"Caminando con Cristo"
La navidad es Jesús hecho hombre
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes
Estamos a la puerta de la Navidad; es decir, de conmemorar el Nacimiento de Jesús que vino al mundo para salvar al hombre y mostrarle el camino que conduce a la felicidad plena. Los cristianos solemos decir ¡Feliz Navidad! y con toda razón, porque recordamos aquella gloriosa noche en que Dios nació en la fragilidad de nuestra carne para rescatar a la humanidad que estaba perdida en la miseria del pecado. Desde aquella Noche Santa, Nochebuena, la felicidad es posible de nuevo para el ser humano. Desde aquel glorioso nacimiento del Salvador, cada hombre puede acceder a la vida eterna, a la amistad con Dios y encontrar la paz que colma el corazón de cada persona.
La gran noticia de la Navidad no son los regalos, las luces, los adornos, el compartir, el reencuentro, la comida… todo esto es expresión de la Buena Noticia que es la Encarnación de Dios, del Enmanuel, en nuestra raza humana, con un fin específico que es la salvación, la liberación y divinización del ser humano. Esto hay que decirlo una y otra vez; proclamarlo al mundo, porque Navidad sin Jesús no es verdadera Navidad.
En este tiempo siempre escuchamos la canción "Noche de paz, Noche de amor…" que expresa nuestra alegría, nuestra fe cristiana que contempla ese misterio hermoso del Dios humanado, del Dios que pone su tienda en medio de la casa de los hombres para compartir sus triunfos y fracasos, sus tristezas y alegrías, para reír y llorar con cada ser humano.
Celebrar la Navidad al estilo cristiano es trascender todo lo superficial y significa abrir el corazón a Dios y a los hermanos, especialmente a los más pobres, a los olvidados, a los huérfanos, a las viudas, a los enfermos, a los tristes, a los encarcelados, a los indigentes, a los niños de la calle, al vecino, al amigo, al hermano o familiar más distante, al emigrante…
Tenemos motivos profundos para celebrar en Navidad, aún en medio del dolor o las tristezas, del vacío que haya podido dejar la muerte de un ser querido en este año, de tantos problemas que nos acosan. Hay motivos para celebrar porque desde que Dios vino al mundo en la maravilla de ese milagro de la Encarnación, el ser humano puede encontrar fuerzas, apoyo; puede esperar un milagro, puede encontrar nuevos impulsos para seguir adelante. Desde la Noche de Navidad, todo lo bueno es posible en la historia humana. ¿Qué acontecimiento humano puede superar el misterio de la Encarnación? ¿Qué cosa puede ser imposible para Dios desde aquella Noche Santa?
Yo quisiera proponerles, queridos lectores, que a ejemplo de San José, que en la liturgia de este cuarto domingo de adviento se nos propone como ejemplo, le demos un espacio a Dios en nuestras vidas y estemos alegres por celebrar su nacimiento. Que pasado mañana, alrededor de la mesa o al reunirse para intercambiar los regalos o simplemente en el compartir familiar en las vísperas de Navidad, alguno recuerde a todos el motivo o la razón de ser de esta noche. Por eso, les propongo esta oración que puede inspirar otra parecida en la boca de alguno de ustedes que en nombre de todos, reunidos en familia, le expresan al Niño-Dios para que bendiga sus vidas y sus hogares. Tengan ¡Feliz Navidad!
Oración: Señor, Jesús, en esta Noche Santa, reunidos en familia para rememorar y celebrar el día de tu Nacimiento en medio de la humanidad; queremos pedirte por nuestra familia, por cada uno de los que aquí vivimos, para que nos mantengas unidos en la fe, la esperanza y sobre todo en el amor que tu viniste a traer al mundo. Acrecienta, Señor, nuestra fe en ti, danos un corazón dócil a tu palabra y enséñanos a vivir como auténticos cristianos. Bendice, Jesús, nuestro hogar y no permitas que nunca los miembros de esta familia se separen de ti. Que el recuerdo de tu Nacimiento dé consuelo y fortaleza a nuestras almas. Bendice a nuestros amigos y vecinos, a nuestra patria Venezuela que tanto lo necesita y ayúdanos a trabajar por la paz que sólo tú nos puedes donar. Ayúdanos a entender que contigo todo es posible y que por encima de ti no hay nada ni nadie. Amén.
IDA Y RETORNO: Desde esta columna quiero desearte querido lector una Feliz Navidad, que junto a tus seres queridos puedas recibir muchas bendiciones de parte de Dios. Abre tu corazón a Cristo que nace en medio de nosotros y recibirás siempre sus dones. Que tus miedos, tristezas, adversidades, tentaciones, desánimos… puedan ser superados por la celebración del misterio del Dios que se encarna y nos trae su paz, justicia y amor.
Agradezco a todo el personal de Redacción de Notitarde por su trabajo y les deseo una Feliz Navidad.
A la barra del Magallanes que en cada juego le pone emoción y brinda su apoyo al equipo un saludo especial y mi sincero deseo de Feliz Navidad y muchas bendiciones de parte de Dios.
Felicitaciones y bendiciones a las parroquias de nuestra Arquidiócesis que en Navidad reparten, entre todas, más de cien mil juguetes a los niños pobres de nuestra región.
Cfr. http://elimpulso.com/articulo/buena-nueva-nos-hace-eternos#
Ilustración: Dalia Ferreira.
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