Días de carnaval
Luis Barragán
03/03/14
Quizá sin precedente alguno en nuestra historia, el gobierno decretó la extensión del feriado carnestolendo pretendiendo anestesiar la vigorosa protesta social que lo cuestiona y desafía. Colocó el acento del jolgorio donde priva el luto en los hogares venezolanos, luego de la feroz faena represiva que ha protagonizado.
Los jóvenes que estelarizan las jornadas contestatarias, también desoídos en miles de oportunidades, agotan sus mejores esfuerzos y dan testimonio de un inmenso sacrificio para reclamar con vehemencia por los problemas fundamentales que nos agobian, como las altas tasas de homicidios, inflación y desabastecimiento de los alimentos y medicamentos. Tienen por respuesta el terrorismo de Estado que ha generado muertos, heridos, detenidos y desaparecidos.
Heredan una vocación de libertad que, por cierto, en los carnavales de 1928, los movilizó intensamente y, más allá de la dictadura gomecista que combatían, se convirtieron en una promoción generacional que marcó una pauta histórica. En la Venezuela del siglo XXI, adquieren un semejante perfil, como promesa y aporte a una futura transición democrática que requerirá de la ensoñación, el realismo, el talento, la vocación, la honestidad, la disciplina y la audacia indispensables para superar la debacle de esta otra y curiosa etapa de la Venezuela Saudita.
La muchachada de los días que corren, tiene por principal característica un compromiso de lucha que se extiende a otros más distraídos, enfatizando un fenómeno que – ciertamente – extrañábamos. Digamos que es un logro inequívoco de las asambleas de ciudadanos que arrancaron el 2 de febrero del presente año e, incluyendo el bicentenario de la Batalla de La Victoria, adquiere mayores dimensiones y significaciones al pasar rápidamente el tiempo.
La singularidad de una protesta pacífica y sostenida, es la que ha sorprendido al oficialismo que ha reaccionado violenta y desproporcionadamente. Faltando imaginación y habilidad política, según el canon, ha procurado tender una emboscada del diálogo que, incondicional y ventajista, no es tal mientras haya la cruda e injustificada represión, presos políticos e impunidad. Y, como si faltase poco al cinismo en boga, desea una tal Comisión de la Verdad de acuerdo a sus exactos intereses.
Cayeron las máscaras de una supuesta normalidad y, aunque en las democracias genuinas no hace falta demostrarlo, el poder actualmente establecido obliga al coraje físico que derrochan nuestros jóvenes. Por algo, como si no fuesen suficientes los recursos y servicios de los que disponen, olvidándose de la población comprobadamente desprotegida ante el hampa, se ha creado la Unidad Especial de Seguridad y Protección a Personalidades del Estado, adscrita nada más y nada menos que a la Guardia de Honor Presidencial (Gaceta Oficial 409663).
Días de festejo en palacios y palacetes, días de luto en los hogares venezolanos. De nuevo, días de carnaval para el estudiantado desenmascarador.
Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2014/03/dias-de-carnaval/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=1019724
Fotografía principal y post-data LB: La pared se encuentra a lado del Torreón, El Paraíso, Caracas (27/02/14). Nos parece curioso el grafiti, pues, se refiere al drama de El Caracazo, en la fecha aniversaria, o a la tragedia actual. Parece lo uno, porque no es fácil grafitar por estos días, además, en forma tan elaborada, aunque la referencia a la libertad luce luminosamente caracterizadora. Sin embargo, adquiriendo la polivancia de toda literatura, esta vez - digamos - literatura de las paredes, cobra una especial significación la cita urbana.
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