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sábado, 11 de julio de 2020

SOMALIZACIÓN Y UNIVERSIDAD

Es necesario cuantificar las pérdidas materiales de las universidades en lo que va de año

“Superando lo que ocurre en el Cuerno de África, la somalización venezolana tiene el sello inconfundible del socialismo del siglo XXI, intentando tragarse viva a todas nuestras universidades”, el diputado Luis Barragán.

Tal aseveración la hizo en el marco del foro virtual denominado “Somalización y universidad en Venezuela”, centrado en la situación de la  Universidad de Oriente (UDO), promovido por Vente Sucre que también contó con la participación de la Lic. Carla Centofanti, el Econ.  José Luis Sánchez y el Abog. Orlando Velásquez, coordinador estadal.

“Lo acaecido y lo que todavía acaece en a UDO, objeto del impune y sistemático vandalismo y saqueo de sus instalaciones, ejemplifica el fenómeno ya desbordado de una somalización que obedece al interesado proceso de destrucción de la universidad venezolano para una nueva y nefasta geopolítica del saber, del conocimiento y de la información de inspiración anti-occidental. El régimen socialista busca la más completa degradación de una sociedad hasta hacerla ágrafa, de mera supervivencia y fundada en la delación y castigo de quienes deseen alterarla”.

Agregó el vocero de la Fracción Parlamentaria 16 de Julio que el incendio de la Biblioteca Central de la UDO en Cumaná, no constituye un hecho aislado o fortuito, sino que se inscribe en una estrategia de destrucción física y espitriual de la propia y básica noción de universidad

“Es necesario cuantificar las pérdidas materiales acaecidas en todas y cada una de las universidades venezolanas, sólo en el presente año, convertida en una deuda de las autoridades – sobre todo administrativas – y de los distintos gremios que deben revelar la verdad de la tragedia que están viviendo. Resulta indispensable hacerlo, además, para apreciar la dimensión exacta de la catástrofe, a objeto de solventar la situación con el cese de la usurpación”.

Igualmente comentó las condiciones en las que se encuentran otras casas de estudios en el país, puntualizando lo que ocurre en la Universidad Central de Venezuela (UCV) que “sobrevivió al terremoto de Caracas de 1967, como parece que no lo logrará con el madurato,  por el derrumbe de sus caminerías, las fallas estructurales y las filtraciones que puede sincerar el más modesto movimiento sísmico”. 

Fotografía: Gustavo Ortíz (2001).

lunes, 15 de junio de 2020

SINDICATURA MORAL

Geología inversa: la pira de los libros universitarios
Luis Barragán

Profundamente conmovidos por el reciente incendio de la Biblioteca Central de la Universidad de Oriente (UDO), en Cumaná, participamos de la inmensa marea de indignación que no llegó a tiempo para evitarlo.  Aquejados por toda suerte de vicisitudes de la pandemia política ya demasiado prolongada que antecedió al Covid19,  no versamos en torno a un hecho noticioso más, sustituido inmediatamente por otros, acaecido en la casa de estudios ya vandalizada hasta el hastío. 

La pesadilla se suma a  otras, desapareciendo lento, pero seguro, el libro en Venezuela. No precisamente por el desarrollo de las telecomunicaciones que, por cierto, en otros países tiende a reivindicar el formato convencional a través de distintas aplicaciones, sino por el deliberado propósito de conducirnos hacia una sociedad de ágrafos, además de supervivientes y delatores.

Inevitable recordar el bibliocidio de Umberto Eco en “El nombre de la rosa”, novela después apostillada que redondeó sus sonados éxitos con el extraordinario filme de Jean-Jacques Annaud. Al menos, Guillermo de Baskerville y su inseparable Adso de Melk, más allá de los asesinatos, pesquisaban la suerte de un libro único de Aristóteles, pero en el oriente venezolano la usurpación, por supuesto, no indaga, pues, tiene las manos manchadas de ácaros incinerados: en última instancia, la indagación sería sobre sí misma.

Otra obviedad, el suceso no aparecerá en otra edición de la “Historia universal de la destrucción de libros”, cuyo autor – Fernando Báez – desempeñó la dirección de la Biblioteca Nacional, si mal no recordamos, en los tiempos de la fracasada reforma constitucional de Chávez Frías, incorporando a los llamados colectivos armados a las faenas del Foro Libertador. Empero, sindicado moralmente, no valdría cualquier acrobacia para evadir sus responsabilidades.


Una espesa nube de cenizas cubre al país, capaz de consolidarse para una suerte de geología inversa que integra las cenizas de otros acontecimientos lamentables.  Cual muralla sólida,  aérea e indecible,  que siempre recordará la naturaleza de un régimen que festeja la hazaña de una pira inmensa: la de los libros universitarios del oriente.

Referencias:
15/06/2020: