Días atrás, Jonathan Benavides me habló del interés de un medio de la
Federación de Rusia para entrevistar a un grupo pequeño de venezolanos
sobre la actual coyuntura (líderes, parlamentarios,
constitucionalistas ...). Al revelarme el nombre del medio, reaccioné y,
seguidamente, me aclaró que "Izvestia", después de servir de órgano del
Partido Comunista de la extinta URSS, fue privatizado y también le
caracteriza una postura adversa al gobierno de Puttin. El periódico
estableció una alianza con la BBC de Londres para ventilar la situación
en este lado del mundo. Y acordamos la fecha.
El martes próximo pasado, nos encontramos en el Palacio Legislativo,
aunque costó que la Guardia Nacional le permitiera entrar junto a los
dos camarógrafos. Día de sesión. "¿Tú me vas a entrevistar?", le
pregunté al creer que uno de los camarógrafos era el periodista. "Por
supuesto", me respondió, pues, los dos periodistas rusos que
originalmente lo harían, se marcharon el día anterior. Quizá por ello, el
"misterioso" avión que se llevó a los familiares del cuerpo
diplomático, asomado en Maiquetía por estos días, por estos días.
"¿Dónde nos sentamos?". No había muchas alternativas en los jardines.
Decidimos por las escaleras.
La gráfica fue tomada cuando conversábamos previamente. Recordé que, a
mediados de los años setenta del XX, estudiante de bachillerato, me
tomaron unas gráficas desde esas escaleras al visitar el lugar junto a
un grupo de muchachos ya inquietos por la política. Y se hizo una
conversación grata, la de dos viejos amigos. Jonathan conoció muy bien
el parlamento antes de convertirse en esta caricatura del siglo XXI.
Formuló las preguntas. Las respondí. Ocurre frecuentemente, la tentación
fue la de extenderse hacia otros temas, aunque nos deslizamos
brevemente sobre la extemporaneidad marxista de los elencos del poder
que nos tiranizan. Despedimos a los camarógrafos a las puertas del
otrora Capitolio Federal. Me reincorporé a la sesión. Jonathan fue al
palco. Nos reencontramos luego para el café de rigor, no sin desplegar
alguna habilidad, pues, los zagaletones de la dictadura merodeaban para
agredir a todo aquél que saliera con traje y corbata de palacio.
Incluso, ahora, tomo nota de una intervención de la cámara sobre un acuerdo discutido en presencia del embajador ruso: https://www.youtube.com/watch?v=XQccTBfwrR8
Dos viejos amigos, ahí sentados. Mirando, incluso, más allá de las
cámaras, reflexionamos sobre los tiempos de la vieja militancia juvenil,
la Rusia de la cual Benavides es un reconocido experto, el parlamento,
la transición, la ciudad que ya no es la misma. Y, por supuesto, el
futuro que depara una transición que debemos ganarla día a día.
(LB)
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