miércoles, 9 de noviembre de 2011

TECLADO


EL NACIONAL - MARTES 08 DE NOVIEMBRE DE 2011 OPINIÓN/7
Ex patria nuestra
ALICIA FREILICH

La cuna, las calles, el patio de recreos, ese paisaje de sabor, sonido, olor y vocablos que otorgan sentido de pertenencia, eso es la definición de patria. Amor profundo que duele más desde lejos y hasta la médula.

Al margen de la casi segura calidad intrínseca de Ex patria concebida para piano y orquesta por la venezolana Gabriela Montero y sobre la cual ya se tiene amplia información, su título, estructura y mensaje conceptual detallados por la autora a sus paisanos significan un fijo legado de integridad ética para el aquí, el allá y todo sitio donde se destruya la decencia humana bajo consignas de patrioterismo revolucionario.

En lo inmediato, su intención alerta a muchos pensadores, artistas y promotores de la creatividad sobre el humillante peligro que implica silenciar continuamente, mirar para otro lado, hacerse el loco, justificar la inacción bajo pretextos inadmisibles, como, por ejemplo, proteger a inocentes y necesitados de la venganza que accione un gobierno de naturaleza totalitaria.

Pero, se sabe, cuanto más alto grite contra la tiranía un rebelde genial, más rápida y drástica sería la liberación de su gente oprimida. Eso que han llamado la responsabilidad del intelectual.

El hecho mismo de que sea esta pianista ya universal, no dependiente de subsidios oficiales y sus consecuentes chantajes, la única que sin temor a represalias directas pueda ser vocera de tantos amordazados y, por eso, mudos talentos, y de muchos perseguidos, presos y autoexiliados es la prueba irrefutable de esa ruina moral, plataforma de complicidad obligatoria, a la que deben someterse quienes carecen de medios económicos para sobrevivir y son utilizados por este fascismo rojo que nos gobierna como propaganda mundial, estandarte y símbolo de su gestión sin mencionar que la idea primigenia, evolución y logros continuos del expansivo imperio musical venezolano provienen de un enorme esfuerzo financiero, de cuando este país era todavía una modesta democracia representativa.

Sí, porque, a diferencia del bicentenario militarismo caudillesco tradicional y del bolimillonario actual, representó a cabalidad una sensible madurez republicana-liberal a medida que cumplía escasos cuarenta años Este manifiesto de la pianista y músico Gabriela Montero, en notas y letras, desde pentagrama, texto y palabra dicha, queda como el diploma crediticio del auténtico ser y quehacer cultural civilista latinoamericano, en cualquier tiempo y lugar ultrajado por la barbarie castrense.

DESTABUIZADORA


EL NACIONAL - SÁBADO 05 DE NOVIEMBRE DE 2011 PAPEL LITERARIO/3
Para un pleno Sexo sin tabú
El sentido editorial que la autora da a esta compilación es muy diáfano y ligero
JOSÉ ANTONIO PARRA

Sexo sin tabú aborda la sexualidad y las prácticas de uso comú n en ese contex to en la contemporaneidad.

Como una recopilación de su columna homónima en el diario El Nacional, Elizabeth Araujo echa una mirada a las diversas formas como se presenta esa faceta de lo humano. Con aspectos anatómicos, así como relativos al imaginario y haciendo una panorámica a los consejos para una sana práctica de esta función, el lector es ilustrado acerca de las modalidades que están en boga en la actualidad.

El sentido editorial que la autora da a esta compilación es muy diáfano y ligero; de modo que el público va paulatinamente sumergiéndose en el mundo de la corporeidad orientada a la búsqueda y satisfacción del placer. Es una panorámica a través de los muchos rostros del deseo. El lenguaje con el que la que la escritora dialoga con esta temática humana es claro y sin ninguna carga moralista, Araujo no hace en absoluto juicios de valor que no vendrían al caso en una época en la que el sexo y la carga erótica están en un primer plano, sobre todo con la Internet y la inundación mediática.

De igual forma, la periodista hace referencia con toda propiedad a estudios serios llevados a cabo en el ámbito de la sexualidad. Su perspectiva, en este sentido, está revestida de una cierta profundidad que no cae en "complicaciones". Es una lectura que hace mención a los investigadores norteamericanos de antaño, Masters y Johnson y al célebre informe Kinsey, como puntos de partida para centrarse en las prácticas sexuales de la localidad venezolana. Así, son abordadas opiniones de especialistas autóctonos como la psicóloga y psicoanalista lacaniana, Ruth Hernández Boscán, de manera de arrojar luz sobre el comportamiento del venezolano a la hora de relacionarse con el sexo. De nuevo, la óptica es liberadora e ilustra a la persona en el encuentro consigo misma y en el hallazgo de su identidad como parte de un grupo de pertenencia, aclarando la desoladora creencia de que se está sólo en alguno u otro hábito de lo erótico.

La aproximación que hace Araujo es "paulatina" en el sentido que presenta en primer plano una geografía de la anatomía sexual en relación al falo y la vagina, así como al muy comentado Punto G, por ejemplo. La morfología humana es mostrada con mucha sobriedad.

Aspectos que en algún momento han entrado en la dimensión de la fábula, como el tamaño del pene y la forma como la mujer alcanza el orgasmo son desmitificados. Así, este libro presenta una mirada sosegada y que en ningún momento busca escandalizar, sino vincular a la persona interesada en estos aspectos con su propio cuerpo y entorno.

C omo segundo acercamiento, el texto aborda el imaginario que se da "entre gustos y colores", de modo de entrar en una constelación de la práctica sexual sana.

Los territorios de la fantasía y de aquello que se considera tabú son vistos en el clima de un periodismo serio. Las representaciones que redefinen a la pareja, y al individuo mismo en el espectro del sexo en grupo, los intercambios sexuales o swinger, la bisexualidad, la homosexualidad y las tipologías límites del sexo --entre otras modalidades-- son comentados haciendo referencia a casos reales de venezolanos anónimos y de personas que bien podrían habitar el vecindario y los contextos familiares al individuo de hoy.

El análisis de contraculturas de la naturaleza de los góticos; que ya en el presente andan rozando los treinta y tantos años, así como lo intenso que podrían resultar el fetichismo o el sexo de naturaleza más que clandestina, son desglosados con un lenguaje franco. Aspectos tan sutiles como las feromonas y el poder de los perfumes, así como hábitos que sorprendieron al mundo, del estilo de la asfixia que llevó a la muerte a David Carradine, son parte de este "carrusel"; que aparte de clarificar tópicos de lo "humano-delicioso", persiguen el disfrute de una vida plena y saludable.

Sin duda alguna, que el discurso de la autora para nada cae en el amarillismo y, por el contrario, pretende serenar a la persona de la actualidad en relación con las "rutinas" que se han vuelto cotidianas en esta era de lo hiperacelerado y lo masivo.

La última sección de este repertorio presenta al público una serie de "consejos" en lo relativo a una sexualidad saludable. De nuevo, la periodista ilustra los tópicos tratados con opiniones de profesionales y hace referencia a analogías y metáforas que se dan en el mundo de hoy. Temas como el simbolismo del sexo en el espacio de lo lúdico y del fútbol, así como las lecturas que pueden ser hechas de la sexualidad desde el territorio del poder y de quienes lo ejercen, permitirán al interesado hacer una mirada alternativa al sexo.

Así, ésta es una invitación al enfoque fresco y actualizado que ofrece Sexo sin tabú. De más está decir que el lector se podrá vincular con estas regiones de lo humano sin caer en un análisis rebuscado. Este texto representa un paisaje nítido y sencillo de la escenografía del sexo contemporáneo. Más allá de las opiniones con las que son complementadas la multiplicidad de formas anatómicas e imaginarias, este trabajo es una perspectiva tranquila al goce que se da más allá del mero placer; un acercamiento en total conexión con el pulso de lo vital y de la erótica que implica la vivencia misma.

Fotografía: Omar Véliz

DEL AMPLIO QUIRÓFANO


EL NACIONAL - LUNES 07 DE NOVIEMBRE DE 2011 CULTURA/4
El foro del lunes
ALBERTO BARRERA TYSZKA La más reciente novela del autor no es sobre un reality sino una metáfora del poder
«Las versiones melodramáticas de la vida son cruciales en nuestra identidad»
Para el escritor, ahora que el presidente Hugo Chávez está enfermo, el poder se ha vuelto una voz en off que ordena desde la televisión y puede aparecer en cualquier momento, desde Cuba, Miraflores o el quirófano
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

En la página casi en blanco, debajo del título de su novela, Alberto Barrera Tyszka anota: "Te dedico esta historia del espectáculo que a veces se parece a este país". Estas palabras resumen el valor de Rating, la obra más reciente del autor consagrado desde que en 2006 recibió el Premio Anagrama por La enfermedad.

En este proyecto de ficción que tardó casi una década en concluir, el libretista Manuel Izquierdo y Pablo Manzanares, un estudiante de Letras, tratan de encajar las reglas de las telenovelas en un reality show que reúne a siete damnificados (uno de ellos una actriz) en una casa con la promesa de que alguno se volverá rico de la noche a la mañana.

"Quería trabajar sobre dos arquetipos: un hombre cínico y descreído frente a un joven ingenuo y cándido; narrar cómo el primero se vuelve sentimental y el segundo pierde la inocencia", señala el autor. Otro personaje es Rafael Quevedo, el vicepresidente de proyectos especiales, el arquetipo común de un hombre que ha perdido el poder y quiere recuperarlo.

Realidad catódica. En la novela que desnuda el mundo de la televisión, en el que el autor ha trabajado por 25 años, la dictadura de las mediciones de audiencia es el gran tema: "El rating es un dios perverso e implacable.

No conoce la piedad. Si te bendice, entrarás al paraíso.

Si te castiga, prepárate. Serás nadie".

Como en el cuento de Jorge Luis Borges, en el que unos cartógrafos realizan un mapa que se mimetiza con la misma realidad que representa, las leyes ­marcadas por los designios del rating­ sobre lo que ocurre en la televisión de un país que aunque es Venezuela no lo es, porque alude a un deslave que ocurre en Vargas y tiene un presidente que no aparece en televisión, el mundo ficticio que describe es un esperpento de los vericuetos del poder en un país enfermo de populismo.

--¿Cómo ha determinado la obsesión por el rating su carrera de escritor? --Estoy sometido a eso en la industria de la televisión, porque en la literatura puedo permitirme todo. El rating marca la ansiedad televisiva de todos, pues en esa industria la autoría es coral. El rating tiene la misma dinámica del poder. En Leviatán, el libro en el que Thomas Hobbes analiza las dinámicas del poder en las sociedades humanas, se dice que el ansia de poder sólo se sacia con más poder. Así es el metabolismo del rating: sólo se sacia con más rating.

--La publicación de Rating, que habla en términos críticos del medio, se realiza en un momento en que tiene al aire una telenovela en Venevisión. ¿No teme la lectura que pueda darle el público a la novela? --Cuando trabajo en literatura escribo lo que quiero. Es una coincidencia que ahora tenga mi telenovela al aire.

Eso pasa porque trabajo para la televisión. Y estoy agradecido al medio. Siempre quise vivir de la escritura y la televisión me lo permite.

Lo que me interesa en la literatura es el terreno de la fragilidad humana, del sufrimiento, de las imperfecciones: estoy retratando un mundo con el que vivo y en el que veo unas cosas que me disgustan y otras que me gustan. Mi relación con la literatura no tiene nada que ver con la televisión. Rating no es una historia en rigor autobiográfica, hay elementos que he oído, pero también muchos son inventados. No puede leerse desde personajes reales porque hay un trabajo creativo que tiene más que ver con la ficción literaria.

Venezuela teledirigida. En la columna de opinión que publica los domingos en El Nacional, Barrera Tyszka analiza la situación política del país desde la preocupación por una sociedad marcada, ya no sólo por su aberrante necesidad de un Mesías en Miraflores, sino por el fortalecimiento de un superhéroe mediático. Un Robin Hood televisado que promete casas y apela a la sensibilidad (¿o será a la cursilería?) de sus compatriotas. Rating está enmarcada en esa angustia.

Allí, Gerardo Lima, un libretista que sirvió de mentor a Izquierdo, expone un particular tratado de antropología cultural. Se trata de la Teoría de los Tres, que describe a la audiencia como "una mujer que sólo estudió hasta tercer grado de primaria; (...) vive en el tercer terraplén de un barrio popular; (...) tiene tres hijos y tres dientes". Es difícil no pensar en esa hipótesis también como una presunción del populismo, "una metáfora del país y un valor estadístico (...) una mujer pobre que estaba allá afuera, jadeando, esperando que le tiráramos un sueño", escribe en la obra que bautizó la semana pasada en Caracas y que presentará en México a finales de mes, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

--¿La sensiblería necesaria para obtener rating (en las telenovelas, los reality y hasta en el programa dominical del Presidente ­en el que ahora el gran tema es su enfermedad­, no evidencia que la teleculebra marca todos los aspectos de la sociedad venezolana, incluso los más graves? --En la política nacional podemos leer varias cosas como una videocracia. Ahora que el Presidente está enfermo, el poder se ha vuelto una voz en off que puede aparecer en cualquier momento, en cualquier programa y hablarnos, desde Cuba o desde un quirófano, para decirnos adónde ir. Esto da la impresión de que Venezuela es una sociedad mediática. Me interesa la sentimentalidad latinoamericana. Las versiones melodramáticas de la vida son cruciales en nuestra identidad. Esto puede verse también en la política. Parece que el Presidente se formó en la radionovela. Tiene talento a la hora de apelar a los sentimientos y de hablar por horas sin perder la atención del auditorio, con discursos en los que incluye el humor, las lágrimas y hasta las canciones. Nuestra política es un espectáculo y esto tiene que ver con nuestra visión melodramática de la vida.

--¿Esto quiere decir que la venezolana es una sociedad superficial? --No somos una sociedad frívola, debemos entendernos en el contexto en el que vivimos: somos comunidades desiguales y pobres. La polarización, por ejemplo, es parte de nuestra mediocridad. La desigualdad, que es la tragedia que define a Venezuela y a América Latina, nos hace vulnerables a este tipo de discursos. Somos frágiles frente a la ilusión y a la esperanza, porque queremos salir de esta tragedia que es la desigualdad en la región. Chávez es un gran administrador de esa esperanza.

--¿Al escribir Rating, qué descubrió de la sentimentalidad del venezolano? --Leyendo mis libros he descubierto que me interesa la sentimentalidad. Que mi conexión con el lector es a través de la fragilidad y del dolor.

Lo que me interesa es el sufrimiento, esas son las historias alrededor de las cuales se organiza mi curiosidad. Eso es lo que le propongo al lector. En este caso, la televisión como ambiente me permite una cosa importante: que el material de la telenovela sea el exceso sentimental. Que estos personajes trabajen en un canal me permite ahondar en ese punto.

Fotografía: Alexandra Blanco

NOVELISTA


EL NACIONAL - LUNES 07 DE NOVIEMBRE DE 2011 ESCENAS/1
Chocrón, el magnífico
Piedra angular del teatro venezolano, el dramaturgo, economista, docente y gerente cultural falleció ayer a los 81 años de edad
JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

La luminosa mañana del domingo se ensombreció de repente. Un correo de esos que ya no transportan los carteros, sino que viajan por redes invisibles, trajo la infausta noticia: Isaac Chocrón falleció ayer en la madrugada. Aunque se sabía que un cáncer le había puesto un final a la obra de su vida, jamás se quiso que ese momento llegara. Pero llegó.

Inexorable.

Y como Chocrón siempre hablaba de la familia escogida, esa con la que compartió sus angustias intelectuales y robusteció sus afectos ­Cruz Salmerón Acosta, José Ignacio Cabrujas, Román Chalbaud, Elisa Lerner, Vicente Nebreda, Elías Pérez Borjas, Miyó Vestrini, Rodolfo Izaguirre, Belén Lobo, John Lange, Miriam Dembo, Sara, la fiel Sara...­, quienes aman el teatro sienten que perdieron a alguien cercano, quizás, a un tío neurótico o a uno justamente sarcástico, un amigo de ética irreductible.

En tiempos en los que se dudaba de la existencia de una dramaturgia auténticamente venezolana, Chocrón, junto con José Ignacio Cabrujas y Román Chalbaud, asumió el compromiso de renovar, desde El Nuevo Grupo, el teatro nacional con obras que tenían en la conciencia de los espectadores el mismo impacto de las cargas de profundidad: estremecían, sí, pero también hacían reflexionar.

Por eso, a partir de la década de los años setenta fueron llamados la Santísima Trinidad del Teatro Venezolano, mote que, según la intención de quien lo usara, servía bien para reconocer los aportes del trío de autores o para poner en entredicho una hegemonía que ninguno de ellos se endilgó.

Economista, ensayista, docente y, sobre todo, hombre de teatro, Isaac Chocrón nació en Maracay, estado Aragua, el 25 de septiembre de 1930. Siempre se consideró una persona como cualquier otra. "Ni mi papá ni mi abuelo eran Arturo Uslar, ni Pablo Picasso, ni nada. Nosotros éramos una clase media judía pudiente. En mi casa tú no entrabas y oías a Mozart ni estaba mi papá leyendo a San Juan de la Cruz, ni nada de eso. Ahí la genética como que no funcionó", aseguró en una entrevista que le hicieron Stefania Mosca, Diana Benshimol y Artemis Nader para la revista cultural Kalathos.

La ira y los afectos. Aparte del dolor que causa su pérdida, del vacío que sigue a su ausencia definitiva, la huella de Isaac Chocrón está y seguirá estando en lo que dejó escrito, en sus piezas, sus ensayos y novelas. "El tema fundamental de mi teatro ­dijo citando a los estudiosos de su obra­ es mi teoría de que uno nace dentro de una familia que es la heredada, pero en la medida en que uno empieza a tener amigos surge lo que yo llamo la familia elegida. (...) Si no escribo, no tengo razón de ser. Si dejo de escribir, dejo de vivir", declaró a El Nacional .Fundador de la Compañía Nacional de Teatro y director de El Nuevo Grupo, el Teatro Teresa Carreño y la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, Chocrón, el autor que admiraba a Tennessee Williams, Harold Pinter, Edward Albee y Sam Shepard, a los que dedicó algunos de sus ensayos analíticos, ganó en 1979 el Premio Nacional de Teatro. Su obra desnuda aquellas relaciones humanas en las que los involucrados terminan devorándose a dentelladas, tal como lo señaló Rubén Monasterios en su libro Un enfoque crítico del teatro venezolano (Monte Ávila Editores, 1989).

Piezas como Animales feroces (1963), Asia y el Lejano Oriente (1966), Tric-Trac (1967), O.K. (1969), La revolución (1971), La máxima felicidad (1975), Simón (1983), Solimán el magnífico (1991), Tap Dance y Los navegaos (2006) testimonian su legado y confirman su potencial de textos clásicos capaces de desmontar la falsa moral y la vileza humana, de desacralizar la historia y, por qué no, de agradecer a su familia elegida. "Espero no equivocarme, pero creo que el teatro nunca desaparecerá", decía. Y no se equivocó.

AQUILES-VA


EL NACIONAL - LUNES 07 DE NOVIEMBRE DE 2011 ESCENAS/2
Emoción de Nazoa
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ


E moción y solamente emoción es lo que puede sentirse frente a un nuevo libro de "El ruiseñor de Catuche": La magia del buen decir. Antología de conferencias de Aquiles Nazoa (Ediciones del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela, 2009). Estos escritos, sin ser poemas, resultan poéticos; sin ser relatos, narran sin cesar; sin creerse historiográficos, reconstruyen el acontecer glorioso o funesto del pretérito; y, finalmente, no siendo estudios, revisan poderosamente la materia física y espiritual del país.

Conferencias, guiones de programas de televisión e intervenciones públicas de variada naturaleza son agrupados en este hermoso libro blanco (el más apropiado color para Nazoa) por Ildemaro Torres, responsable de la selección, la edición y las notas; estas últimas, una compañía permanente en todo el trabajo, fueron concebidas no como asunto erudito o crítico, sino como obra dentro de la obra, como guía preliminar para el recorrido de noble escritura que este libro nos permite.

Al amparo del sabio rótulo "Las cosas más sencillas", Aquiles fue entregando a los televidentes la inagotable cuota de sabiduría de la que era poseedor. Su visión de demiurgo convertía todo en asunto de fácil comprensión.

Su buen decir cautivaba al primer fraseo. Su mejor escribir es afluente de la más hermosa lengua española escrita jamás en Venezuela (cada una de sus páginas lo reafirma con generosidad).

Como no podía ser de otra manera, el libro se abre con un conjunto de textos sobre "Las palabras". En ellos se recorren los caminos profundos de la cultura, la historia y el alma humana de la mano de una filología que más que forma es contenido poderoso y brillante; iluminación vivificadora y espiritual para las palabras y los nombres. Procediendo por semejanza y por contigüidad, se acercan voces que creíamos lejanas y se distancian semánticas que parecían gemelas. En todos los movimientos, triunfa siempre la lengua de Venezuela, nuestro español del coloquio, la expresión amable de nuestra hermosa sencillez etnográfica: "Es entonces por esa asociación, por lo que llamamos parapeto a nuestros peroles, a nuestros corotos viejos, que por el apócope mucho más conocido, más popular y circulante, llamamos, en lenguaje coloquial, también pereto. Pereto es una forma de abreviación de la palabra parapeto".

Auspiciado por "el encanto de lo retrospectivo", nos habla de Guzmán Blanco y de Vito Modesto Franklin, cuya sensacional novela biográfica reconstruye. Música, danza, teatro y artes plásticas; la Navidad, la juventud y la ciudad; y la religión, la mitología y la geografía (se incluye un precioso texto sobre "Canaima") constituyen temas centrales de una obra ganada por una epistemología de las "cosas que no parecen lo que son" y de "otras que no son lo que parecen". Imperdible será para todo lector el ensayo "Mesa servida", en el que se tributan honores sin fin a la gastronomía criolla y en el que la historia deja de ser capitalizada por la gesta bélica y se hace, precursoramente, historia mental y cultural de las cosas pequeñas; alimentos del cuerpo que lo son pletóricamente también del alma; consenso universal conducido por la simplicidad de los alimentos.

Frente a este libro conmovedor, emoción y solamente emoción.

¿QUÉ PREDIJO CHÁVEZ FRÍAS?


EL NACIONAL - LUNES 07 DE NOVIEMBRE DE 2011 OPINIÓN/8
La economía norteamericana
Lo que se plantea es el estímulo del consumo privado a través de una política fiscal expansiva pero enfocada. La idea es que el Gobierno de Estados Unidos incremente su gasto en las zonas más deprimidas de esa economía
PEDRO A. PALMA


La recuperación de la economía norteamericana después de la crisis de 2008 y 2009 ha sido lenta, a pesar de los masivos programas de expansión fiscal y monetaria que se han implantado en esa economía. Algunos analistas señalan que ello se ha debido a un crecimiento muy limitado del consumo privado, el cual se vio afectado por las enormes pérdidas patrimoniales que generó el estallido de la burbuja inmobiliaria, lo cual implicó la pérdida de la vivienda para muchas familias o la abrupta reducción de los precios de los inmuebles que poseían otras, precios que aún no se han recuperado o continúan bajando. Adicionalmente, buena parte de aquellos programas se orientaron al rescate de múltiples instituciones financieras que habían sufrido grandes pérdidas, recursos que fueron utilizados en buena medida para recapitalizar esas organizaciones o cubrir las pérdidas en que incurrieron, mas no para ampliar los créditos a sus clientes.

El bajo dinamismo de los gastos de consumo ha limitado la actividad productiva, y con ello la demanda de mano de obra por parte del aparato productivo de esa economía, lo que produce un incremento muy acentuado del desempleo, que se ha visto agravado por los despidos de múltiples trabajadores del sector público. Después de tres años del estallido de la crisis a mediados de 2008, la tasa de desempleo se mantiene en torno a 9%, y no hay razones para pensar que mientras persista aquella debilidad de demanda, esa tasa pueda mostrar una sostenida tendencia a la baja.

Esto, a su vez, se ha traducido en una moderación de los aumentos de los salarios que perciben los trabajadores que aún conservan sus trabajos.

En medio de esta situación, múltiples congresistas opositores al gobierno del presidente Obama están presionando para que la administración concentre sus esfuerzos en la reducción del déficit fiscal existente, que se elevó considerablemente como consecuencia de los programas de estímulo fiscal implementados para afrontar la crisis. Plantean que ese objetivo tiene que alcanzarse principalmente a través de recortes de gasto. Esto ha sido criticado por múltiples analistas que sostienen que acciones como esas agravarían el estancamiento económico y el problema de alto desempleo, máxime en medio de los riesgos de una recesión en Europa que hoy se viven debido a los problemas de alto endeudamiento de varias economías de la zona del euro, que, de materializarse, afectaría a Estados Unidos y el mundo entero.

Lo que se plantea como camino alternativo es el estímulo del consumo privado a través de una política fiscal expansiva pero enfocada. La idea es que el Gobierno de Estados Unidos incremente su gasto en las zonas más deprimidas de esa economía en programas que generen empleo, tales como construcción y mantenimiento de carreteras, escuelas y otra infraestructura física, pues allí es donde se concentra el mayor desempleo y se agrupa una gran masa de personas con alta propensión al consumo, haciendo que cualquier incremento de ingreso que estos perciban se traduzca en mayores gastos de consumo. Paralelamente, con el fin de evitar un crecimiento desmedido del desequilibrio fiscal se recomienda, por una parte, incrementar los impuestos del segmento de la población de más altos ingresos, pues ello no se traduciría en menor consumo y, por la otra, reducir los gastos en aquellas áreas que menor impacto tengan en la actividad económica interna, tales como los elevadísimos desembolsos militares en que incurre ese país por los conflictos bélicos en los que está involucrado.

Nada fácil es el problema con el que tiene que lidiar el presidente Obama para sacar la economía norteamericana del letargo en que se encuentra y reducir de forma decidida el desempleo que aqueja a millones de personas, máxime en un ambiente internacional tan poco promisorio, creado por los altos riesgos de recesión que se ciernen sobre la economía europea.

HILARIDAD TELEFÓNICA


EL NACIONAL - MIÉRCOLES 09 DE NOVIEMBRE DE 2011 CULTURA/3
EXPOSICIÓN La muestra itinerante está integrada por 39 imágenes
28 artistas internacionales retrataron la contemporaneidad
Una selección de la Colección de la Fundación Telefónica recorre varias ciudades de Latinoamérica
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

La fotografía no sólo se ha convertido en una importante herramienta de socialización y de registro documental sino también en vehículo de los discursos estéticos contemporáneos. El domingo se inaugurará en el Periférico Caracas una exhibición que hace un recorrido por la historia de ese oficio que implica más que captar imágenes y que va hasta retratar el mundo y el arte. La muestra Colección de Fotografía Contemporánea de Telefónica reúne 39 trabajos de 28 artistas reconocidos internacionalmente.

La exposición itinerante, que llegó a Caracas luego de haberse presentado en Lima y Sao Paulo, podrá ser visitada hasta el 15 de enero. Luego seguirá su recorrido por ciudades latinoamericanas. Viajará a Quito, Santiago de Chile y Buenos Aires.

"En la muestra participan muchos artistas. Hay muchas lecturas posibles para las obras de arte que reúne, que pueden producir tanta fascinación como reflexión.

La Colección de la Fundación Telefónica es una de las tres más importantes de España. Abarca desde trabajos concebidos en los años sesenta hasta otros concebidos en la actualidad, e incluye la plana mayor de los fotógrafos internacionales más importantes", dice Francisco Serrano, director general de Fundación Telefónica. Agrega que la selección que se exhibirá en la capital corresponde a 30% del conjunto de fotografías.

El objetivo de la colección, que se creó en el año 2002, no sólo es reunir documentos que atestigüen la labor de cronistas de su tiempo que cumplen muchos fotógrafos sino también reafirmar el papel de ese medio como vehículo de expresión artística.

Tramas de significado. La exposición ­como la misma colección­ se articula en torno a cuatro ejes conceptuales: Identidad y cuerpo, Arquitecturas, Naturaleza y paisaje y Simulacros.

El primero se sustenta en la técnica del retrato para evidenciar la compleja construcción del sujeto y de la personalidad en el mundo contemporáneo.

Entre las piezas que abarca destaca la Pietà de la serbia Marina Abramovic.

El segundo eje conceptual utiliza el gran angular para estudiar las construcciones humanas como elementos que pueden cuestionar la verosimilitud de las imágenes del presente, como evidencian los trabajos del estadounidense James Casebere y de la alemana Candida Höfer.

A través de obras como las del mexicano Gabriel Orozco y del catalán Perejaume la naturaleza se erige como otro tema central de la colección, pero no como retrato literal sino como evocación de lo sublime, al estilo de los antiguos parámetros del romanticismo decimonónico; por ejemplo, los del alemán Caspar David Friedrich.

El eje temático más directamente relacionado con los discursos posmodernos es Simulacros, en el que fotógrafos como el estadounidense nacido en Panamá Richard Prince y el alemán Thomas Ruff se apropian de imágenes provenientes de la publicidad, la prensa y los videos e incluso de otras fotos para rearticular discursos con fines estéticos.