La canibalización de la democracia en Polonia
Rafael Rojas
Desde hace dos años, el partido Ley y Justicia de Jaroslaw Kaczynski, que controla el parlamento y el gobierno de Polonia, encabezado por Beata Szydlo, ha comenzado a desmantelar o a conducir autoritariamente la democracia en ese país de Europa del Este. La vía elegida es la subordinación del Poder Judicial al gobierno, luego de consolidar la mayoría legislativa en el parlamento. María R. Sahuquillo, en El País, ha definido ese proceso como la construcción de una “democracia caníbal”.
A la canibalización de la democracia se puede llegar por la izquierda, como en Venezuela, o por la derecha, como en Polonia. En esencia se trata del mismo fenómeno, que sucede cuando un partido o un líder llega al poder con una mayoría absoluta e inicia la erosión de la división de poderes hasta alcanzar un monopolio o una sujeción despótica de los tres y, por lo tanto, una supresión de facto del pluralismo político y el imperio de la ley.
La diferencia entre una vía u otra de reversión autoritaria la establece la ideología, es decir, la declaración de fines del gobierno. En Venezuela, Hugo Chávez y Nicolás Maduro emprendieron esa deriva despótica en nombre del “socialismo del siglo XXI” y de un revolucionarismo de fuerte inspiración fidelista. En Polonia, los hermanos Kaczynski alentaron la vuelta a los valores católicos tradicionales, a la jerarquía social y al nacionalismo cerrado de la Polonia precomunista.
El partido Ley y Justicia parte del diagnóstico de que la democracia occidental produce una decadencia de los valores patrióticos, de la cultura católica y genera un clima favorable a la tolerancia y el multiculturalismo, que amenaza la identidad nacional polaca. Su visión del tránsito democrático desde el régimen comunista, en los 90, por momentos, llega a ser más negativa que la propia experiencia del comunismo hasta la caída del Muro de Berlín.
Adam Michnik, el legendario editor de La Gazeta Wyborcza, ha llamado la atención sobre los efectos negativos de ese relato desencantado de la transición, que vertebra, en el caso de la nueva derecha polaca, una idea nostálgica de la grandeza nacional en el siglo XIX y la primera mitad del XX: la “buena época de los abuelos”, dice Kaczynski, de 68 años. Esa idealización es caldo de cultivo para la rearticulación de una derecha poscomunista, con elementos neofascistas, que está dispuesta a restringir libertades con tal de enfrentar, a la vez, el individualismo liberal y el socialismo democrático.
Como en Rusia, la canibalización de la democracia asume sentidos xenófobos y homofóbicos. El gobierno polaco es, junto al húngaro de Viktor Orbán, uno de los que más resistencia ha hecho al programa europeo de refugiados del Medio Oriente y que ha impulsado leyes más severas contra el aborto y contra el matrimonio igualitario. La retórica de Kaczynski y Szydlo se vuelve cada vez más aislacionista y antieuropeísta, produciendo, por la derecha, un reclamo de desentendimiento de las normas internacionales en materia de nuevos derechos.
Al igual que en otros populismos contemporáneos, en la Polonia de los gemelos Kaczynski el control del Poder Judicial es, supuestamente, un medio del combate a la corrupción. Pero también, o ante todo, una vía de dotación de poderes absolutos para conducir al país de acuerdo con una misión ideológica. Se trata de una lógica de reinvención del autoritarismo, en el siglo XXI, que observamos en buena parte del mundo, con el ascenso de los nuevos populismos, pero que en Polonia, como en Rusia y otros países de Europa del Este, tiene a su favor el relanzamiento del nacionalismo que siguió al colapso soviético.
Fuente:http://prodavinci.com/blogs/la-canibalizacion-de-la-democracia-en-polonia-por-rafael-rojas
Fotografía: https://mundo.sputniknews.com/prensa/201612201065704444-crisis-polonia-ue-oposicion-eeuu/
No hay comentarios:
Publicar un comentario