Empedradura
Luis Barragán
Antes, fueron por excelencia los idealistas, críticos, desprendidos, irreverentes, sinceros, humildes, sacrificados, honestos, creativos, sensatos, valientes denunciantes, leales defensores de los derechos humanos, sensibilizados por la cultura, el deporte y el medio ambiente. El rápido balance telefónico que nos permitimos Max Guerra y el suscrito, a propósito de los atípicos allanamientos de las universidades públicas, condensó toda la maldad en la acera contraria.
Repugnante sedición contra la dignidad humana, tales allanamientos desenmascaran un programa totalitario que, por cierto, anterior y paradójicamente hizo de la autonomía una de sus banderas estelares. Algunos dirán que no soportaron la prueba del poder que todo lo corrompe, aunque otros sostenemos que sencillamente el poder desnuda para arrojarnos a la brutal intemperie con el único equipaje posible: el de los principios y valores que inspiran y guían.
Necesarísima redundancia, convertidos en privilegiados, reclaman como un privilegio el combate contra todo el privilegio y todos los privilegiados. Temen a la más modesta interpelación, pulverizando con morbosa lentitud a la prensa independiente, privilegiada por la población.
Eran los buenos de la película, hasta que les tocó producirla, dirigirla y protagonizarla. Y, como si faltare poco, quedarse con la taquilla.
Emblemático suceso, lo ocurrido en la facultad de Arquitectura de la UCV habla muy bien de los calculadores, resignados, ambiciosos, complacientes, hipócritas, vanidosos, cómodos, indecorosos, repetitivos, atolondrados, manipuladores del sufrimiento humano, mercenarios insensibles. Son los que ejercen el poder que, además, no piensan devolver más nunca por el camino al infierno tan empedrado de buenas intenciones.
Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2014/04/dictadura-pura/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=1027111
Composición: Abdi Asbaghi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario