Luis Barragán
con acatar los principios del
Movimiento.
Sociológicamente hablando la cosa
es
más complicada”
Amando de Miguel (*)
Algo más que un mero trámite
biológico, la reciente muerte de Adolfo Suárez, luego de padecer la terrible
enfermedad de Alzheimer, no puede pasar inadvertida por los venezolanos que
deseamos militantemente el cambio. Y es que, con él, comenzó la transición democrática en España,
siendo una figura insospechada para tamaña obra de ingeniería política, como
hace poco lo asentó en un artículo de opinión el prolijo y versado sociólogo
Amando de Miguel, permitiéndonos agregar a Torcuato Fernández Miranda, el otro
artífice que desde la presidencia del Consejo del Reino propició la jefatura
del gobierno para el avilés o abulense.
Los nostálgicos del franquismo
pronto denunciaron su traición al Movimiento que había jurado, mientras que la
más variada oposición demandaba una automática transformación del orden que
condensaba siglos. El dato inicial e
irrebatible fue el de la sinceridad de las circunstancias, permitiéndole a las
fuerzas democráticas irrumpir de nuevo en un escenario que le fue vedado y, a
las del régimen, reconocer las realidades ya imposibles de versionar y sofocar
a través del gobierno llamado sarcásticamente PNN (profesores no numerados, o
aprendices).
Naturalmente, la red de redes
está poblada de enfoques y matices en torno a la experiencia ibérica que
encabezó Suárez y, anatónomo de su más estelar instante, el libro de Javier
Cercas sobre el consabido 23-F, magníficamente escrito, vuelve a los mejores
sitiales de las estanterías. E, incluso, en un texto de Sabino
Bastidas Colinas para opinionynoticias.com, subraya la importancia que adquirió
esa experiencia para el deslave político de México. No obstante, debemos
insistir en dos notas esenciales.
Por una parte,
exportando democracia, Venezuela también sirvió de ejemplo, empuje y apoyo para
los españoles en el difícil y complejo post-franquismo. Quizá huelga comentar la necesidad de revisar
los procesos de transición, sabiendo que el nuestro – el que está pendiente –
será inédito y probablemente aleccionador en términos históricos.
Y, por otra, que
la aludida sinceridad nos remite a las postrimerías del franquismo que leyó
adecuadamente las realidades, sin pretender decapitar a sus adversarios,
oponentes y disidentes. Ganas tuvo y
muchas, mas no las retorció prolongando innecesariamente una agonía que suponía
la de todos los españoles al finalizar el siglo.
(*) “Sociología del franquismo”,
Editorial Euros, Barcelona, 1975: 237.
Sabino
Bastidas Colinas: http://opinionynoticias.com/internacionales/18715-adolfo-suarez-transicion-comparada
Fotografía: 15 de agosto de 1976. Adolfo Suárez, durante un reportaje realizado para la revista francesa Paris Match en el interior de un avión, a las pocas semanas de su nombramiento como presidente del Gobierno de España. Jack Garofalo (Paris Match / Getty):http://elpais.com/elpais/2013/12/13/album/1386951354_129914.html#1386951354_129914_1391506906
Fuente: http://opinionynoticias.com/internacionales/18736-de-un-ingeniero-de-la-transicion
Fuente: http://opinionynoticias.com/internacionales/18736-de-un-ingeniero-de-la-transicion
No hay comentarios:
Publicar un comentario