China (y Simonovis)
Luis Barragán
Postergamos la adquisición de la obra, intentando administrar la curiosidad, pero la necesidad se impuso. Agotada en nuestros anaqueles, apelamos al préstamo urgido de un amigo, prometiéndonos comprarla si las divisas lo permiten: “China” de Henry Kissinger (Debate, Bogotá, 2012), referencia sobria, especializada e indispensable para intentar asumir y comprender a la potencia emergida y emergente, aunque suscite opiniones – incluso – adversas en torno a su futura jerarquía.
Extraordinario director de orquesta, el autor mismo señala el camino más adecuado para la asunción y comprensión, por la especificidad y riqueza cultural asombrosamente sobreviviente. Siendo envidiables y variadas las fuentes, cuidando de emplear responsablemente una documentación desclasificada, desarrolla un extenso trabajo que, lejos de toda improvisación, superada la tentación de pisar numerosas disciplinas, por fortuna insiste en su ya consabida especialidad.
Copiosos aspectos concitan nuestra atención, pero deseamos apuntar tres importantes facetas, con la vista puesta en este lado del mundo. Por una parte, la especialidad, pericia y experticia de quienes conciben, desarrollan y evalúan la política exterior y lo concerniente a la seguridad colectiva, en el otro lado, pues, excepto Itamaraty, somos exponentes de un demencial voluntarismo que eleva el costo político de las improvisaciones.
Anotemos, por otra, el desconocimiento olímpico de China y sus peligrosas complejidades, a pesar de la creciente dependencia venezolana, aplaudida por el oficialismo. Poco sabemos de sus realidades interiores y de una conflictividad que ataja la dictadura del Partido Comunista, haciéndonos partícipes del tabú: Plaza de Tian'anmen, por ejemplo.
Triunfante Mao, finalmente, surgió una aparentemente distinta opción que liderizaba al Tercer Mundo, reivindicada una “talla moral única” por encima de la disputa entre Estados Unidos y la Unión Soviética (406), dejando ciertamente una escuela. Observamos que, por entonces débil, el régimen influyó poderosamente en términos ideológicos, prestando el “apoyo de los servicios de inteligencia a los partidos comunistas de los diferentes puntos del mundo” (123): ¿algún parecido con lo que acaece en la América Latina de los días que corren?
Simonovis
Deseamos consignar cinco rápidas observaciones respecto al caso de Iván Simonovis: 1) El gobierno nacional, el oficialismo y, por qué no decirlo, algunas voces de la oposición, juegan inescrupulosamente con la suerte de Simonovis y de los otros presos políticos gravemente enfermos. 2) De nuevo, comprobamos la indolencia absoluta del régimen frente al indeseable drama que viven, destacando una falta de escrúpulos al plantearse un “canje”: la liberación para tapar el aumento de la gasolina y darse un baño de falso humanismo. 3) La enfermedad de Simonovis, por ejemplo, se debe al trato inhumano que ha recibido, un dato que no podemos olvidar, postergándole las diligencias médicas recomendadas y que, por mucho que las apruebe el tribunal, éste nada puede hacer en el perverso contexto de las decisiones políticas. 4) Injustamente amnistiados, los verdaderos asesinos del 11-A andan por las calles y hasta gozan de sendos privilegios políticos. 5) La liberación de los presos de conciencia no debe lesionar el efectivo esfuerzo de oposición que a la larga la garantiza, so pretexto de ciertas habilidades “diplomáticas”.
Finalmente, nuestra salutación y solidaridad con la heroica Bonis de Simonovis y todos los familiares y relacionados que no se rinden. Compartimos con ella en una instancia de conducción partidista, por breve tiempo, y sabemos de su inmenso coraje y buena voluntad.
http://opinionynoticias.com/librosyautores/17789-de-la-china-y-simonovis
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