lunes, 17 de febrero de 2014

VICISITUDES DE UN ESTADO PETROLERO

La invención de un golpe
Luis Barragán


“… Uno de los lugares privilegiados
de la imposibilidad: mantenerse
al margen y en la cumbre social o política,
descalificarlo todo y cobrar por ello”
Rafael del Águila [*]


Después de leer el texto de Ingrid Micett y Domingo Irwin que relaciona los más destacados grupos militares de conspiración en nuestro historial republicano [**], logramos entender mejor la desproporcionada reacción del  actual gobierno frente a la legítima y creciente protesta estudiantil.  Amén de la versión conspiratorial de las personas, del mundo y de las cosas que lo anima, acaso parecida a quienes nos fustigan por no reconocer la existencia de los OVNIS,  convenimos en un triple contraste.

Digamos, por un lado, que anteriormente fue regla general de todo gobierno negar que estuviese amenazado por un inminente golpe de Estado, pues, significaba admitir que no aseguraba el orden público por el cual habría de velar, como el fracaso de los servicios de inteligencia para detectarlo adecuada y exhaustivamente. Ahora, esa amenaza constituye una herramienta para la auto-victimización y el relevo de pruebas, trastocando la sospecha generalizada en legítima persecución de quienes –además - evidentemente están libres de ella.

Por el otro, los golpes de Estado se dan o no se dan, ya que la sola y continua tentativa denunciada se convierte en una debilidad.  Hoy, recayendo paradójicamente la sospecha en un  gobierno que no esgrime prueba alguna, concreta y convincente,  sirve a una narrativa de la resistencia heroica que lo convierte en oposición frente a recios poderes de hecho, a pesar de contar con la dirección de la institución armada.

Por último, antaño, el riesgo de golpe de Estado afectaba el normal desarrollo de las actividades castrenses, interrumpidas por el natural llamado de alerta y la adopción de las medidas correspondientes.  Hogaño, ese llamado es permanente o solamente fingido, aunque la nueva doctrina estratégica ha de remitirnos a otra dimensión y comprensión de la normalidad.

Valga la coletilla, el activo ejercicio de los derechos ciudadanos se transforma en una comprometedora contingencia por muy establecidos que se encuentren en la Constitución de la República.  La invención de un golpe ya elevado a Presunción de Estado,  dice autorizar – por ejemplo – el bloqueo informativo,  defendido por altos funcionarios en los medios internacionales, aunque no exista decreto alguno encaminado a la declaratoria del Estado de Excepción.

[*]  “La senda del mal. Política y razón de Estado”, Taurus, Madrid, 2000: 196.
[**] “El incesto republicano. Relaciones civiles-militares en Venezuela 1812-2012”, Nuevos Aires, Caracas, 2013: 133-163.

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1741113.asp

Pieza: : Fred George, de quien supimos gracias a Dalia Ferreira y sus incursiones didácticas en Facebook. Ella señaló: "... Formada por ochenta barriles de petróleo; que sirven de soporte, cada uno, a un panel solar. Su intención es llamar la atención sobre la crisis energética, las guerras que está provocando y la necesidad de utilizar más energía verde". Sin embargo, de cara a la Venezuela actual, como toda obra de arte que multiplica las interpretaciones, aún las que inicialmente no previó el autor, tiene otra lectora. Por lo pronto, la crónica demanda de la paz de un Estado Petrolero, igsigne exportador del crudo, que no la concede, traicionando su llamado (LB).

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