lunes, 28 de agosto de 2017

URBE BRUTAL

¿Ciudad inteligente?
Pablo Allard

En los próximos días se celebrarán en Santiago el 2º encuentro “Santiago DoSmart City” y el 5º “Summit País Digital”, enfocados en promover, visibilizar y articular iniciativas o proyectos que hacen de Santiago una “ciudad inteligente”. Muchos pensarán que se trata de una mala broma, ya que la capital involuciona hacia una ciudad más brutal que inteligente, dados sus problemas de segregación espacial, congestión, largos viajes aprisionados en Transantiago, contaminación, inseguridad y desastres recientes.

Sin embargo, el concepto de “Smart City” se ha instalado globalmente a partir de tres fenómenos propios de la denominada 4ª Revolución Industrial, que cambiarán para siempre los paradigmas y sistemas urbanos. Estos son: (1) El Internet de las Cosas, con la masificación de dispositivos y sensores intercomunicados que generan una cantidad sin precedentes de datos, (2) La Nube, que en base a la proliferación de servidores y mega data centers permite almacenar esa infinidad de datos en tiempo real, y (3) la Inteligencia Artificial, que aumenta la capacidad de procesamiento para convertir esos datos en información de gran valor.

Estos tres fenómenos ya están presentes en Chile, y permiten que los automovilistas utilicen rutas óptimas orientados por aplicaciones como Waze. Son los que, pese a la torpeza de los reguladores, alientan a que servicios como Uber sigan creciendo inevitablemente en base a la interacción entre personas y dispositivos; y estos mismos fenómenos están siendo adoptados por las industrias de servicios, distribución, retail y transporte, aplicando inteligencia territorial para orientar la toma de decisiones.

¿Está preparado entonces Santiago para ser una Ciudad Inteligente? Pese a los desafíos y problemas pendientes, Santiago está a la vanguardia en Latinoamérica en estas materias. La penetración de las tecnologías móviles hoy permite que haya más smartphones que ciudadanos en el país, con banda ancha y amplia cobertura en todas las zonas urbanas. Desde hace más de una década, los vehículos de la capital cuentan con Tag, para pagar peaje en 5 autopistas sin detenerse, además permite pagar algunos estacionamientos y tiene el potencial para implementar la tan esperada tarificación por congestión. Uno de los grandes logros del infame Transantiago ha sido la integración tarifaria gracias a la tarjeta Bip!, la cual en la medida que se personalice, podría usarse para infinidad de beneficios e incluso subisidiar la demanda de manera más focalizada. Santiago además cuenta con una amplia red de cámaras de control de tránsito de la UOCT, autopistas, municipios y otros sensores que integrados permitirían mejorar la seguridad y control de eventos; y por último, contamos con una ley denominada “NetMetering” bajo la cual Enel Distribución se encuentra reemplazando miles de medidores eléctricos por sensores remotos, que no solo permiten leer el consumo a distancia, sino además habilitan que los hogares generen su propia electricidad y la vendan a la red. Institucionalmente ya existe un ecosistema liderado por Corfo y el GORE con el Programa Estratégico Regional Santiago Ciudad Inteligente www.sesantiago.cl

Con todas estas oportunidades y tecnologías disponibles, las barreras para ser una ciudad inteligente ya no son tecnológicas ni económicas, serán legales e institucionales, por lo que estamos en un momento crucial para que esta inteligencia también de paso a la sabiduría.
Fuente:
http://www.latercera.com/voces/ciudad-inteligente/
Fotografía:
http://promotoreducacionartistica.blogspot.com/2012/11/las-tareas-en-una-puesta-en-escena.html

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