De uno a otro asalto
Luis Barragán
El reciente asedio, asalto y secuestro de la Asamblea Nacional, deliberada
como sospechosa acción y distracción en el Día de la Independencia, ha generado
toda suerte de opiniones que suelen apelar al celebérrimo acto contra el
Congreso, el 24 de enero de 1848. El de
ahora exhibe una mayor gravedad, cuyas consecuencias lucen todavía
impredecibles, aunque los historiadores de ocasión no lo adivinen.
La sola consulta de las redes, sobre todo cuando se trata de programas radiales
en vivo, no basta para la ocurrencia repentina del supuesto analista de los
hechos que vivimos, por lo demás, más que natural y respetable opinante,
experto en las lides políticas sólo del micrófono y del teclado. En el siglo
XIX, José Tadeo Monagas heredó un parlamento que, por diligencias de la
diputación provincial de Caracas, quiso enjuiciarlo, agrediéndolo hasta
arrodillarlo, con las honrosas excepciones de quienes se le resistieron; y, en
el siglo XXI, creyendo condicionarlos,
Nicolás Maduro perdió estruendosamente los comicios parlamentarios,
confabulándose con este órgano del Poder Público que lucha por una entera
reivindicación de la Constitución.
El Congreso que se reunió en el XIX, gozando del “derecho exclusivo de
policía” de acuerdo a la Constitución de 1830 que regía por entonces (*), fue
vilmente atacado con un saldo de diputados muertos y heridos, entre otras
personas; por cierto, derecho exclusivo que, con el tiempo, no hizo falta
constitucionalizar, pues, sobreentendido, tomaba cauce en la reglamentación
parlamentaria. Gíl Fortuol alegaba la dificultad de conocer inequívocamente la
autoría del atentado, la comisión de un delito colectivo al disertar sobre las
acciones tumultuarias y la decisión del Congreso de 1858 para condenar los
hechos “a perpetuo olvido”, aunque – históricamente imposible, por encima de
cualesquiera decretos – existe un consenso historiográfico sobre la
responsabilidad de Monagas que terminó sojuzgando al Congreso por una década.
La Asamblea reunida en el XX, admitida la custodia militar interna bajo la
autoridad legislativa, de conformidad con el vigente Reglamento Interior y de
Debates, sufrió la deliberada acción de los grupos paramilitares en sintonía
con la Guardia Nacional Bolivariana, avalado por una presunta comunicación
radial. Y, aunque no hubo personas
fallecidas, pero sí malheridas, el asedio, asalto y secuestro tuvo una larga
duración para demostrar la voluntad nada espontánea del régimen por aniquilar
el parlamento a cualquier precio, sin disimulo alguno muy a pesar del cinismo
de Maduro Moros que lo consideró extraño e investigable. Por lo menos, como
ocurrió en 1892, al parlamento se le cerraba simplemente, pero – ésta vez – el
atentado por “goteo” responde a un macabro contexto general de represión y
liquidación misma de las instituciones republicanas, como no pasó en 1848.
El inédito episodio de días recientes, pretenderá borrarlo la dictadura o,
acaso, darle una significación que diga ayudar a elevar la moral de sus
partidarios, los que se saben en una franca minoría en el país. E, incluso,
pistas para una posterior investigación, la noción oficial de orden público y
las actividades de agitación del siglo XIX, contrasta dramáticamente con el XXI, pues, la
anormalidad constituye una situación, dato y convicción necesaria para un
régimen afincado en el lumpen-proletariado que generó.
(*) Fundamentamos esta nota en: Arendt, Hannah [2008] “Los orígenes del
totalitarismo”, Taurus, Bogotá: 408 ss.;
Barragán J., Luis [2017]
“La custodia militar del parlamento”, Revista Electrónica de
Investigación y Asesoría Jurídica de la Asamblea Nacional, Caracas, nr. 12: http://www.estudiosconstitucionales.com/REDIAJ/REDIAJ-12.pdf;
Brewer-Carías, Allan R. [2008] “Las Constituciones de Venezuela”,
Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Caracas: I, 715; Gíl Fortuol, José
[1956] “Obras completas”, Ministerio de Educación, Caracas: IV, 377 ss.; Olivar, José [2017] “La gran
crisis nacional de 1892”, El Desafío de la Historia, Caracas, nr. 57:
34-37; Plaza, Elena [2007] “El patriotismo ilustrado, o la
organización del Estado en Venezuela, 1830-1847”, Universidad Central de
Venezuela, Caracas: 144 ss.; Runrunes
[2017] “Audio conversación: Cómo
paramilitares y GNB planearon asalto a la Asamblea Nacional en Venezuela”,
en: https://www.youtube.com/embed/_wFOxvPekNs.
Fotografía: LB, explosión de un artefacto a las puertas del pasillo de los hemiciclos (AN, CCS, 05/07/2017).
09/07/2017:
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