martes, 28 de enero de 2014

PRAXIS ANTIPARLAMENTARIA

De los office-boys del gobierno
Luis Barragán

En una reciente sesión plenaria, el diputado Biaggio Pillieri planteó un debate sobre el grave problema de la escasez del papel que ha generado el cierre eventual y efectivo de importantes periódicos en el país. Negada la bancada oficialista a darlo, alegando las diligencias que ha hecho en la materia, el parlamentario yaracuyano, además, se quejó con sobrada razón que la Comisión de Medios no se ha instalado este año.

No tardó la contrarrespuesta para finiquitar el punto declarado inadmisible, acusado Pillieri de faltar a su trabajo.  Temerario señalamiento,  por lo pronto, nos interpela sobre las prácticas parlamentarias en boga.

En efecto, los voceros del PSUV reconocen que no declararon la emergencia parlamentaria del caso,  pero contactaron rápida y personalmente a altos funcionarios del gobierno. Vale decir,  excluida la oposición, todo quedó entre los oficialistas.

Luce evidente que, al aceptar la versión del Ejecutivo Nacional,  renuncian a investigarla y constatarla, como aquella de los puertos repletos de papel que todavía no retiran maliciosamente los medios, aunque ya un importante diario de la capital ha rechazado tamaña acusación.  Así, la sociedad queda indefensa ante una versión imposible de verificar, mediante la indagación de una Asamblea Nacional obligada al informe que produzca una básica coincidencia y discrepancia.

Era necesaria la reconstitución de la aludida Comisión Permanente, por muy próxima que se replanteé una posible renovación reglamentaria de sus miembros.  Hay formalidades necesarias de cumplir,  incluyendo a la oposición, ya que – negadas - asoman al desesperado oportunismo de los diputados oficialistas por socorrer al gobierno o a determinados y altos funcionarios, subordinándose descaradamente.

Las circunstancias enunciadas tejen el inevitable chantaje frente a los medios independientes de comunicación social, injusta y quirúrgicamente despojados de la razón que todavía les asiste.  De nuevo, pretenden convertir a la víctima en victimaria.

Nada extraña la conducta de los legisladores oficialistas, convertidos así en una suerte de office- boys del gobierno que, además de habilitar, parlan, acatan y fían, perdiendoprecisamente el papel que les asigna la Constitución. Y enfurecen cuando la oposición hace su trabajo, como el diputado Pillieri.

http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/18048-de-los-office-boys-del-gobierno

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