miércoles, 26 de julio de 2017

MUNICIONES

EL NACIONAL, Caracas, 24 de junio de 2017
Escopeta con municiones calibre 12
Ramón Hernández

Fue un solo disparo al pecho. Mortal, a quemarropa. Apretó el gatillo un sargento de la Policía Aérea de la Aviación Militar Bolivariana. Habría utilizado una escopeta de las más de 30.000 que posee la FANB para el restablecimiento y control del orden público. No para defender cuarteles ni puestos de comando.

El gobierno, para deslindarse de la responsabilidad, dijo que el suboficial Arli Cleiwi Méndez Terán había utilizado un arma no autorizada, una escopeta Mossberg 500, calibre 12, de fabricación estadounidense. Tendrá que explicar por qué nueve sargentos actúan en cambote y cada uno no estaba al frente de un grupo de soldados. Es como tener un batallón solo de coroneles o de mayores generales, así se pierden las guerras.

Tan pronto comenzaron las protestas por la ruptura del orden constitucional con las dos sentencias del TSJ instalaron varias tiendas de campaña militar, de pernocta, en la base aérea La Carlota cerca de la reja colindante con la Francisco Fajardo. A veces, mientras avanzaba la cola, más de un conductor imaginó que se trataba de la filmación de alguna serie de televisión y que en cualquier momento aparecería una cafetera de peltre sobre tres topias. En los últimos días fue frecuente que desde la base aérea se lanzaran lacrimógenas contra los manifestantes que se congregaban en el distribuidor, algo irregular y fuera de las atribuciones de esos soldados.

El jueves el atrevimiento fue extremo. Dispararon con saña y alevosía. Todos los vimos. Ni los insultos ni las piedras, tampoco los cohetones pueden considerarse un ataque terrorista o simple agresión al centinela. La libertad de expresión y hacer uso del derecho a la protesta no es delito civil, mucho menos militar. Podría serlo en Cuba y Corea del Norte, países de siervos que iban rumbo al medioevo y terminaron en la época de las cavernas, aunque las alumbren con bombillos led. Es terrorismo de Estado. Delinquen.

Pese a los esfuerzos militares y paramilitares, los discursos hueros de Cabello y las tartamudeantes órdenes de Bernal y los embelecos de Villeguitas con sus tutores venidos de La Habana, la democracia prevalece. Serán enjuiciados por los tribunales y por la historia. Han seguido el ejemplo del teniente Francisco Fernández Vignoni, aunque no el castigo que se merecía. Hay miedo, y mucho, pero no a los escudos de cartón de los muchachos, las banderas, los cohetones ni a las piedras, sino a las ideas, que siempre son más poderosas que las bombas nucleares cuando prenden en el corazón del pueblo y la ciudadanía las defiende a brazo partido. Es hora de que se rindan y entreguen el mando. Presto muro recién pintado con el mapa del futuro luminoso que está ahí mismito.

Fuente:
http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/escopeta-con-municiones-calibre_189285

EL NACIONAL, Madrid, 22 de julio de 2017
Agendas secretas y entregas vergonzosas
Ramón Hernández

En las redes sociales se entablan luchas, combates, batallas y guerras de todo tipo, con odios, imprecaciones, insultos y mancillamientos de variados tenores. Cada quien, seguro y bien apertrechado en su atalaya, lanza torpedos, cañonazos, bombas de tiempo, cargas de profundidad y hasta globitos de ensayo para volver polvo cósmico –cibernético– a quien lo contradiga, piense distinto o simplemente tenga mejor ortografía.

Voy a evitar usar la palabra crispación, un singular estado de ánimo derivado de la situación país, pero sí quiero referirme a los mariscales de campo que han surgido en la convulsión de los teclados y en los cierres de calle. No son pocos los enfermos, los médicos, los bomberos y trabajadores de la prensa que se han visto impedidos de cumplir sus obligaciones porque en la esquina más pacífica y vulnerable, a tiro de perdigón de las fuerzas represivas, manda un Pedro el Grande que vocea habiendo estado horas bajo el chubasco que se ha ganado el derecho de decidir quién puede pasar por esos sus predios. Bluf. La advertencia la suelen acompañar con palabrotas, insultos y blasfemias. Son pichones de comandantes eternos, los otros herederos.

En el ciberespacio no es muy distinto. Aunque la opción de bloquear es mutua, se corre el riesgo del periodismo a la carta, que quien lee solo las cosas que le agradan se pierde de no enterarse de lo más importante y trascendental. Nos pasa a todos, pero para algunos –por su oficio, cargo o intereses en juego– puede resultar mortal. No extrañaría que fuesen víctimas de la posverdad (es la grafía correcta) y también de su propia petulancia, su desconfianza en el prójimo o de su militancia en la antipolítica. Una simple pregunta, ¿dónde estaban en estos 18 años de entrega a Cuba que no se enteraron siendo tan obvio y cómo sí saben ahora de conversaciones ultrarecontra secretas para mantener el gobierno hasta 2018?

Durante más de dos décadas, aunque habría que empezar a contar desde 1974, las grandes mayorías entusiasmadas por el populismo, la justa y equitativa distribución de la riqueza, la “necesidad” de tener utopías en que soñar y demás lisonjas y monsergas que sacrifican la libertad, cometieron los errores que nos trajeron aquí. Olvidan la carta de alabanza y bienvenida a Fidel Castro en 1988 y las peregrinaciones al spa que tuvieron los tiranos de hoy en Yare. No ha habido disculpas ni reflexiones, solo salidas por la tangente, ah, e insultos. Vendo bola de cristal que pronostica el pasado y permite entrar con pie firme al futuro.

Fuente:
http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/agendas-secretas-entregas-vergonzosas_194591
Fotografías:
https://www.aporrea.org/ddhh/n310407.html

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