Cuesta abajo
Nicomes Febres
* Ayer como a las 6 de la mañana sentí un ruido lejano, como una vuvuzela afónica y asmática y me pareció una sátira del marcial toque de diana de los mejores tiempos del chavismo con el que se iniciaba siempre la afrenta de cada elección, cuando se realizaba un evento electoral por quítame estas pajas y el difunto gozaba una bola insultando hasta a la gente normal sin dar replica, porque, como buen cobarde, nunca la dio. No sé si la vuvuzela afónica la tocó un mamador de gallo para vacilar al chavismo en su agonía, o lo tocó el último de los mohicanos del régimen ya moribundo. Por supuesto, fue una sensación que me hizo recordar como en película rápida a esta etapa tan amarga de la vida venezolana que sin dudas está por concluir, siempre y cuando tengamos el juicio para manejarla bien. El régimen está copado, que en términos médicos significa que está deshauciado y poco puede hacer ya por sí mismo. Solo nos toca ayudarlo a bien morir y enterrarlo muy bien para que no salga de nuevo y que la tumba esté muy pero muy profunda y esa profundidad depende de cómo administremos la victoria. Debe ser como el final de la Guerra Fría, cuando a pesar de que murieron millones de personas en todo el planeta, los gringos actuaron como si no hubiesen ganado y los soviéticos como si no hubiesen perdido. Ese es el arte de la Política.
*Veamos lo que sucedió. El régimen obtuvo una votación de 2.400.000 votos, usando todos los chantajes existentes y si a ello se le suma un razonable 10% de votos nulos, su votación real rodea unos 2.200.000 de votos, lo cual muestra la debilidad del régimen que ahora tendrá que enfrentar una agudización de la crisis política, económica y social. Esta cifra es un detalle menor porque el problema real es el problema militar y solo debemos concentrarnos allí. Paralelamente el régimen asesinó a 20 personas, lo cual es una monstruosidad para nuestros estándares porque no somos musulmanes. Analizado fríamente esto fue una debacle para el régimen y como tal debemos verlo, allá ellos si creen que les fue chévere. Aquellos que creen que la prostituyente valida o refuerza al régimen están más perdidos que el carrizo, porque ellos nunca han respetado la ley y nunca lo harán. El éxito de la etapa que concluyó ayer fue demostrar nuestra fortaleza y sopesar el apoyo internacional y esta campaña molió al régimen y no lo duden. La victoria se retrasará en la medida en que ustedes empiecen con esos aspavientos pendejos y esos temores y percepciones negativas, porque la pelea es peleando y ellos saben que están perdidos y la única carta que les queda es hacerlos sentirse a ustedes perdidos para exigir más en la mesa de negociación que necesariamente vendrá. Esta semana será crucial porque estos jugadores de aji ley que gobiernan serán unos forajidos, pero están resteados y están luchando también por su vida. Ellos saben lo que es una insurrección popular, y organizada más, con sabotajes, terrorismo, e infiltración de la resistencia entre sus cuadros. Además, los militares también saben que en cualquier confrontación tendrán que actuar como ejército de ocupación y su retaguardia será más peligrosa que el frente de batalla, porque si ellos no tienen una actuación rápida ahora, el ejército venezolano dejará de tener espacio dentro de una sociedad democrática venezolana. Esta semana los militares tendrán que resolver su dilema: o se entierran como institución o se lavaran un poco la cara, solo un poco. Lo único lamentable del evento de hoy fueron los nuevos mártires que engrosarán nuestro martirologio, en especial porque fue causado por la fuerza armada nacional bolivariana y esos muertos se cobran muy cara políticamente, todo lo demás fue ganancia. Y si alguien tenía la esperanza que retiraran la prostituyente en el último momento, allí no puedo hacer nada, porque ser pendejo no es un buen rasgo en la lucha política. Lo dejo hasta aquí porque voy a leerme por enésima vez el Arte de la Guerra de Sun Tzu. Se los recomiendo. Y como decía don Antonio Aragón: arriba corazones.
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Crónica para 2080
Nicomedes Febres
Acostumbro leer las memorias de los venezolanos corrientes que en el pasado escribieron con certidumbre lo que vieron y vivieron en sus días. Fueron jefes civiles, telegrafistas, visitantes extranjeros, cortesanos del poder o amanuenses, quienes escribieron la verdad sobre el tiempo pasado, muchos de manera latosa o ingenua, pero siempre con la verdad impresa. Si no hubiese sido por un jefe civil caraqueño del tiempo del general Gómez, o un patiquín de la misma época, no hubiese podido escribir el libro sobre la historia de las prostitutas en Venezuela. De modo que es un estímulo para que un pelagatos como yo pueda escribir esta crónica de hoy, y así algún caraqueño en el año 2080 pueda entender y conocer de primera mano lo que estamos viviendo los venezolanos en la Caracas de ahora, que le cuesta escribir a los periodistas abarrotados de malas noticias. Le diría por ejemplo: estimado amigo del año 2080, ayer martes 25 de julio de 2017 no tenía dinero en el bolsillo porque el viernes no había dinero en el banco donde tengo la cuenta corriente y era la tercera vez que asistía al sitio durante la semana pasada porque nunca tenían dinero para cambiarme un cheque de solo hasta treinta mil bolívares, que es la moneda actual de Venezuela. Al cambio real, ese de la calle, eran unos tres dólares y medio, lo máximo que cambian los bancos por día en este país. Parece ser que entre el narcotráfico y el régimen acapararon todo el efectivo que tenía el Banco Central de Venezuela para comprar votos el próximo 30 de julio cuando el gobierno de maduro convocó a una constituyente ilegítima para arrasar con cualquier vestigio de democracia y de disidencia. La leyenda urbana comenta, y yo lo creo, que el gobierno integrado por esos grupos delictivos posee galpones y grandes depósitos de billetes en efectivo para distribuir en las calle y pagar para que la gente acuda a votar en la prostituyente, como hemos decidido llamarla los venezolanos. Una suerte de dakazo de última hora. Apurado porque debía llenar el tanque de gasolina aprovechando que había llegado el vital líquido a una estación de servicio cercana, opté por darle prioridad a la búsqueda de dinero por cualquier eventualidad. Como hace varios días se autorizó a algunas cadenas de abastos y farmacias a cambiar un monto de dinero en efectivo por un tarjetazo de débito, con la condición de que comprásemos algún producto, me fui entonces al automercado y a la farmacia cercana pero en la farmacia se negaron aduciendo que tenían el servicio pero no tenían efectivo para cambiar, aún a las diez de la mañana. Aprovechando que estaba allí, y como uno nunca deja de ser un iluso, pregunté por unas diez medicinas que necesito, pero como ya es costumbre no había ninguna. En el mercado no entré porque había llegado harina Pan, primera vez en tres meses, y había como mil bachaqueros haciendo cola y no me iba a calar la cola para cambiar el efectivo. Luego pasé por el kiosquero de confianza para comprar agua en botellas de marca conocida, porque el agua para tomar de Hidrocapital que llega a la casa, cuando llega, un día en las últimas dos semanas, está fétida y ocre de tanto sucio. Lo hago allí porque el monopolio de la venta de agua embotellada la tienen desde hace más de un año los kiosqueros, supongo a que deben tener un padrino más poderoso que los mercados y farmacias. El pana del kiosco, que también es mi bachaquero de confianza, viendo mi tribulación me preguntó si necesitaba efectivo, por lo me ofreció darme todo el dinero que necesitara pero me cobraba el 10% de más de todo lo que yo necesitase como comisión y así lo hicimos y anotó la transacción en una hoja de papel toda ruñida. Así está el mundo financiero de este país en este momento. Dado como están las vainas ahora de difíciles, me temo que en agosto montaré con un pana que hace carritos para vendedores ambulantes, una cadena de perro calientes con el concepto de banca universal. Lo que no sé es quién se puede encargar del negocio y de las solicitudes de crédito mientras me dedico a escribir pendejadas como ésta, pero les juro que todo es verdad.
Fuente:
https://www.facebook.com/nicfebres/posts/10212953391770282
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