EL SOL DE MARGARITA, 17 de noviembre de 2017
PALABREO
Disciplina y lucha de clases
Pedro Salima
Como militante no deja de preocuparme el tema de la candidatura a la Alcaldía Libertador en Caracas. Una candidata, apoyada por mi partido, el PSUV, que ha pasado por varios cargos. Va de un lado a otro, a lo mejor porque da la talla en todos, entonces se ha usado para resolver temas puntuales. Otro candidato, apoyado por el PCV (el partido que me formó con el tema de la lucha de clases) y el PTT, además de varios colectivos. Ha ocupado cargos importantes, y lo han botado, así de simple, no lo han colocado en otro lado, sino que va fuera.
La primera, Erika Farías, bien cumplidita ella. Fundamentosa, me supongo que eficiente, tuvo un cargo que pudo despertar odios en la burguesía, al frente del tema de la alimentación. La burguesía nunca pidió su destitución, no la maldijo, no dijo que era el Diablo en persona. Quizás porque es buena gente.
El otro, Eduardo Samán, que no está apoyado por mi partido, el PSUV, pero sí tiene el respaldo del PCV, el que me formó con el tema de la lucha de clases. A Samán la burguesía lo odia. Lo empezó a odiar desde que fue presidente del SAPI. ¡Uy, cómo lo odiaron las grandes transnacionales de la medicina, las empresas farmacéuticas!
El camarada, malasangre para la burguesía, propuso una ley que nunca se aprobó. ¡Pero cómo lo odió la burguesía por esa propuesta! Mala leche para nosotros nunca haber tenido una dirección donde todos entiendan el tema de la lucha de clases. Luego estuvo en Indepabis. Se acrecentó el odio. Lo consideraron un demonio, el Diablo en persona.
Fue ministro de Comercio y la burguesía llegó a atentar contra su vida. En todos los casos, para no despertar tanto odio, lo sacaron de los cargos. ¿Recuerdan cómo puso al señorón Zuloaga al descubrirlo con el tema de los vehículos? A los pocos días Samán salió del cargo. No sé si Zuloaga tenía más amigos en la Dirección del PSUV que Eduardo Samán.
Una vez en un acto en el Teatro Municipal de Caracas, donde estuvo la dirección del PSUV y todo el gobierno, los mayores aplausos fueron para Chávez y para Samán. Lo odió la burguesía, pero me da la impresión que PSUV adentro también lo odiaron. Al menos lo envidiaron. Otra vez Samán fuera de su cargo.
En definitiva, Erika es de pinga, la burguesía ni la quiere ni la odia. A Samán lo odian la oligarquía y las transaccionales. Eso es expresión de la lucha de clases. En mi partido, el PSUV, no me hablan de eso. En el PCV me lo recalcaron. Por eso, si estuviese en Caracas votaría por Eduardo Samán. Sería disciplinado con la lucha de clases.
Sé que la presidenta de la ANC dijo en estos días que en Venezuela está prohibido el odio. Nunca podré entender cómo se puede prohibir un sentimiento. Me gusta el odio de la burguesía contra Samán, lo define como marxista.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario