrae público, sensibiliza a las personas. El monumento al sol y el barco de Carlos Cruz Diez, son dos obras en metal. Un barco de comienzo del siglo pasado se actualiza con la experiencia de los colores de éste gran creador. El "Homenaje al sol”, rayada, orinada, oxidada, huérfana y ofendida; ésta allí esperando, que los barquisimetanos comiencen a quererla. Sin embargo, hay barquisimetanos que aman su ícono. Dos obras de metal, una que se ha dejado que el tiempo y la naturaleza la ataquen, que algunos grafitis la ultrajen, y muy lejos, un barco, que ha sido renovado; que se coloca en la palestra internacional del arte. El arte urbano enriquece visualmente la ciudad. En una ciudad sin Arte; la urbe pierde el sentido. Hace años, en una visita que hiciera el artista a Barquisimeto se molestó mucho al ver cómo su obra estaba rodeada de vallas publicitarias, la alcaldía de ese momento las quitó. Hoy no quisiera que el maestro Carlos Cruz Diez viniera a ver su obra. Seguro que se molestaría. Espero que le gobernación y la Alcaldía se ocupen de restaurar esta obra de gran valor universal. El arte es muy importante para las personas, sobre todo, en las grandes urbes…

Fuente: https://www.facebook.com/esteban.castillo.58726823
Cfr. http://www.liverpoolconfidential.co.uk/Culture/Arts/Edmund-Gardner-dazzleship-Liverpool-Biennial

martes, 10 de junio de 2014

CUADERNO DE BITÁCORA

El maestro Carlos Cruz Diez

Cuando veo el “Monumento al Sol” tengo tristeza de ver como se encuentra; tengo vergüenza como ciudadano como ha sido rayada y como el óxido ataca las láminas que forman la superficie donde está pintada esa gran obra. No lo hemos dado de cuenta que es una gran obra.
Como artista y como Barquisimeto me siento orgulloso que esa gran obra esté en mi ciudad. Parece que muchos no les importa esa obra.; obra para quererla, cuidarla, protejerla…Hace años, el maestro Carlos Cruz-Diez se molestó porque estaba rodeado de vallas publicitarias y la Alcaldía las quitó. Cada diciembre he atacada con los adornos navideños. Muchos no han comprendido que es una obra de ARTE URBANO.
Quiero dejar esas imágenes de su libro: Carlos Cruz Diez” Vivir en Arte “Recuerdos de lo que me acuerdo” y algo, muy espacial, un barco pintado con una obra del Maestro Carlos Cruz- Diez. Una muestra, que el maestro es estimado por el mundo, falta querer a lo nuestro. Mi recordado maestro, Felicitaciones!!!
Un fuerte abrazo y mi amistad de siempre.
Su amigo Esteban Castillo.


Fuente:
https://www.facebook.com/esteban.castillo.58726823

domingo, 9 de marzo de 2014

AFILIACIÓN

Del sano escepticismo
Luis Barragán


Además de Rafael Barrios, Carlos Cruz Diez nos ha llamado poderosamente la atención en los últimos años. Hay un gusto por la virtualidad que, en ambos casos, cuenta con una rica bibliografía y una profusa hemerografía que facilitan todo intento de explicación.

Prolongando el placer estético, casi inadvertidamente buscamos alguna orientación en la materia y, en lugar de un test hasta psicológico, acaso permisible, creemos atisbar una historia de la sensibilidad que nos define colectiva y periódicamente.  Inexpertos, siendo otro el oficio que nos ocupa, constatamos que las urgencias de la más contemporáneas de las Venezuela que se agolpan en toda crisis, damos  con nociones, ideas y propuestas que igualmente ayudan a definirla, aunque creamos postergarlas.

El arte no contrasta ni moviliza con la intensidad que refleja la vieja prensa, hoy convertido en una militancia secundaria. Quizá se deba a la desaparición de un fenómeno antaño consistente y comprometedor que ahora no tiene equivalente y, así, por ejemplo, refiere Simón Noriega: “La crítica del arte de los años sesenta estuvo marcada por ruidosos enfrentamientos entre los críticos del arte, debido a la defensa de sus gustos artísticos, supeditados a veces, abierta o sutilmente, a sus posiciones ideológicas y a su visión histórica de la humanidad” (“La crítica de arte en Venezuela”, ULA, Mérida,  2011: 203).

Consabido, la llamada postmodernidad impactó y desorganizó toda escuela, descalabrando las fronteras políticas para ocultar el propio descalabro cultural.  Paradójicamente, en nuestro país, la catástrofe ha permitido que, en nombre de un pretendido nuevo modelo socialista, el viejo se imponga con una vocación que no es otra que la estafa, a pesar que – más por la confusión y pereza – no aterrice en aquél realismo estalinista que tuvo una brutal versión cubana.

El nuestro, es un salto hacia la premodernidad y, por ello, el reclamo estelar es por la libertad más que otras escolaridades estéticas.  Si de historia lineal se trata,  volvemos a una etapa que creímos superada, incluyendo las posiciones políticas actuales y las supuestas neutralidades que suscita, por muy aseadas, equilibradas y hábiles que se quieran: a guisa de ilustración, condenamos la violencia venga de donde vengan, pero esto no nos releva de establece las caras responsabilidades del gobierno en las más recientes faenas de represión que claramente lo comprometen.

En la edición de El País de Madrid del 24 de febrero del presente año, con una magnífica fotografía de Uly Martin, Miguel Ángel Vega logró entrevista a Cruz Diez, quien hizo algunos interesantes planteamiento que deseamos brevemente comentar. A sus 90 años, exhibe un entusiasmo ejemplificador que también nos llena de orgullo.

Orgullo, sobre todo, por una intensa trayectoria de búsqueda que hemos tenido ocasión de admirar en la prensa de los años ’40, ’50 y ’60 del siglo pasado, comprobando que sus hallazgos jamás fueron el fruto de una literal apuesta.  Incansable, ha hecho de la imaginación un vibrante desempeño profesional, concluyendo que “el  arte puede ser cualquier cosa que la inteligencia y la sensibilidad del hombre puedan convertir en arte”.

Agregó: “Me costó años de dudas, fracasos y lecturas. El color no contaba nada para los filósofos, era una anécdota banal. Lo importante en la pintura era el tema, la perspectiva y el dibujo. Descubrí que no era así. Felizmente, nunca nada está agotado. Se lo digo a los jóvenes. Estamos en un momento maravilloso de reinventarlo todo. Nos hallamos al final de un ciclo que comenzó en el siglo XVII. Hemos cumplido todos los discursos económicos, políticos y filosóficos. Hay una nueva ciencia, que ya no son las nociones del espacio tiempo de Einstein, es la teoría de cuerdas [11 dimensiones y universos paralelos]. Una fuente nueva de invención para los artistas”.

Convicciones que ha llevado a la calle, materializándose en lugares que las convenciones artísticas supusieron ajenos: “Entonces, ¿por qué no ir a la calle? Es donde más tiempo pasamos. La calle no nos proporciona nada, llegamos a casa totalmente vacíos. La calle solo genera agresión”. Y esto nos permite recordar, en los años de nuestra militancia política juvenil, cuando tratábamos de traducir las opiniones de una Bélgica Rodríguez sobre las generaciones y las novedades estéticas, procurándolas en un campo tan sólo visiblemente extraño.

La angustia es porque, al desconfiar de toda escuela construida y en construcción, como igualmente lo ameritan los nuevos tiempos, el discurso político está rezagado y se contenta con la recreación de lo heredado bajo el reino terrible del eufemismo.  Peor aún, levanta rudas sospechas toda abstracción necesitada de concretarse, aunque los valores y principios, como el de la libertad y de las libertades, pugnan por hacerse de una posición en la polémica pública.

Interpelado por la situación venezolana, Cruz Diez nos remite a su grave angustia e incertidumbre, pues siendo “una situación que se esperaba” y esperando que la “inteligencia gane la partida”, subraya que  “en  mi país los problemas nunca han sido económicos sino culturales (…) al venezolano no se le ha enseñado a pensar” y “actúa por las tripas”.

La contundente aseveración que pudiera irritar la estima de sus lectores, ofrece un diagnóstico que, pudiéndose compartir o no, en relación a su exactitud, tiene el coraje de una denuncia que la entendemos como consecuencia de la mentalidad rentista que todavía pesa y se ha convertido en piedra angular de un régimen que la agudizado, sirviéndole para toda suerte de manipulaciones. El artista nos remite al arte como una reflexión más trascendente que la política: “Porque lo político es circunstancial y la reflexión del arte no lo es. Es la reflexión del hombre y la humanidad, que es permanente”.

Añade: “… No soy político. Nunca he querido hacer política. Aunque nos concierne a todos. Cuando salí de la Escuela de Artes me planteé qué debe ser un artista. ¿Es un reportero que cuenta lo que ven sus ojos? Y empecé a hacer pintura de denuncia. Creía que diciendo que la gente era pobre esa situación podría cambiar. Con el tiempo vi que no tenía ningún efecto. Supe que era más generoso hacerle partícipe del placer que sentía en la pintura que decirle: ‘Tú eres pobre’. Porque no iba a ser capaz de cambiar su situación”. Sin embargo, no hay denuesto sobre la política, sino que la endereza hacia su referente fundamental.

No percibimos la neutralidad que frecuentemente suelen asear, traicionándola, artistas de otros ámbitos que, por admirados que sean, en la práctica toman partido, aprovechándose de las circunstancias.  La ya célebre misiva de Gabriela Montero a Gustavo Dudamel, nos ahorra el comentario.

Cruz Diez acude al escepticismo político que no supone la engañosa imparcialidad, proveniente de la poderosa convicción que lo anima:  “Tengo una gran desconfianza en las ideas y en las religiones. Ambas están sustentadas por millones de cadáveres (…) Un artista nunca tiene que matar al otro ni atropellarlo para hacerse oír”. En consecuencia, el temor es naturalmente hacia las escolaridades represivas que ha conocido o están por conocerse, pero – al invocar la nueva ciencia – subyace la necesidad de la invención política que jamás se bastará por sí misma.

Resulta diferente inscribir al artista como parte de una parcialidad, logia o capilla política e ideológica, como el congresista de los sesenta preguntaba del equipo en que jugaba de acuerdo a la traviesa ilustración de Pedro León Zapata, supuestamente desavisado (El Nacional, Caracas, 20/10/1966). Podemos afiliarlo a la Venezuela que pugna por emerger en el presente siglo, en demanda de otros destinos.

Fuente:
http://opinionynoticias.com/opinionnacional/18504-del-sano-escepticismo

viernes, 28 de febrero de 2014

TRAZOS

EL PAÍS, Madrid, 24 de febrero de 2014
“Ahora vivimos la perversión del arte. Pero es sinónimo de progreso”
Carlos Cruz-Diez, pintor venezolano y creador del ‘Op-Art’, reflexiona en la feria ARCO sobre el arte actual y su decadencia
ESPECIAL Una semana con mucho arte
Miguel Ángel García Vega 

“Ed è subito sera”. “Y de repente, la noche”. La oscuridad. Lo negro. El verso del poeta y Nobel italiano Salvatore Quasimodo atraviesa como un rayo de luz la conversación con Carlos Cruz-Diez (Caracas, Venezuela, 1923), un mago del color. Presencia central de la historia del arte del siglo XX, fue uno de los creadores del Op Art allá por los años sesenta. Consiguió que su trabajo tuviera visibilidad cuando los grandes muralistas mexicanos, como Diego Rivera, lo ocupaban todo y no se entendía un arte que no fuera social. A contra corriente persiguió la raya, el color, lo lúdico; la luz frente al negro. El gozo de vivir. Durante un cierto tiempo algo postergado, coleccionistas imprescindibles, como Patricia Phelps de Cisneros, reivindicaron su trabajo, y lo óptico ganó una segunda vida. Ahora tiene 90 años y sabe que el barquero aguarda para cruzar la laguna. Da igual. Activo, afable y muy lúcido (cita la teoría de cuerdas en la entrevista) no cesa de hacerse fotos, saludar, firmar catálogos. Todos le llaman “maestro”. Sonríe agradecido y mira, con coquetería, a una mujer que le tiende un catálogo. “Maestro, ¿le importaría?” “Claro”, responde agradecido. Estamos en ARCO.
Pregunta. ¿Qué hace aquí? Una feria no es un lugar para un artista.
Respuesta. Cierto, es el sitio para encontrar a los amigos. Un lugar para ver qué se está haciendo últimamente. Lo curioso es que las ferias las inventaron los vendedores de arte y ahí no tenían cabida los artistas. Maastricht, Basel, París… eran para los galeristas. Poco a poco fueron llegando coleccionistas y después los creadores. Hoy en día es un encuentro de todos; algo muy positivo.
P. Pero ahora parece que, desgraciadamente, el dinero inunda el arte.
Con el tiempo vi que la pintura de denuncia no tenía ningún efecto. Supe que era más generoso hacer partícipe a la gente del placer que sentía en ella que decirle: “Tú eres pobre”
R. No solo inunda el arte sino todo. Nunca ha habido tanto dinero flotando en el planeta, lo que no significa que las desigualdades sociales se hayan resuelto. Hay mucho dinero y uno de sus refugios es el arte. Siempre ha sido así. Al haber una enorme demanda surge mucha mercancía. Mercancía que no es arte sino mercancía. Felizmente, la historia se encarga de eliminarla. Porque el gran enemigo del artista es el tiempo. Permanecer. Es lo difícil.
P. Pero el tiempo se le agota. ¿Cómo es su relación con la muerte?
R. Por supuesto que pienso en la muerte y estoy acelerando el paso, porque creo que todavía tengo muchas cosas que decir.
P. Permítame una mala pregunta. ¿A Venezuela qué color le pone estos días?
R. Estoy muy angustiado. Hay un tránsito en Venezuela del cual no sabemos qué puede suceder. Espero que la inteligencia gane la partida. Es una situación que se esperaba. En mi país los problemas nunca han sido económicos sino culturales. Al venezolano no se le ha enseñado a pensar. Actúa por las tripas. Es lo que nos ha llevado a grandes problemas.
P. ¿Se ha dado cuenta de que le preguntan más por política que por arte?
R. Sí. Pero no soy político. Nunca he querido hacer política. Aunque nos concierne a todos. Cuando salí de la Escuela de Artes me planteé qué debe ser un artista. ¿Es un reportero que cuenta lo que ven sus ojos? Y empecé a hacer pintura de denuncia. Creía que diciendo que la gente era pobre esa situación podría cambiar. Con el tiempo vi que no tenía ningún efecto. Supe que era más generoso hacerle partícipe del placer que sentía en la pintura que decirle: “Tú eres pobre”. Porque no iba a ser capaz de cambiar su situación.
Tengo una gran desconfianza en las ideas y en las religiones. Ambas están sustentadas por millones de cadáveres.
P. ¿Practica alguna ideología?
R. Tengo una gran desconfianza en las ideas y en las religiones. Ambas están sustentadas por millones de cadáveres. Un artista nunca tiene que matar al otro ni atropellarlo para hacerse oír.
P. ¿Por qué hay precisamente ahora esta explosión del arte latinoamericano? ¿Sospecha de algún interés económico?
R. Una idea muy interesante… Es digno de estudio. En los años cincuenta y sesenta hubo un movimiento de ruptura. Se buscaba nuevas soluciones al arte porque se había quedado estancado en la academia del formalismo y la figuración. Es curioso que el movimiento de fractura surgiera de los países sin gran historia: Argentina, Uruguay, Brasil y Venezuela. Al otro lado estaban México, Colombia, Ecuador o Perú, que son territorios de grandes artistas pero con un espíritu de continuidad. Ahora son las naciones donde surgió la brecha las que han tenido ese eco mundial.
P. Con lo que caía sobre Latinoamérica aquellos años, ¿por qué arraigó lo óptico en vez de lo social y político?
R. Porque lo político es circunstancial y la reflexión del arte no lo es. Es la reflexión del hombre y la humanidad, que es permanente.
P. ¿Cómo llega a su lenguaje?
El arte puede ser cualquier cosa que la inteligencia y la sensibilidad del hombre puedan convertir en arte.
R. Me costó años de dudas, fracasos y lecturas. El color no contaba nada para los filósofos, era una anécdota banal. Lo importante en la pintura era el tema, la perspectiva y el dibujo. Descubrí que no era así. Felizmente, nunca nada está agotado. Se lo digo a los jóvenes. Estamos en un momento maravilloso de reinventarlo todo. Nos hallamos al final de un ciclo que comenzó en el siglo XVII. Hemos cumplido todos los discursos económicos, políticos y filosóficos. Hay una nueva ciencia, que ya no son las nociones del espacio tiempo de Einstein, es la teoría de cuerdas [11 dimensiones y universos paralelos]. Una fuente nueva de invención para los artistas.
P. Pinta aceras, estadios de béisbol… lugares poco artísticos.
R. Me molestaba mucho la noción que la gente tenía del arte como un objeto colgado de un clavo en la pared. No es así. El arte puede ser cualquier cosa que la inteligencia y la sensibilidad del hombre puedan convertir en arte. Entonces, ¿por qué no ir a la calle? Es donde más tiempo pasamos. La calle no nos proporciona nada, llegamos a casa totalmente vacíos. La calle solo genera agresión.
P. ¿Cuál es su relación con el arte actual?
R. Estamos viendo el fin de una civilización y el comienzo de otra. Los últimos años son el ocaso de la academia de Duchamp. En el arte hay tres etapas: quien lo inventa, quien desarrolla las ideas del inventor y quien las pervierte. Ahora vivimos la perversión, pero es normal. Toda perversión y decadencia es sinónimo de progreso. Se están preparando cosas maravillosas que ni sospechamos.

Fotografía: Uly Martin.

domingo, 26 de enero de 2014

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Carlos Díaz Sosa. "Una obra de Cruz Diez en el corazón de Londres". El Nacional, Caracas, 13/07/1986.
- Ida Gramcko. "Irregularidad y belleza". El Nacional, 12/08/79.
- Con fotografías de Sandoval: "El otro 'yo' de Gustavo Ávila".  Momento, Caracas, nr. 33 del 01/03/57.
- Carlos Díaz Sosa. "Foro con Graziano Gasparini". El Nacional, 04/01/65.
- Roberto Montero Castro escribe sobre el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y el "¿para qué sirven los artistas?". Resumen, Caracas, nr. 46 del 22/09/74.

Reproducción: LB, fotografía de Pedro Garrido. Aparecen Simón Alberto Consalvi, Eduardo Lira Espejo y Cuto Lamache, al inaugurarse la exposición de Carlos Cruz Diez en la Galería Mendoza. El Nacional, Caracas,  10/10/1966.