Sesión tediosa la de hoy, en la Asamblea Nacional. De acuerdo a la costumbre, los piquetes de protesta a la entrada del Palacio Legislativo (sur-este). Una triple particularidad: 1) La Guardia Nacional administra los ya escasos espacios disponibles para cualquier perturbación. 2) Ésta debe privilegiar el escarnio de los parlamentarios que saben o intuyen de la oposición. 3) La nota de siempre: a lo sumo, protestar en nombre del propio chavismo. Deudas laborales, Polar, despidos, etc., forman parte de la agenda. Se les permite estar en el lugar en a medida que hagan pública y bulliciosa profesión de fe por el gobierno que los ha golpeado inclementemente. Fe que se traduce en el desprecio a los diputados de la oposición. Valga acotar, nos confundimos un poco con los protestatarios bajo condición. Compramos algo, cerca del quiosco, y al entrar fue inevitable esa confusión. Le preguntamos a uno de ellos el por qué gritarle a los de la oposición. Nos dijo, palabras más, palabras menos, que es el precio de pararse en el sitio, el visado. Faltando poco, ripostó: "¿Para qué coño le vamos a decir algo a los diputados de la oposición?, porque si nos pararan bolas es poco o nada lo que pueden hacer". Tomamos fotografías al superar la barrera de la Guardia del Pueblo. Bastó con superarla cuando alguien gritó: "!Ese es escuálido!". El suscrito no es conocido. Fue la intuición de la pequeña masa.
LB
No hay comentarios:
Publicar un comentario