Emotiva misa, nuevamente acompañada de los aguinaldos, en la que el Padre Domingo (*) pidió la presencia en el altar de una familia de las que asistiero a la Iglesia de La Coromoto, pero la había - papá, mamá y muchacho - en el grupo musical. Y con la presencia del Niño Dios, bendijo a la familia venezolana. Algo hermoso. De una gran pedagogía que ojalá llegue a todos. Por cierto, en la Oración de los Fieles (Hoja Dominical), refiere: "La familia humana sufre por secuestros, personas exiladas, emigrantes, por la violencia familiar, social y política", pidiendo para que "el respetoa la persona mejore nuestra convivencia".
LB
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