lunes, 3 de marzo de 2014

ABSOLUTA CONFIANZA

NOTITARDE, Valencia, 2 de marzo de 2014
"Caminando con Cristo"
Cada día tiene su afán (Mt.6, 24-34)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El texto del evangelio de este domingo tiene dos partes: En la primera Jesús afirma que no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo y en la segunda hace una invitación a no preocuparse demasiado por las cosas que necesitamos. Estas dos partes que el evangelio de hoy nos presenta tiene una misma invitación: Poner de primero a Dios en la vida, centrar nuestro corazón en Él, rendirle culto y adoración solo a Él y lo demás vendrá por añadidura.
Sabemos, por experiencia humana que el dinero en la vida es necesario y que el ser humano tiene necesidades básicas que necesita satisfacer para poder tener una vida digna y desarrollarse como persona. Necesitamos la alimentación, el vestido, la educación, la salud, la vivienda, entre otras cosas, para poder realizar la vida familiar, el encuentro como seres humanos y avanzar hacia la felicidad. Quien pasa hambre, quien no tiene con qué vestirse, quien no tiene un mínimo de formación académica, que está enfermo y no tiene un hogar, por sencillo que sea, difícilmente podrá anhelar o aspirar otras cosas, ni siquiera lo espiritual. Dios sabe, como lo dice Jesús, que todo hijo suyo necesita todas estas cosas para poder vivir en paz, en tranquilidad y en la base que nos abre al camino de la felicidad.
La advertencia que nos hace Jesús es que nuestra vida no caiga en la ambición, por una parte, ni en el desespero neurótico por llenarnos de cosas o preocuparnos al extremo de las cosas del mañana. Jesús no quiere que sus discípulos sean esclavos del materialismo ni de un futuro incierto, que no caigan en la tentación de la opulencia ni de la angustia por cosas que esclavizan la vida del hombre. Jesús nos quiere libres, con el corazón y la vida centrada en Dios que es la fuente del amor, de la libertad, de la paz y felicidad plena. Quien busca a Dios y tiene a Dios en su vida lo tiene todo y lo puede todo. Nunca Dios abandonará a un hijo suyo, siempre El Señor será Padre providente para quien pone su fe y confianza en Él. Si Dios es providente con la naturaleza, nos dice Jesús, es más providente y está siempre atento a las necesidades de sus hijos; pero más que buscar cosas, el creyente necesita buscar a Dios, ésa es realmente su principal y mayor necesidad; porque si Dios no está en la vida del hombre, la vida se hace estéril, vacía, pesada; su amor, su amistad y providencia sostienen nuestra existencia, le dan plenitud y fuerza.
El cristiano necesita y debe tener siempre como prioridad el Reino de Dios y su justicia; es decir, que Dios debe ser siempre lo más importante en nuestra vida, que desde Él podamos construir una vida plena y podamos planificar y vivir nuestro diario peregrinar. Que no sea el dinero, ni las cosas materiales, ni las cosas pasajeras de este mundo lo más importante en nuestra vida; que por supuesto, demos un uso adecuado a los bienes de este mundo, pero que nuestra felicidad sea tener a Dios en nuestro corazón; vivir de acuerdo a su palabra y de aspirar siempre a los bienes del cielo, a la vida eterna.
La doble advertencia que nos hace Jesús hoy vale para ricos y pobres; ya que el rico puede querer tener más y más y se llena de ambición excesiva y el pobre se desespere por satisfacer las penurias que tiene y pierda su horizonte. La invitación a seguir y buscar a Dios de primero es para todos también; Él debe ser siempre nuestro anhelo principal, nuestro mayor tesoro, nuestro principal bien.
En fin, Dios no quiere que el cristiano sea idólatra del dinero, de las cosas materiales, sino que tenga un corazón lleno de fe en Él. Que sepa utilizar los bienes de este mundo sin apegos, sin caer en esclavitud. Quien tiene a Dios de primero en su vida sabrá encontrar y satisfacer lo que necesita para vivir una vida digna, para tender la mano al otro y realizarse como persona. Quien cae en la idolatría del dinero y del materialismo excluye a Dios y se cierra a las necesidades de los hermanos. Busquemos siempre el Reino de Dios.
IDA Y RETORNO: Venezuela vive en estos momentos una grave crisis económica, social y política que nos mantiene en tensión en estos momentos. Lamentablemente hay muertos en estos días que nos duelen a todos. No queremos una sociedad polarizada, enfrentada ni llena de odio. Necesitamos buscar caminos de entendimiento, reconciliación y un diálogo efectivo. La hora que vive Venezuela no está ni para la retórica ni para la politiquería. Todos los venezolanos queremos soluciones efectivas y urgentes al problema de la inseguridad, desabastecimiento, inflación y alto costo de la vida. Queremos y aspiramos a tener un país en paz, unido, en desarrollo, con democracia sólida y donde se respeten los derechos de todos, sin excepción alguna. Oremos por Venezuela, pidamos a Dios ya la Virgen que nos ayuden y bendigan, que podamos superar este difícil momento que vivimos en el país. Que su amor de Padre providente nos alcancen la paz, la justicia y libertad que anhelamos.

Pieza: Rolando Peña.

Breve nota LB:  El Padre José Vicente Ramírez Meza (Redentorista), insistió hoy en el tema de la violencia y las puertas que abre a una guerra civil. Una reflexión muy sentida y cuidadosa de una interpretación partidista. Olvidaba que la semana pasada, el Padre Jesús señaló, entre otros aspectos, la tardanza de varias generaciones en cerrar las heridas ahora abiertas del odio.

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