jueves, 31 de agosto de 2017

NECESARIA CONJUNCIÓN

Moral y política
Nicomedes Febres  
Martes, 29 de Agosto de 2017

Todos nos ubicamos en el amplio espectro de la línea que hay entre la Moral y la Inmoralidad común, pero la inmensa mayoría de las personas creen que ellos están en el extremo de la mayor moralidad existente, siendo muchos unos delincuentes porque cada ladrón juzga por su condición.

Quien trazó la línea diferencial entre la Moral y la Política fue el gran Nicolás Maquiavelo en su monumental obra El Príncipe, que ha salido en miles de versiones, incluso comentadas por algunos políticos, entre ellos Napoleón Bonaparte y si alguien quiere conocer al verdadero emperador francés debe leer sus comentarios privados apuntados en ese libro. Tremendo loco era el corso. Pero ni Maquiavelo logró desasirse de su propia moral que él condicionó a la reunificación de Italia.

Como los políticos son personas corrientes, todos tienen su visión personal de la moral y luego de tantos años puedo decirles que hay de todo como en botica, pero como la gente de a pie cree que la moral y la política están imbricadas siempre, tienden a juzgar de manera simplista las acciones de los políticos, que muchas veces están signadas por la desesperación y la urgencia entre opciones siempre malas y por eso la Política es el arte de lo posible y como la mayoría de las personas creen que los políticos son gente exitosa y la moralidad de mucha gente exitosa económicamente deja mucho que desear, pues creen que el éxito político y el económico son iguales, entonces según ellos, los políticos son ricos y por ende unos delincuentes, que no lo son, como tampoco todos los ricos. Diría más bien que son gente común y corriente, y normalmente los políticos que de jóvenes asumen la política como forma de testimonio de existencia son quizás lo mejor moralmente de cada generación y por eso digo que hay que conocer la historia personal de los políticos, que ha sido la columna vertebral de la valoración de los gringos hacia sus líderes, que además incluye algo tan relativo como ser fiel a la verdad. Cosa distinta que por azar de la fortuna, son los hombres exitosos de repente y lo digo pensando en el difunto, que se rodean en el acto de puros delincuentes ávidos de riqueza y pienso en muchos políticos metidos en eso desde adultos, y basta el psuv por demostrar mi opinión. Por ejemplo todos hablamos pestes de ricardito sánchez y de william ojeda, este último que se ofertó como un paradigma moral por haber confrontado la corrupción judicial en su libro "Cuanto vale un juez", por el que fue preso durante un año. Recuerdo que su madre era una respetable y vieja maestra petareña de la que él se jactaba y con quien vivía, sin embargo ricardito y william se prostituyeron.

Pero resulta que nadie habla del resto de nuestros diputados en la asamblea nacional pasada cuando dosdado era su presidente. Allí acudieron diputados de la oposición, desde mi amigo Eduardo Gómez Sigala hasta muchos otros que no disfrutan del mismo status económico de Eduardo. Estos eran pobres de solemnidad, que como no tenían como mantenerse en Caracas, vivían en sus pueblos del interior y cada vez que se venían en autobús a sesiones debían llegar a pulgosas pensiones de mala muerte en las cercanías del congreso nacional, comiendo comida mala, mientras a sus contrapartes chavistas les pagaban sus emolumentos y viáticos, que no lo hacían con los opositores, amén de hoteles de lujo, excelentes apartamentos amoblados, carros con chofer, tarjetas de crédito sin límites, prepagos de las mejores y un sinfín de privilegios más. Sin embargo no he leído de homenajes ni reconocimientos de esos humildes diputados que resistieron solos todas las tentaciones para que dieran saltos de talanqueras a favor del régimen. De mucho de eso hablamos con el diputado Luis Barragán, uno de ellos, sobre el tema. Esa es la verdadera historia heroica de la vida política de cada día cuando se apagan los reflectores y cesan aplausos y pitidos.
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