Luis Barragán
Toda una particularidad en este lado del mundo, el movimiento estudiantil
está recobrando el papel histórico que se creyó definitivamente perdido, entre
la dejadez y la vanidad más olímpicas, en la dura intimidad de un siglo que muy antes lucía
prometedor. Una poderosa intuición desemboca en el acto consciente y corajudo
de enfrentar la dictadura que poco tuvo
y tiene de anecdótica, fraguada paradójicamente por quienes hicieron de la
trinchera universitaria un modo de vida, en décadas ya olvidadas.
Dictadura que responde con una descomunal ferocidad, importándole nada la
vida e integridad de aquellos que la protestan tan pacífica como
vehementemente. Surge una activa promoción general que solamente conoce al país
de los últimos años, sorprendida por el
que alguna vez tuvimos.
La represión se ha cebado principalmente entre los más jóvenes de los
jóvenes, convertidas las calles, avenidas y autopistas en el polígono de tiro
del insigne importador de pólvora, como ha sido y es el gobierno. El gas tóxico
ha sido, apenas, un detalle para los todavía escasos meses de protesta que el
dictador ha zanjado entre la cacería selectiva de la muchachada y la prisión o
el disparo que eleva las cifras de las víctimas inocentes.
Consabidas las circunstancias, el morbo represivo ensaya una distinción que
no puede pasar inadvertida, pues, sentimos que la prisión del estudiantado de
la Universidad Simón Bolívar (USB) luce distinta a la de los de la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador (UPEL).
En un caso, el video del encierro
y gaseo en una cava a la vista de todos, en la vitrina que es Caracas,
contrasta con la captura por selección, secuestro y remisión a la cárcel de los
otros, en la convulsionada Maracay, y,
aunque quizá parezca algo desventurado versar sobre la composición de clase,
como se ha sugerido, a pesar del conuso entramado social de la Venezuela
petrolera actual, más allá de los medios de prueba esgrimidos (donde el video
del gaseo es aún irrefutable), la libertad plena de unos ante la insólita
condena de otros, llevándolos a El Dorado, habla de un sentido profundamente
administrativo de la represión.
En definitiva, un sentido de las oportunidades al aflojar la tuerca por acá
y apretarla por allá, sin perder cierto dato de equilibrio que deje alguna
ventana política abierta para el represor que dice escarmentar y perdonar en
una suerte de lotería macabra. Por lo
demás, asoma una diferencia entre la conducta de las autoridades y de los
profesores de una casa de estudios, inmediata, contundente y eficazmente
movilizados, ganándose una identidad, y la más pasiva, timorata y cautelosa de
la otra casa. Valga subrayar,
trascendiendo a cualquier veleidad, la causa justísima en defensa de los
muchachos de la UPEL, aleccionados por la reacción que suscitó la de los de la
USB, debe convertirse en una gigantesca bandera de lucha del estudiantado, como
en su momento lo fueron los estudiantes que Juan Vicente Gómez redujo a la
cárcel y al trabajo forzado en las carreteras.
LL
Inevitable referencia, la dictadura no lo ha enviado a casa por gusto, por
obra de un súbito arrepentimiento, o porque da señal de una dramática
rectificación de intenciones y pretensiones. Incluso, la remisión a casa de
Leopoldo López, teniéndola por cárcel, ha dado ocasión para la lisonja de los
burócratas que aspiran a la mirada graciosa de Maduro Moros, dándole otros
bríos a la adulancia, celebrando nada más y nada menos que un gesto de
tolerancia.
Las reacciones van de un extremo a otro, en la acera opositora, siendo más
calculada en la de un también sojuzgado mundo oficialista, mientras el carro de
la historia marcha inexorablemente y a gran velocidad por el medio de la
avenida. En este lado del mundo, hay quienes se quejan por la ausencia de unos
bytes de inmediata solidaridad con el recluso político, prodigándole toda
suerte de alabanzas, aunque su destino es semejante al de 30 millones de
rehenes que definen a la Venezuela actual; o, con una malicia por siempre
sospechosa, lo hacen objeto de una turbia negociación política y hasta
económica, elevada la queja – preferiblemente – a muchos kilómetros del país,
así gozaren de las garantías que el régimen les concedería para las más
inspiradas elucubraciones.
Algún psicólogo social podrá orientarnos respecto a las reacciones que ha
provocado la noticia, pues, en clave de telenovela, los hay quienes intentan
favorecer al prisionero de guerra que es, mediante campañas que lo arriman a
una inaudita frivolidad, e – igualmente – pretenden descubrirlo como el villano
que nos ha sorprendido, disparándole un misil a la mínima confianza que exige
el liderazgo político en tiempos – necesario de recalcarlo – de dictadura. Los
servicios gubernamentales de inteligencia, la única instancia competente de lo que
queda del Estado, demostrado en casi dos décadas, saben muy bien de los
resortes emocionales y de los nervios propiamente existenciales que debe
punzar, con el fin de confundir y neutralizar, desmovilizar y desmoralizar,
tomando por asalto toda consciencia ciudadana.
No han sido pocos los días de un injusto
encarcelamiento que ha servido para demostrar el coraje inmenso del
venezolano que lucha, de un modo u otro, con los medios enteramente pacíficos a
su alcance, contra el proyecto totalitario en curso. LL ha dado un testimonio
del cual nos enorgullecemos, marcando una pauta para el desigual combate frente
a los elencos del poder inescrupuloso y mal hacemos, favoreciéndolo, inflar
conjeturas que hacen de Miraflores una inadvertida sede de los monjes trapenses.
Hablamos de LL, de Antonio Ledezma, de los muchachos de la UPEL
insólitamente condenados y reducidos a una lejanísima cárcel común, de los
Policías Metropolitanos de incontables horas tras barrotes, de los ocupantes de
La Tumba y de cualquier lugar donde nunca pega el sol, por no citar a los
muertos, malheridos, procesados y perseguidos solamente por protestar al amparo
de la Constitución. De plantearse alguna
discrepancia, por demás, natural, urge del ángulo humano y político para
dirimirla, mas no de una fácil y miserable reacción que, no faltaba más,
esperada y recreada por los especialistas del régimen.
10/07/17:
Breve nota adicional LB: Los dos motivos gráficos adicionales, dan cuenta de la curiosa reacción que produjo la noticia. Tomados de Facebook, no revelamos el nombre de quienes los orbitaron, demostrando hasta dónde se puede llegar, en un caso, denunciando desde el exterior un acuerdo deleznable, garantizado por Jorge y Delcy Rodríguez, que lleva a contrastar la situación del general Vivas y la de López; y, por la otra, un chiste que es algo más que una ocurrencia de ocasión, permitiendo hurgar en una mentalidad quizá muy petrolera.
Agreguemos una curiosidad, pues, no había visto nunca el portal de noticias concentradas (http://venezuela.concentradonoticias.com/opinion/luis-barragan-de-unos-y-otros-estudiantes-y-ll/). Evidentemente, buscaron en el repertorio deimágenes de la red y consiguieron al arquitecto mexicano y, ni modo, en la premura, no pudiendo colocar la fotografía de quien evidentemente ya no puede escribir, apelaron por las obras ilustradas. ¿Relación directa? Ninguna, pero le da otro acento a la colaboración, interesante.
Todavía conseguimos rastros de viejos artículos replicados por portales diferentes al que originalmente publica y desconocemossi hay algún criterio, pues, las noticias están robotizadas. Una búsqueda inmediata, permite que unos portales aparezcan y, otros, dizque desaparezcan. Antes, éramos frecuente (o los portales originales de publicación), en Entorno Inteligente, por ejemplo. Ahora, no. Cosas de tráfico gratuito de noticias, aunque los hay aquellos que, más o menos alertas, sobre todo en las declaraciones, aportan fotografías diferentes.
Agreguemos una curiosidad, pues, no había visto nunca el portal de noticias concentradas (http://venezuela.concentradonoticias.com/opinion/luis-barragan-de-unos-y-otros-estudiantes-y-ll/). Evidentemente, buscaron en el repertorio deimágenes de la red y consiguieron al arquitecto mexicano y, ni modo, en la premura, no pudiendo colocar la fotografía de quien evidentemente ya no puede escribir, apelaron por las obras ilustradas. ¿Relación directa? Ninguna, pero le da otro acento a la colaboración, interesante.
Todavía conseguimos rastros de viejos artículos replicados por portales diferentes al que originalmente publica y desconocemossi hay algún criterio, pues, las noticias están robotizadas. Una búsqueda inmediata, permite que unos portales aparezcan y, otros, dizque desaparezcan. Antes, éramos frecuente (o los portales originales de publicación), en Entorno Inteligente, por ejemplo. Ahora, no. Cosas de tráfico gratuito de noticias, aunque los hay aquellos que, más o menos alertas, sobre todo en las declaraciones, aportan fotografías diferentes.
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