José Martínez de Toda, S.J.
Comentario al Evangelio que se proclama el 14° Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo A, correspondiente al domingo 9 de julio de 2017. La lectura es tomada del Evangelio según San Mateo 11, 25-30
"Vengan a mí todos los que estén cansados y agobiados"
¿Cuál es el corazón más hermoso?
-"Déjese de bromas. Su corazón es un montón de cicatrices, heridas y huecos."
Le respondió el anciano:
-"Es cierto. Pero mira: las cicatrices y huecos son porque arranqué trocitos de mi corazón para dárselos a las personas amadas y a quienes no me ofrecían nada. Son consecuencias del amor. ¿Comprendes ahora por qué mi corazón es más hermoso?"
El joven calló, arrancó un trocito de su corazón y se lo ofreció al anciano. Éste lo colocó en su corazón y le dio un trozo del suyo al joven.
El joven vio que su corazón ya no era tan perfecto, pero lucía más hermoso que antes, porque el amor del anciano se reflejaba en él.> (Félix Jiménez, escolapio)
Lo más bello es el amor, el respeto, el cariño, la dedicación a los demás. Esto es algo que muchos no entienden. Por eso Jesús dice:
-"Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla."
¿Por qué prefiere Dios mostrarlas a los sencillos?
A menudo "los sabios y entendidos" son orgullosos, auto-suficientes y poco receptivos a lo nuevo e inesperado. Tienen mucha cabeza, pero poco corazón. Aunque hay excepciones. Por ejemplo, el filósofo griego Sócrates decía: "Sólo sé que no sé nada". En cambio en general los humildes y sencillos tienen un gran corazón.
Jesús vio que muchos de los que estaban en altos puestos lo rechazaron, pero la gente común – incluyendo hasta a los recaudadores de impuestos y los pecadores – acudía a él.
Dios se da "a quien el Hijo se lo quiera revelar." No se consigue a base de méritos ni de inteligencia. Dios solo es conocido como un regalo de gracia increíble...
Los 'niños' no tienen ninguna pretensión de sabiduría, no están llenos de si mismos, y así están listos para recibir a Dios.
El plan de Dios es estar con los pobres de espíritu, los que sufren, los débiles, los que buscan ser justos, los pequeños. Es lo que Él presentó en las Bienaventuranzas.
Pero también tuvo excepciones. No excluyó a nadie. Y varios ricos estuvieron con Él.
-Nicodemo, un fariseo, se acercó a Jesús de noche para hablar con Él (Juan 3).
-José de Arimatea, un hombre rico, que asistió al cuidado de su cuerpo después de la crucifixión (27:57-60) y proveyó un lugar de entierro para Él.
-Gamaliel, un fariseo, aconsejó al Sanedrín que tuvieran cuidado al sentenciar contra los discípulos de Jesús, pues podían encontrarse en conflicto con la voluntad de Dios.
-Saulo de Tarso, un fariseo se convirtió en un gran misionero cristiano y en autor de mucho del Nuevo Testamento (Hechos 23:6; 26:5). Es S. Pablo.
¿Por qué actúa Jesús así?
Jesús no hace más que imitar a su Padre, con el cual se siente muy unido. Él dice:
-"Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
Por eso Él nos aconseja:
-"Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les aliviaré."
Esta frase es muy buena para cuando tenemos problemas. ¿Cuándo es mejor ir al Señor?
En cualquier momento. De nosotros depende el buscarlo. Pero conviene organizarse. Conviene salir de nuestras actividades ordinarias y darle tiempo a Dios.
Lo más importante es ese contacto constante con Él. No conviene dejar pasar un solo día sin estar junto a Él en íntima oración. Esto es vital. Puede ser un rato tranquilo consultándole un problema o una decisión que hay que tomar. Escuchar su voz, su opinión.
Si no hay una urgencia especial, recorrer algún pasaje del evangelio, de las Cartas de S. Pablo.
S. Ignacio recomienda hacer el examen diario de 15 minutos a mediodía antes de comer. En ese tiempo hacemos cinco cosas: le damos gracias, le pedimos luz para evaluar la mañana, nos examinamos, le pedimos perdón y proponemos enmienda.
Por supuesto, está el domingo para dedicarlo a la familia, a la celebración del amor de Dios junto con la comunidad y al esparcimiento. También están los retiros de fin de semana y los Ejercicios Espirituales de varios días cada año. Y Jesús nos sigue aconsejando:
-"Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso".
¿Cómo debe ser un buen yugo?
Un yugo generalmente conecta a dos bueyes para que trabajen como equipo.
Cuando Jesús nos invita a llevar su yugo y a aprender de él, es como si nos estuviera dando acceso a los mejores equipos y al mejor entrenamiento para el juego de la vida.
Nos invita a unirnos a él en su arreo, a darle la oportunidad de enseñarnos cómo se debe hacer en los momentos difíciles.
Jesús no es solamente un maestro que me pone tareas, sino un amigo que me ayuda a hacerlas. Podemos descansar en Él. No nos ofrece salir antes del trabajo, sino que nos ofrece energía, visión, y propósito para quienes estamos siempre inquietos, siempre buscando y deseando nuevas aventuras.
Y Jesús nos asegura: "Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".
¿Por qué el yugo del Señor es suave y manejable?
El yugo de la ley de Dios está inspirado por Él, que es amor. Es mejor que el yugo del mundo, inspirado en la competencia, el egoísmo, el stress, el tener más que los demás.
Y así Jesús interpreta las leyes basándose en su propósito original, que es el amor.
Por eso Jesús le da más importancia al hambre de los discípulos, que a las reglas del sábado, porque Él enfatiza sobre todo el doble mandamiento del amor (22:37-40) y la justicia
Fuente:
http://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-mi-yugoos
Cfr.
Marcos Rodriguez: http://www.feadulta.com/anterior/Ev-mt-11-25-30.htm
Isabe Vidal de Tenreiro:http://www.notitarde.com/que-nos-esconde-dios/columnistas-del-dia/2017/07/08/1065135/
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