Café Tacuba y la política
Ox Armand
Muy recientemente, Rubén Albarrán
hizo una breve declaración que alarma. El exitoso vocalista de Café Tacuba
anunció que no votará, confesó que no cree en ningún político, denunció que se
están robando los recursos naturales y el derecho de las comunidades indígenas.
¿La conclusión? La clase política es toda igual (http://enlacecordoba.com/noticias-nacionales/15981-no-voy-a-votar-no-creo-en-ningun-politico-la-clase-politica-es-toda-igual-vocalista-del-grupo-cafe-tacuba).
¿Nos suena familiar a los venezolanos? Tiene mucha razón, pero algo hay que
hacer. Cierto, su tarea es cantar y lo hace muy bien en una banda que moviliza
a muchos, dada su consabida popularidad. Significa que hay una gran
responsabilidad al emitir opiniones, pues, pocos desean que deje de cantar para
dedicarse a la política. Aunque, por lo menos, debería buscar afanosamente a
quienes representen sus angustias para apoyarlos. Si no los encuentran, ni
modo: su deber es echarle boas a la política. Es decir, ir más allá de la
queja. De la simple y vulgar para un problema que es muy complejo. Lo primero
es lo primero: ¿no vale el voto?, entonces ¿cómo hacerlo valer? Explotan los recursos
naturales como les da la gana las transnacionales, luego ¿cómo impedir la
situación y revertir las cosas? Desconocidos los derechos de las comunidades
indígenas, ¿cómo emprender su defensa? Claro, significa meterle el diente real
a todo un enredo. Ah !!! La clase política. No hay capacidad alguna de
distinguirlos. Todo el mundo en un mismo saco. ¿No resulta familiar la vaina
para los venezolanos? A pesar de mi edad, me gusta el ska aunque no puedo
olvidar aquella famosa canción de Desorden Público: Los políticos paralíticos
de los años ochenta (https://www.youtube.com/watch?v=tQMj9lzZET8),
reencauchada por todos estos años. Pedro Cascante ha puesto su saco al aire. Fuera
de los políticos, el resto de la sociedad es de una pureza infinita. De la
polis se ha pasado a los polímeros cívicos: Internet como tribuna de la más
sórdida, absoluta, terrible simplicidad.
Ahora bien, ocurre que la
antipolítica (como la dieron en llamar) a la postre derivó en lo que hoy se
vive en Venezuela y que, a a distancia, podría parecerle una gracia a los
Albarrán de estas horas que también padecen la crisis acá mismo. Se dijo que
hay mil trampas electorales y hubo ocasión de denunciar y procesar cada trampa
hasta llegar a un nivel de transparencia, eficacia y prontitud de los
resultados. Tanto que ganó y le fue reconocido el triunfo a Chávez, pero hoy
evidentemente el CNE es todo el PSUV y viceversa. Ni siquiera hay fechas para
unos comicios parlamentarios por los que todavía hay que luchar. Clamamos a los
cielos porque fuimos un enclave de las perversas transnacionales y de cara a
todos hasta las licitaciones para la Apertura Petrolera de Caldera II,
susceptible de cualesquiera investigaciones y críticas, dio paso a un simulacro
de la Apertura sin licitaciones y, lo peor, sin posibilidad de denunciar cómo
anda la Faja Petrolífera del Orinoco en manos de un socialismo realmente
salvaje. Con sobrada razón hubo que empinarse en defensa de las comunidades
indígenas en una sociedad de profundo e inadvertido racismo, pero hoy ellas son
víctimas de la represión silenciada y de epidemias gravísimas. ¿Qué decir de
los políticos? Comparece a los gobernantes venezolanos de esta hora y al
principal partido que los sostiene, con los de antes que no eran una maravilla,
pero … haga las comparaciones. Hasta aceptamos que se ponga el foco en los
diputados de la oposición. Además, Marcos Pérez Jiménez se robó unos reales,
fue zarandeado acá en los tribunales, se fue a Madrid, compró un caserón y
multiplicó sus “ahorritos”, pero los de esta hora en Venezuela, en pleno
control de cambio, sacan un realero de verdad verdad para aumentar los
dividendos con el blanqueamiento de capitales y se convierten en coleccionistas
de caballos de paso. Ah !!!, se espera
una cara nueva y un carajito milagroso para el liderazgo de acuerdo a la pauta.
No hubo cara más nueva y de paso militar, que la de Hugo Chávez cuyo talante
democrático y patriótico descubrimos apenas al cruzar la esquina con democracia
participativa del gas del bueno y la refinería Camilo Cienfuego.
Albarrán me hizo arrechar. El
camino de la antipolítica está empedrado de buenísimas intenciones. Así comenzó
la cosa en Venezuela…
Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/22374-cafe-tacuba-y-la-politica
Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/22374-cafe-tacuba-y-la-politica
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