La otrora Escuela Experimental Venezuela de la avenida México (seguramente gozará de otra prenomenclatura oficial) tiene otro color, según nos percatamos ayer. Casi tenemos la certeza de la mano de pintura como insuficiente para preservar el histórico inmueble, decretado en 1937 por Eleazar López Contreras. Siempre la supimos de blanco, aunque de blanco fueron pintadas las edificaciones públicas en las décadas siguientes, sospechando de una antigua y rica policromía. Muy subjetiva nuestra apreciación, compartida con un amigo mientras transitábamos hacia el edificio "José Vargas", cercano, nos parece que desentona la escuela, empequeñecida, con sus entornos. La decisión - con las mayores probabilidades - debe abonar al empeño del oficialismo por contrastar con el pasado. Una mano de pintura dice ayudarle, en lugar de la construcción de otras escuelas para las cuales tuvo recursos y de sobra. Antes que desaparezcan de las redes las gráficas anteriores a esta tan "espectacular" obra del gobierno, al final orbitremos una breve muestra. Valga agregar, desde la privilegiada vista del piso 15 del edificio mencionado, lo que va quedando de la Torre de David (o Confinanzas ), desechada a lo mejor por los inversionistas chinos que ya no deben tener razones suficientes para trabajar en Venezuela, y de la que se dice - subrayemos la improvisación de siempre - que puede servir de sede a un centro de emergencias.
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